El contexto familiar

El contexto familiar

La familia es el primero y principal contexto de socialización de los humanos; es un entorno constante en la vida de las personas

La familia cumple un papel director y coordinador de importantes factores influyentes en el desarrollo social del niño. En su seno se escuchan por primera vez voces humanas, se interactúa por primera vez con otras personas, y se participa en los primeros intercambios comunicativos; por primera vez se internalizan las normas básicas de comportamiento interpersonales. La familia es el grupo de referencia para el niño dentro de la sociedad, puede actuar como filtro de creencias y normas, así como núcleo comparativo para construir otras realidades sociales.

La familia aporta elementos de construcción a los individuos que viven en su seno, al menos en tres áreas: comportamientos sociales, aprendizajes básicos y sistemas de control del comportamiento.

La familia mantiene interacciones muy intensas e interesantes entre los miembros componentes de su grupo, relaciones y roles que cambian con el paso del tiempo y por el acontecer de los sucesos evolutivos.

La familia se encuentra sometida a la presión externa que dirige la acomodación a las instituciones sociales y a las conexiones sociales que relacionan a las instituciones.

Una familia es más que la suma de sus partes. El comportamiento de los padres afecta a los hijos, los que, a su vez, con su propio comportamiento, modifican el de sus padres y la relación marital entre ellos. Se sabe que la introducción de un tercer elemento familiar disloca un comportamiento habitual en los otros dos miembros. Las relaciones en la pareja de adultos que ejercen los roles de padre y madre pueden afectar al total de las relaciones familiares.

Las relaciones afectivas en los ambientes familiares el apego
El apego se define como el vínculo afectivo que contrae el niño con aquellas personas que le cuidan, protegen, dan seguridad e interactúan con él de forma privilegiada. Para ejercerla existe en la especie humana una adaptación hereditaria; desde la perspectiva etológica existe en el niño una orientación perceptiva preferente hacia los seres humanos, así como de un repertorio de comportamientos y señales que están encaminadas a conseguir la proximidad y el contacto con los que lo cuidan. El desarrollo de la vinculación de apego sigue los siguientes cuatro estadios cuyo orden es inalterable:
-El primero de ellos hace referencia a la orientación indiferenciada hacia todos los humanos (previo los 6 meses).
-El segundo estadio marca la diferencia esencial, el niño se orienta especialmente hacia una figura privilegiada, de forma que centra sus interacciones con esa persona y rechaza el contacto con desconocidos (entre 6 meses y el final del primer año).
-El tercer estadio se establece por la tendencia hacia la búsqueda de la Independencia y la extensión de la relación (comienzos del segundo año)
-En el cuarto estadio hay un incremento de las capacidades cognitivas, lo que favorece la posibilidad de alejamiento del niño de su cuidador reduciéndose la necesidad de proximidad y contacto.

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