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El matrimonio como institución anticuada e innecesaria


Enviado por   •  12 de Mayo de 2019  •  Ensayos  •  2.002 Palabras (9 Páginas)  •  735 Visitas

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El matrimonio como institución anticuada e innecesaria

Resumen:

Hasta el día de hoy se han hecho diversas encuestas que arrojan resultados en los que se muestra la manera en la que han disminuido los casamientos tanto civiles como religiosos, y con esos datos se puede observar que actualmente la población no tiene al matrimonio como una prioridad. No obstante, sólo muestran el descenso que hay, sin mostrar las razones de porqué ocurre. Por lo que es importante saber qué es lo ha hecho que el número de matrimonios se reduzca y qué es lo que lo ha sustituido, pues claramente el matrimonio actualmente se considera como algo obsoleto.

Este ensayo está limitado al estudio en el país mexicano, aunque cabe aclarar que es una situación que se presenta en todo el mundo y cada vez con más frecuencia. Por lo cual es importante que se cambie la mentalidad de las personas con el fin de que la unión libre deje de verse como algo incorrecto.

Palabras clave:

Matrimonio, unión libre, anticuado, social, innecesario.

La sociedad mexicana, tiene un pensamiento machista arraigado, el cual, nos ha hecho adoptar la idea de que si una pareja no está casada, no puede vivir bajo el mismo techo, o bien, no puede consolidar una familia, sin embargo, a lo largo de los años, esta idea ha ido cambiando un poco, ya que las mujeres han adquirido derechos y libertades que las han hecho darse cuenta de que no se necesita de un hombre para poder salir adelante, por lo que el matrimonio ahora podemos considerarlo como una institución anticuada e innecesaria, pero, a pesar de ello, la unión libre sigue siendo motivo de crítica para las personas que la llevan a cabo, y esto es algo que se debe cambiar.

El principal motivo por el cual la sociedad dice que las personas debes casarse, es para formalizar la relación, ya que al momento de aceptar ser conyugues, están adquiriendo ciertas responsabilidades, aunque eso es totalmente falso, pues una relación puede ser formal y estable sin la necesidad de estar bajo el régimen del matrimonio, ya que no es necesario que el compromiso esté plasmado y firmado en un papel, sino, en los sentimientos y el convencimiento de que se desea estar unido a la otra persona.

Del mismo modo, se dice que es un ‘requisito’ para que la pareja pueda vivir bajo el mismo techo. Se piensa que de no ser así, se está teniendo una relación poco seria, o que simplemente es de prueba, la cual en cualquier momento se puede separar. Si bien esto podría tener algo de cierto, cabe mencionar que cuando una pareja (tanto en matrimonio como fuera de él) no está siendo funcional, y, por el contrario, está siendo motivo de daño para la misma, ambas personas tienen la libertad de alejarse/separarse de la otra con el fin de alcanzar su bienestar. Al momento de estar bajo un papel firmado, las cosas se vuelven más complicadas, pues además de tener que pagar el trámite del divorcio, es un proceso largo que podría traer ciertas consecuencias negativas después. Adicionado a esto, los bienes suelen repartirse y muchas veces no es de manera justa, ya que, por el simple hecho de haber estado casados, las pertenencias se dividen en raciones equivalentes, no importando si alguna de las dos partes produjo más que la otra mientras permanecieron juntos, por lo que podemos concluir que no es requerimiento para que la pareja pueda vivir bajo el mismo techo. Es así que Ojeda en su escrito Matrimonio y unión libre en la percepción de adolescentes mexicanos radicados en Tijuana manifiesta que la unión libre surgió como la primera parte del matrimonio, es decir, que comenzó siendo la “prueba” del matrimonio, el cual posteriormente se legalizaría y, en algunas ocasiones, se sacralizaría. Del mismo modo, presenta que en la actualidad no ha desaparecido el matrimonio civil, sin embargo, ha presentado cambios y disminuciones, mientras que el índice de casos de unión libre ha incrementado en las generaciones más jóvenes (2009). Dicho lo anterior, se puede decir que la unión libre cada vez es más común, y ha sido tanto su aumento que actualmente está sustituyendo al matrimonio legalizado y sacralizado.

Por otra parte, en caso de que la pareja esté esperando o ya tenga hijos, no debe considerarse como un motivo para que ésta tenga que consolidar su amor bajo un escrito. En caso de que haya sido un sucesor no deseado y la sociedad presione a los padres a que contraigan matrimonio, podría ser motivo de una futura mala relación, no sólo entre los procreadores, sino también entre ellos y el hijo. Si la pareja desea crear una familia con descendientes, tampoco se debe pensar que es necesario ser conyugues, ya que, como anteriormente se mencionó, esto no más que una especie de contrato, y no es ningún requisito para poder crearla, pues ésta va mucho más allá de un simple papel firmado por ambas partes, testigos y un juez. Robichaux en su ensayo Las uniones consensuales y la nupcialidad en Tlaxcala rural y México: un ensayo de interpretación cultural expone que aunque la sociedad mexicana engrandece a un único tipo de concepción de familias, es decir, las familias formadas por un matrimonio que son encabezadas por un hombre, existen familias que están compuestas por una pareja unida libremente, y algunas otras que son lideradas por una figura femenina (1997). Con lo antes mencionado, se puede inferir que una familia no necesariamente debe estar formada por un matrimonio, y que la sociedad se ha dado cuenta de que el modelo de familia que la sociedad muestra como ideal puede ser transformado sin dejar de ser el adecuado.

Por último, es importante mencionar que, en la sociedad actual, el matrimonio ha trascendido y no exactamente de manera beneficiosa, pues las costumbres e ideologías que se tienen (por lo menos en México), han hecho que más que un compromiso sentimental, este se haya convertido en un compromiso social, incluso Cabré dice que

poco importa que los datos estadísticos y la simple observación empírica demuestren que la gran mayoría de las parejas legalmente constituidas corresponden a modelos sociales predominantes, reuniendo a un hombre y a una mujer que, por sus características de edad, nivel de instrucción, extracción social, características socioeconómicas y otras variables, constituyen opciones recíprocas que podrían considerarse, desde una óptica racional, próximas al óptimo. (1993:14)

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