El tejido en la Sierra Ecuatoriana
David Hoyos ValarezoDocumentos de Investigación29 de Diciembre de 2018
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INTEGRANTES.-
Mayerli Yagual
Andrea Pacheco
Diogo Avilez
Andrés Velásquez C.
Andy Coronel
Jostin Caldeón
Jeico Velásquez R.
Cristian Miranda
Mauricio Torres
David Hoyos
1. EL TEJIDO Y EL ECUADOR
La historia del tejido ecuatoriano.
El tejer fue una de las labores ancestrales que más se desarrolló en nuestro actual territorio ecuatoriano, y las culturas precolombinas alcanzaron niveles muy elaborados de singular belleza. El arte de tejer es una de las primeras actividades en que las manos del hombre se ocupó, construyendo soluciones y logrando resultados. Cuando se teje se clarifican y recrean historias reactivando los mismos acontecimientos míticos que constituyen el origen de un grupo o etnia, y Ecuador no ha sido la excepción. [pic 2]
El tejido como relato social estudia la incidencia de los factores sociales, políticos y económicos más relevantes del Ecuador de la etapa colonial (1582) y a partir del movimiento indígena (1990) en el tejido artesanal de las localidades de Guano y Peguche; esos factores inciden en el relato que se manifiesta a través de los tejidos artesanales en cada uno de los períodos e influyen en el desarrollo local y consecuentemente en la vida de los artesanos. El tejido se ha constituido en una expresión artística y ha contribuido al desarrollo nacional, a local. A pesar de ello en la actualidad existen factores que inciden en los aspectos formales del tejido, en la vida del artesano y consecuentemente en el desarrollo local. La artesanía como parte de la cultura popular ecuatoriana se enfrenta a desafíos como la globalización, la dolarización, proyectos de modernización por lo tanto, requiere ajustarse a esta realidad buscando a través de las técnicas de producción maximizar su oferta. [pic 3]
2. EL TEJIDO EN LA SIERRA
Introducción al arte de tejer serrano.
Considerada la región más importante de Ecuador y llamada comúnmente la Sierra, es la más visitada de todo el país. Su gran diversidad natural y cultural abarca páramos, bosques nublados, lagos, volcanes activos, termas, mercados indígenas, ciudades, pueblos y haciendas coloniales, todos estos atributos tan solo reflejan la gran diversidad cultural que, desde tiempos de época precolombina, desde antes de los Incas [siglo XV], inclusive, han sido plasmados en el arte del tejido. Si bien actualmente este arte se está perdiendo, en regiones como el Oriente, y en este caso, la Sierra se niega a morir, pues una actividad como la del tejer refleja nuestras raíces, además de que ha acompañado a nuestros antepasados durante años y años, hoy en día tiene la misma vigencia, en cuanto a lo emocional y la facilidad de poder expresar, no solo nuestros sentimientos, sino también nuestras ideologías a través del tejido. Este arte está presente en diversas comunidades serranas.[pic 4][pic 5]
3. LUGARES Y PRODUCTOS TEXTILES PROPIAS DE LA SIERRA
El tejido en Otavalo.
Los indígenas otavaleños, considerados grandes artesanos, heredaron sus habilidades de sus antepasados. Ellos hallaron los patrones y modelos de sus tejidos, en las tumbas de sus ancestros, quienes elaboraban sus prendas en telares de madera y con lana de borrego. todas las prendas que utilizaban los taitas (padres) y las mamas (madres), en tiempos pasados, eran elaborados con sus manos. Todas las prendas como los ponchos, los pantalones, los anacos y hasta los sombreros eran elaborados con la lana de borrego en cashua (telar antes de la conquista).[pic 6]
Estos telares eran considerados de gran calidad por los españoles, los esclavizaron para que hicieran tejidos que compitieran con los que habían en Francia y los hallados en jeroglíficos de Egipto. Desconocemos cómo nuestros antepasados tenían estas habilidades y lo que se trata en la actualidad de mantener es su gran calidad.
Antiguamente, los tejedores tenían sus telares en el piso y se sentaban sobre una estera hecha de totora.
La elaboración de un poncho en estos telares, es más laboriosa y de mejor calidad. “Por eso la gente que actualmente se mantiene en este oficio se tarda aproximadamente un mes en hacer un poncho”. La lana de borrego que utilizan sigue siendo hilada a mano y es tinturada con tintes naturales. En la actualidad los telares también son de madera, pero fueron modernizados y los tejedores ya utilizan sillas. Ahora elaboran cuatro ponchos en una semana. Ponchos, cobijas, tapices, bufandas, fajas, camisas, chales y manteles, entre otras prendas, adornan los mercados artesanales del país, pero principalmente los de Quito y Otavalo En este último, todos los días, pero con mayor proporción los sábados, se pueden encontrar los tejidos en y alrededor de la Plaza de los Ponchos.[pic 7]
Aunque siguen produciendo y comercializando, actualmente enfrentan una dura realidad: cada vez son menos quienes se dedican al tejido artesanal, al manual; las máquinas han ganado espacio.
El tejido en Salasaca
En Tungurahua, este pueblo se dedica en gran parte a la elaboración de textiles. Los tejidos reflejan la cultura de vida de esta comunidad. Los tejidos de los salasacas se han vuelto parte de su historia y cultura. A 20 minutos de la vía Ambato-Baños, antes de llegar a Pelileo, está la plaza central de esta comunidad, en la cual se puede ver una variedad de artesanías en tejidos y en orfebrería. Su población son personas multifacéticas, puesto que no solo se dedican a una labor exclusivamente. Algunos habitantes creen que la tradición de realizar tejidos comenzó hace aproximadamente 70 años. Los diseños de los tapices son variados. Muchos plasman el día a día de la vida de un salasaka. Algunos de los diseños son de “la mama Tungurahua, las 3 chismosas, el danzante (típico de Salasaka), el inca danzante (más sencillo que el anterior), el calendario Inca, entre otros”. todos los esbozos de los tapices son una forma de comunicación. “A través de estos nosotros podemos aprender qué pasó en las épocas anteriores, no es un ‘dibujo’ cualquiera. Para poder colorear los tejidos se usan distintas plantas. Son 12 hierbas, pero que las más usadas son el cochinillo, el puma maqui y los culquis. Estas plantas usadas para darles matiz a los tejidos no son cultivadas sino que crecen en los páramos.
Todo el proceso de la elaboración de los textiles es realiza a mano. No hay ninguna máquina que ayude. Quienes aún se dedican a esta vocación lamentan que no aprecien el trabajo puesto en cada tejido. Dicen que, a pesar de que a veces no resulta, siguen trabajando en esto porque saben que hay turistas que sí le dan el valor que corresponde a cada textil.[pic 8]
La shigra, objeto textil serrano
Derrochan color y creatividad. Estas bolsas hechas de cabuya y de lana de borrego son producidas a mano por comunidades indígenas de Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo. Sin embargo, la tradición va desapareciendo poco a poco. Hasta hace 20 años, varias familias de este cantón de Cotopaxi elaboraban shigras. Ahora, se dedican principalmente a producir sogas y otros productos derivados de la planta de agave.
El proceso para la elaboración de las shigras involucra derivados naturales. La materia prima se obtiene de las hojas maduras de la cabuya (penco o agave). Estas son divididas en hebras largas y remojadas durante 15 días, para eliminar los residuos de pulpa.
Una vez que se ha hilado, se da color con tintes de origen vegetal o con anilina. En este punto, el material está listo para tejerse con aguja.
La shigra fue un objeto muy usado por las mujeres indígenas de la Sierra; como bolso personal, para llevar el ‘cucayo’, recoger capulí y conservar las semillas de maíz, fréjol y otros. El largo proceso para elaborarlas ha ocasionado que muchas personas abandonen este tejido y se popularice el uso de mochilas, sacos y carteras. [pic 9]
La popularidad de este bolso en el exterior ha motivado la creación de marcas como Las Lolas, que trabaja con los artesanos para crear diseños modernos y busca que esta tradición no desaparezca.
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Bordados Zuleta
Es otra habilidad de la población femenina de Tanguarín, surge por la carencia de fuentes de trabajo y por la necesidad de subsistencia.
Es un producto de consumo Nacional y de exportación, se exhiben en almacenes y en el mercado artesanal de Otavalo. Es un producto de buena calidad.Las ventas la realizan en la casa de las mismas artesanas en forma semanal en donde sus productos son entregados a los compradores de Otavalo.
La materia prima que es la lana de borrego se puede comprar hilada o por hacerlo, en caso de ser sacos de colores se puede teñir la lana con anilinas o comprarla ya colorada, luego se procede a la elaboración del saco de acuerdo a un modelo, talla, color, estilo del cliente.En la población de Zuleta y sus alrededores encontramos a las mujeres de la localidad cargando en su bolso, tela e hilos que serán juntados por sus manos diestras y las agujas, en distintas figuras y formas con diversos colores que resaltan a la mirada.[pic 11]
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