El cáncer social de la corrupción en el Perú

El cáncer social de la corrupción en el Perú

Katteride Pérez Tapia

La corrupción es un fenómeno multidimensional y complejo, que está arraigado en nuestra sociedad, afectándonos tanto política y socialmente. Es por ello, que en este ensayo desarrollaremos el origen, causas y consecuencias de la corrupción sobre la sociedad peruana y la educación como factor clave para cambiar esta situación.

La corrupción ha reemergido como uno de los más grandes problemas peruanos, que está presente y enraizada desde hace décadas, perjudicando a todos y todas, en particular a las poblaciones vulnerables, a los pobladores que se encuentran en pobreza y pobreza extrema, debido a que, limita el pleno goce de sus derechos primordiales.  

La corrupción tiene su origen en la época colonial, desde aquel entonces existe prácticas que hasta ahora prevalecen y que impide que nos desarrollaremos socialmente.  

Entre sus causas tenemos, la falta de valor cívico en los ciudadanos peruanos y como consecuencia principal, es la inestabilidad política.  

Es por todo ello, que este problema forma parte de una aflicción nacional, ya que incide sobre las limitaciones de garantizar el bienestar colectivo y repercute sobre el patrimonio público de nuestra sociedad.

Finalmente, considero que la educación es un factor clave para erradicar de raíz este problema social, desprendiéndonos de las prácticas coloniales y enraizar en nosotros un imaginario de nación.

La corrupción como eje central de estudio es una enfermedad social en continua metamorfosis, es un conjunto de prácticas que no desaparecen y están tan arraigadas a nuestra sociedad, que evolucionan constantemente y de acuerdo a nuestra coyuntura se acrecienta o disminuye, afectando tanto individual como colectivamente. Este fenómeno a lo largo de la historia de nuestro país nos ha dañado considerablemente, convirtiéndose en un cáncer ya que poco a poco se ha ido arraigando en nuestra cultura, afectándonos en nuestro sano desarrollo social, económico, político y moral del país, además de perjudicar a nuestra justicia social.  

La corrupción es la acción y efecto de corromper, trastocar, variar, revolver la forma de algo. Es la utilización de medios en provecho, político, económico o de otra naturaleza, de los administradores o gestores. Como señala Galli (1996) la corrupción altera, varia o trastoca la forma de realidades morales o materiales. (p.214) Es decir, la corrupción esta presente cuando se viola activa o pasivamente un deber, con el objeto de obtener beneficios, transgrediendo el marco normativo.

Según Baena (2010), la corrupción es un fenómeno que engloba un ilimitado número de conductas, es decir es un término genérico que abarca el cohecho, el soborno, el nepotismo, la prevaricación, la captura del Estado, el tráfico de influencias, etc.

Por ello, la corrupción es un acto contra la ética del ciudadano constituyendo una mala costumbre, un vicio en el manejo de un bien común, provocando que minen los espacios de participación ciudadana y social, y la vigilancia frente al Estado, generando que se imposibilite el desarrollo sostenible de nuestro país, afianzando las desigualdades sociales, reproduciendo poder social en las clases dominantes.

La corrupción en el Perú tiene una larga data histórica, se remonta sus orígenes desde el siglo XVI, la etapa colonial, donde la corona española busco el control del poder de los conquistadores que se dividían el saqueo de la guerra, que estaba constituido no solo ´por plata y oro, sino también por las tierras de los indios, teniendo como rasgos esenciales el autoritarismo y el paternalismo. Urviola (2009), considera que la corrupción en países latinoamericanos pero sobre todo en el nuestro, se manifestó con la conquista española en 1532, en donde se observó que la clase política gobernante y dominante era corrupta, dejándonos como herencia a jefes, cúpulas militares, caudillistas, cúpulas religiosas y líderes que no son honestos, ni patriotas y mucho menos capaces.  

Ante ello Quiroz (2018) señala que este fenomeno se estudis, explica y analiza como la persistencia de las practicas tradicionales que nos dejaron como herencia colonial. Es decir, la sociedad peruana cultiva estas prácticas desde el pasado, sin embargo se convierten en depredadoras del futuro, de un desarrollo social sostenible.  

En efecto, desde la colonia, virreinato, república hasta nuestros días se constatan patrones comunes que favorecen a las prácticas de corrupción, en donde nuestro Estado es considerado un botín para conquistar y aprovechar, desarrollándose en la sociedad una mentalidad inmoral, con prácticas recurrentes de cohechos, tráfico de influencias, cohesiones e contrataciones, en donde, estos comportamientos son naturalizados y aceptados en la medida que estos sean aptos o útiles para alcanzar un provecho económico, social o político, en el cual se transgreden las leyes o normas sociales y morales.

Peña (2010) indica que las causas sociales de la corrupción que permiten su surgimiento y desarrollo son:

• Carencia o desaparición de valores en la sociedad, es decir, la ética profesional es dejado de lado para favorecer intereses propios o de terceros  
• Los factores y circunstancias de una sociedad subdesarrollada que afronta un periodo de crecimiento y de modernización. Esta es la coyuntura o realidad que atraviesa actualmente el Perú.
• Factores políticos y sociales de consistencia histórica, desde la época colonial, la sociedad peruana transgrede normas y leyes establecidas.  
• El sistema político autoritario, en donde la concentración de poder, recae sobre unos cuantos.
• Falta de una cultura de transparencia.
• La corrupción es asumida como parte de nuestra cultura, permitiendo una alta tolerancia hacia una cultura de la ilegalidad.  

La generalización y extensión de la corrupción ha generado graves efectos en la vida política, social, económica.

Políticamente, la inestabilidad política de los Estados se debe a la instauración de la corrupción en nuestro imaginario. Por otro lado, la corrupción debilita la confianza de los ciudadanos en el buen funcionamiento de nuestras instituciones, socava la legitimidad de los gobiernos, atentando contra la democracia representativa.

...