El impacto de la corrupción en México

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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas

Economía II

“El impacto de la corrupción en México”

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“El impacto de la corrupción en México”

Índice

Introducción        3

Desarrollo        4

¿Qué es la corrupción y de dónde surge?        4

Gobierno y corrupción        5

Una sociedad corrupta        7

Conclusión        8

Referencias        9

Introducción

En todo el mundo existe la corrupción y México por supuesto no es la excepción. En México la corrupción es un problema que afecta todos los espacios de nuestro entorno, generando problemas sociales, políticos y económicos que se reflejan como un impedimento para nuestro desarrollo como país.

Junto a otros factores, como la impunidad que actúa como un detonador, la ingobernabilidad, la mala calidad de la educación, el empleo mal remunerado y la creciente inseguridad, la corrupción es un problema que necesita ser combatido.

Desarrollo

¿Qué es la corrupción y de dónde surge?  

Como un vicio más entre nuestra corrompida sociedad  la corrupción se ha vuelto una actitud adquirida por millones de mexicanos, haciéndonos vivir con la popular frase de “El que no tranza no avanza”, pero ¿Qué es y en qué momento se introdujo a nuestra esencia como sociedad?

Definición.

Según la página oficial del Gobierno mexicano (Secretaría de la Función Pública, 2016), corrupción se define como el abuso del poder para beneficio propio. Puede clasificarse en corrupción a gran escala, menor y política, según la cantidad de fondos perdidos y el sector en el que se produzca.

Origen.

Muchos expertos en el tema e historiadores de nuestro país se remontan incluso a la época de la conquista, coinciden en que la corrupción en México inicia como una forma de empoderamiento ante la dominación de los pueblos, es decir, quien tenía el poder condicionaba alimentos y derechos.

Como ejemplo, se puede mencionar lo que Hernán Cortés hizo después de que la Corona Española prohibiera las encomiendas^[1]. El decidió aplicar este sistema incluso cuando las órdenes del Rey eran las opuestas, repartiendo el pueblo indio entre los miembros de su ejército. Para él, era claro que sin un establecimiento no habría conquista y si la tierra no era conquistada la población no podría ser controlada y sin control no habría riqueza.

Y la lista es larga desde entonces. Junto a la llegada de la época moderna llega también la mutación de la corrupción a como la conocemos actualmente. Y si bien esta práctica se realiza desde tiempos muy lejanos es ahora que parece crecer de manera alarmante. Como ejemplos, recientemente podemos mencionar los casos de los ex-gobernadores Javier y Cesar Duarte, Humberto Moreira, Roberto Borge y muchos más, logrando indignación y una sensación de hartazgo entre la sociedad mexicana.  

Gobierno y corrupción

Como ya se mencionó, México está viviendo una época de corrupción e impunidad que roza en lo irreal, donde a pesar de los “Combates contra la corrupción” de parte del gobierno federal desde hace ya algunos años, parece que es algo que, de momento, ha llegado para establecerse como el negocio perfecto.  

Y es que solo basta con echar un vistazo al “Índice de Percepción de la Corrupción Internacional 2016” presentado por Transparencia Internacional^[2], donde cabe mencionar que es el indicador de nivel de corrupción en el mundo más aceptado y citado en los estudios sobre este fenómeno.

En este estudio los países obtienen una calificación entre 0 y 100, donde 0 es altamente corrupto y 100 es muy limpio (ausencia de corrupción). Dichas calificaciones permiten crear un ranking mundial de la corrupción.

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Figura 1. Índice de Percepción de la Corrupción 2016.

En este ranking, México se encuentra en el lugar 123 de 176 con 30 puntos, donde en primer lugar se encuentra Nueva Zelanda con 90 puntos y en último lugar Somalia con 10 puntos.

El estudio “México: Anatomía de la Corrupción”, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en conjunto con el Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE), destaca los costos que se generan a través de la práctica de esta actividad. Mencionan que  “Identificar y cuantificar dichos costos es indispensable para conocer la dimensión del problema y diseñar políticas públicas adecuadas para su prevención y erradicación.”.

Costos económicos

• Inversión – Hasta 5% menor en países con mayor corrupción (FMI)
• Ingreso de las empresas – Pérdida de 5% de las ventas anuales (Ernst & Young)
• Piratería – Pérdida de 480 mil empleos al año (CEESP)
• Producto Interno Bruto – 2% del PIB (WEF), 9% (Banco de México, Banco Mundial y Forbes), 10% (CEESP)

Costos políticos

• Insatisfacción con la democracia:

• Sólo 37% apoya a la democracia
• Sólo 27% se encuentra satisfecho con la democracia (Latinobarómetro 2013)

• Crisis de representación:

• 91% no confía en partidos políticos
• 83% no confía en legisladores
• 80% no confía en instituciones del sistema judicial (Barómetro Global de la Corrupción, Transparencia Mexicana).

Costos sociales

• Bienestar: 14% del ingreso promedio anual de los hogares destinado a pagos extraoficiales (Transparencia Mexicana).
• Violencia: Existe una correlación positiva entre corrupción y niveles de violencia (Institute for Economics and Peace).

Un dato más que resulta alarmante es el porcentaje de delitos de corrupción que llegan a ser castigados con tan solo el 2%, lo que nos habla de otro problema que se genera a través de esta acción, la impunidad.

Una sociedad corrupta

El corrupto no nace, se hace.

La sociedad ha aprendido a vivir dentro de este sistema, no se puede decir que tenemos políticos corruptos y una sociedad honesta, si no que vivimos y coexistimos como uno solo, como una gigante y aterradora máquina de corrupción, impunidad e indiferencia.  

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