Ensayo Sobre La Influencia
mikeplaza30 de Enero de 2012
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POST-GRADO
EXTENSIÓN NUEVA ESPARTA
Resumen (Ensayo)
ENSAYO SOBRE INFLUENCIA DEL ENTORNO DENTRO DEL SISTEMA Y LA ORGANIZACIÓN EDUCATIVA
Integrantes:
Licdo. Luís Marín
Fecha de entrega: 27/01/2012
Profesor tutor:
Boca de rio, 27 de Enero
La escuela es una organización específicamente educativa, con unas características propias, se cree que es bastante lógico enmarcar a la escuela como organización, aunque se reconoce (March, 2000), que la organización de centros educativos puede considerarse desde posturas empresariales como parásito organizativo, por su tendencia a tomar prestadas teorías y prácticas de otras ciencias, aunque es obvio que las organizaciones educativas no son sino un tipo específico de organización.
Si organización es una “unidad social creada con la intención de alcanzar unas metas especificas” (Muñoz y Román), la escuela se enmarca en las organizaciones sociales en general. La escuela tiene unos fines o metas claramente determinados por la sociedad que le encomienda la educación de sus hijos. Los hace explícito la Constitución de la República de Venezuela del 1999, Las Leyes Orgánicas (LOE, 2008; LOPNA, 2002, CEPNA, 2004; MDPPE, 2000) y demás decretos que regulan la vida escolar de cada nación.
Por otra parte la escuela posee los elementos constituyentes de una organización:
Está formada por individuos: alumnos, profesores, administrativos. Se habla de comunidad educativa.
Orientada hacia fines y objetivos: desde los comunes instructivos a otros de tipo religioso, o ideológico.
Posee funciones diferentes que le asigna el Ministerio del Poder Popular para la Educación en la que está enmarcada o el grupo social que la creó.
Coordinación racional intencionada, que ha llegado a un alto grado de complejidad y jerarquización.
Continuidad en el tiempo; desde los primeros documentos escritos hay referencias de la escuela y son producto de ella. Es quizá la escuela la organización formal más primitiva.
Las escuelas tienen otras características específicas que las hacen diferenciarse de los demás tipos de organizaciones. Muchas de esas características vienen dadas por los aspectos normativos, por la edad de sus usuarios, por el contexto en el que se desenvuelven y por los fines que persiguen.
Gairín señala entre ellas:
Indefinición de metas, por la variedad de ellas y la falta de priorización
Naturaleza de las metas, difícilmente categorizables y complejas, por los valores que subyacen y el poco interés por innovar e investigar. Señalamos, recogido de Dalin, su naturaleza “doméstica” y su “profesionalismo”.
Ambigüedad de las tecnologías, al depender sus actividades de circunstancias derivadas de la particularidad individual.
Falta de preparación técnica, derivada de su complejidad y de la imposibilidad de tener un modelo único de profesor, por lo tanto de no poder caracterizar sus actuaciones, que hacen que se mueva en la ambigüedad y con mucha flexibilidad.
Debilidad del sistema, derivada de las propuestas de Weick, y Meyer y Rowan entre otros, que contraponen estructuras y metas estableciendo relaciones sutiles, no necesariamente estables, entre los componentes del sistema.
Vulnerabilidad o debilidad, debida tanto a factores externos como internos, por su carácter abierto ya que recibe los impulsos y la cultura de la realidad social o económica en la que se inserta.
Entre las características que definen las escuelas como organizaciones diferenciadas, hemos de notar también las que han ido elaborándose a través del tiempo y las que se le han adquirido en la última etapa, la más configuradora de los centros educativos como organizaciones específicas.
Funciones de guarda y custodia de los alumnos desde edades muy tempranas hasta la adultez. Uno de los efectos perversos achacados a la Reforma Ley LOPNA y CEPNA, al aumentar la edad de escolarización obligatoria, es más económico tener a los alumnos en la escuela que en la calle o en las cárceles.
Funciones instructiva, ya que en los centros los alumnos aprenden los saberes necesarios para su vida adulta.
Funciones formativa, para que los alumnos desarrollen sus potencialidades personales de forma aceptables socialmente.
Funciones socializadora, ya que como grupo secundario la escuela integra a los componentes de la sociedad en los grupos.
Funciones acreditadoras y legitimadoras de los conocimientos adquiridos.
Desarrollo de su propio aprendizaje como organización, integrando sus tradiciones y valores con las nuevas propuestas y necesidades.
Colaboración con la comunidad en la que se inserta el centro para poder responder a las necesidades y expectativas que le vayan llegando.
Generadoras de valor añadido en las personas y en el entorno en el que se insertan.
Posibilidad de múltiples formas y modelos de escuela, en función de las necesidades a las que respondan.
A partir de los referentes que se señalan en el desarrollo de la reflexión, esto es, la formación para el ejercicio de la ciudadanía plena tanto en la perspectiva global como en la local, la difusión y apropiación de los valores modernos, los derechos humanos de primera, segunda y tercera generación, ética civil, convivencia, cooperación, tolerancia y participación, se quiere dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué cambios socioculturales se necesitan para construir un mundo más humano, más solidario, más justo y más responsable tanto en los niveles macro y micro?.
Es importante resaltar el reencuentro en el marco del análisis con la obra de Paulo Freire, que no sólo estimula el desarrollo de este ejercicio sino que, además, marca un camino definitivo en el futuro de la práctica pedagógica por cuanto hace constante la preocupación acerca del sentido del conocimiento con el que se trabaja (Cajiao, 2004). Ante la necesidad, o mejor, la posibilidad de superar el problema de la despolitización de la educación, se plantea entonces que ciertos cambios de tipo sociocultural permitirían la transformación de un simple entrenamiento en una pedagogía crítica, radical y liberadora.
Pero Owen reconoce la dificultad de que las estructuras formales eliminen las corrientes y las interacciones informales en los centros. Por ello cree que se establecen diferencias sustantivas entre el organigrama formal de cada centro y el funcionamiento real del mismo. Así el director puede mandar a un profesor determinadas tareas, pero éste, si no son de su agrado, puede enfrentársele y ser apoyado por un grupo de profesores. La complejidad de la formalización de los centros también tiene que ver con su cultura, con sus tradiciones y con el contexto.
Ciscara y Uría añaden a esta visión sistémica la idea de que la escuela es además un subsistema dentro de otra serie de sistemas en el que el más amplio o supra sistema lo formarían la filosofía de la vida, las finalidades educacionales y el ordenamiento jurídico. En los sistemas sociales existen subsistemas del mismo nivel que el educativo, como el sanitario, el de transportes, el de seguridad entre otros. Como subsistemas del sistema educativo general tenemos el centro educativo y el aula en el que existen subsistemas como el trabajo, la enseñanza, personas, departamentos. Entendida la escuela como sistema existen multitud de representaciones gráficas de la misma.
Todas las organizaciones intentan ser operativas, por lo que su constitución determina esa operatividad y es uno de los factores más destacados en su funcionamiento. La forma que tenga una organización determina prioridades, subordinaciones y criterios de decisión que se traducen en transmisión de estilos y valores. Para Galbraith la forma de una organización es una expresión de compromiso entre unos modos de hacer y unos juicios de valor previos. Aunque existen unos modelos estándar de configuración de las organizaciones, existen otros muchos factores que determinan sus peculiaridades específicas. Sin embargo, Minzberg afirma que la mayoría de las organizaciones contemporáneas no relacionan la estructura de la organización con su funcionamiento.
Lawrence y Lorsch dentro de la Teoría de la Contingencia, hablan de la composición por diferenciación e integración. La primera se refiere a la disgregación de quehaceres en la organización para poderlos asignar a personas distintas; la segunda a un agrupamiento de desempeños, para poder realizar lo que efectivamente pretende la organización. Aplicación a las organizaciones los conceptos de diferenciación y de integración recogiéndolos de la tradición racional Taylorista y Fayolista. La primera, diferenciación, se refiere a los diferentes ambientes y relaciones que pueden existir en cada una de las unidades funcionales de la organización; la segunda, integración se define como “la cualidad del estado de colaboración que existe entre departamentos en los que se quiere realizar la unidad de esfuerzo que el ambiente requiere” (Lawrence y Lorsch). Subrayan cómo los teóricos pusieron el acento en lograr la integración en la organización, como colaboración, aun cuando no la entienden así.
Las funciones
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