Ensayo La Sucursal Del Cielo

Mientras en la habana el gobierno negocia con las FARC sobre un imaginario término de la guerra en Colombia, y se plantea lograr algo similar con guerrillas como el ELN, debemos pensar primero que si se llegara en un futuro a firmar el cese al fuego definitivo y se resolviera por la vía política y democrática a esa tan anhelada “paz”, esta no sería tal vez la solución al fin del conflicto en nuestro país.

En capitales de Colombia como Bogotá, Medellín, Barranquilla y especialmente Cali se respira una ola de violencia tal vez más demoledora en comparación con los grupos guerrilleros que azotan nuestra nación. Por tal razón es una muy grave problemática social que “inunda de sangre” las calles de los barrios de las principales ciudades de Colombia.”

Dirigiéndonos directamente a la sucursal del cielo, capital de la salsa, realizadora de la mejor feria de Colombia y ahora ultimo capital deportiva de américa, o por lo menos así lo declaran los diferentes medios de comunicación de la región y el país. Vive una ola de violencia a causa de el gran número de homicidios que se registran diariamente en los barrios considerados por la policía como zonas rojas, que muestra su crudeza en cuanto a los elevados registros de sicariatos y riñas callejeras que se presentan. Se puede tomar como ejemplo 57 asesinatos que se registraron en el año 2012 tan solo en cuatro fines de semana (página web, periódico el país), cifra escandalosa que nos lleva pensar lo letal que puede llegar a ser la cuestionable situación que enfrenta la ciudad en los últimos años.

Pero se debe empezar por analizar el núcleo del problema, desempleo, consumo de drogas, deserción escolar, violencia familiar entre muchos otros, sean las causas de este dilema. Y lo perjudicial que puede llegar a ser no aconsejar y apoyar a estos niños vulnerables que a medida que crecen encuentran como escapatoria actividades delictivas que le brinden dinero fácil.

Actualmente la ciudad se ha convirtió en el escondite y sitio de operación de bandas importantes como lo son Urabeños y Rastrojos. Que han visto de nuestra ciudad un lugar acogedor para sus actos delictivos gracias a la gran cantidad de zonas marginadas de dificultoso acceso y de poca presencia policial. Ello permite que los jóvenes con características mencionadas anteriormente sean vulnerables a estos grupos, los cual hace que se integren fácilmente y se conviertan en el escudo de los jefes.

Según información de RCN noticias el microtráfico, la guerra de pandillas y las venganzas personales, están detrás de la violencia en Cali. Que en agosto de 2013 año anterior, 1.134 personas habían sido asesinadas hasta ese entonces. Cifra que se elevó al final del año con más de 1900 homicidios.

En Cali parece que conseguir un arma de fuego es tan fácil como pedir prestado un lapicero o comprar un par de medias pues en todas partes de encuentra. Y esto se argumenta con el 84% de los 1900 crímenes cometidos con armas de fuego el año anterior.

Así lo explica la fuente consultada que “El 34 por ciento de asesinatos obedecen a venganzas sicariales y un 36 por cierto son muertos por riñas”, denuncia el general Fabio Castañeda, comandante de la Policía Metropolitana de Cali”.

Los jóvenes son los que principalmente son asesinados. El 64% de las víctimas corresponden a personas menores de 30 años. La mayoría de estos jóvenes no han tenido buenas oportunidades de educación y de empleo, y es de lógico esperar que se torne más dificultoso que una persona con alta vulnerabilidad no opte por cometer delitos.

Y es que se cree que con cámaras de seguridad, toques de queda, plan desarme y entre otras actividades que ha implementado la alcaldía para controlar esta problemática va a ser la solución.

¿La paz es posible?

Pese a la problemática, instituciones no gubernamentales, han intentado atacar las causas pero es algo que no es a corto plazo requiere de mucho esfuerzo y que nuestros gobernantes posteriores sean más comprometidos con el pueblo. Tal vez si se acabara la guerra con las guerrillas los recursos que antes eran destinados a invertir en armas y en todo lo que cuesta el conflicto, esos recursos por fin mejor sean destinados para el desarrollo social, cultural, deportivo, y educativo que sin necesitar de ser vidente o profeta esa si sería la solución para desempuñar las armar y vivir en esa Colombia que todos soñamos una país libre de guerra y llena de Paz.

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