Ensayo Sobre La Situacion De Los Nule
hectorrr153 de Junio de 2012
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ENSAYO
INTRODUCCION
Suben como palma y bajan como coco
Es una de las premisas que vemos a diario en la humanidad y no acabamos de aprender con los espejos que nos da la vida, ahora les toco a un grupo de estudiosos y hábiles empresarios “los Nule” que de un momento a otro tuvieron la oportunidad y la visión para hacer dinero a través del trabajo honesto, dedicación y persistencia, logrando en un tiempo record de 10 años formar la mayor fortuna que haya podido hacer una empresa en nuestro país en tan corto tiempo con base en el trabajo legal, pero fue la ambición que a todos nos acompaña la que segó los alcances de transformación que hace el dinero a las personas lo que los hizo fracasar en el sostenimiento de sus riquezas, acompañado de la vil tiranía de unos pocos mandatarios de nuestro país que no permiten, que alguien más entre en su sistema de poder y se encizañan con los que allí se acercan (Los Nule, David Murcia), para quitarles su fortuna so pretexto de ilegalidad o corrupción, la cual sería discutible por cuanto son los funcionarios públicos que vuelven ilegal lo que se quiere hacer legal exigiendo prebendas o parte de las utilidades de los diferentes negocios que se quieren contratar. Es a ellos y solo a ellos a quienes se debe castigar por cuanto a las deudas o incumplimientos que pueden ser ocasionados por fuerza mayor, estos si se pueden subsanar pero lo que no se subsana es la mente de los funcionarios corruptos que destruyen la armonía de este país.
COMO SURGIERON LOS NULE
Guido Nule Marino, barranquillero de 31 años, administrador de empresas, de la universidad Javeriana de Bogotá, hijo del ex ministro de Minas Guido Nule Amín. Junto con sus primos, Manuel y Miguel Nule Velilla, tienen 34 y 37 años, son ingenieros civiles de la Universidad de los Andes y nacieron en Tolú, Sucre. Ellos son hijos de Miguel Nule Amín, ganadero de Sincelejo, ex gobernador de Sucre por el Nuevo Liberalismo y tres veces concejal de Barranquilla. A esta ciudad llegaron hace muchos años del Líbano, sus abuelos paternos, Miguel Elías Nule y Juana Matilde Amín, quien a sus 93 años todavía es la persona con la cual toman la mayoría de las decisiones.
La historia de estos tres jóvenes empresarios comenzó hace 14 años en Sincelejo. Allí fundaron en 1992, con plata prestada de sus padres, la empresa MNV, una firma de ingeniería civil con la que comenzaron construyendo redes de gas natural domiciliario en la Costa. A través de pequeños contratos para Surtigas, construyeron unos 1.000 kilómetros de redes en los departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar. Poco a poco fueron ampliando su experiencia con la construcción de vías, acueductos y viviendas de interés social.
En 1998, por razones de seguridad y en busca de mayores oportunidades de crecimiento, se trasladaron a Bogotá, en donde empezaron a realizar obras para el Distrito y el Instituto Nacional de Vías. Con el apoyo de uno de los mayores constructores de la Costa Atlántica, Horacio Mendoza, hicieron la ciclorruta de Fontibón. Después construyeron varios puentes peatonales, 40 vías urbanas y 25 parques regionales. "El negocio de la construcción era muy engorroso y no dejaba muchas utilidades.
A la cabeza de este jugoso proyecto está Guido Nule Marino, ha construido en tiempo récord un conjunto de empresas que factura más de 50.000 millones de pesos al año. Son dueños de MNV y Gas Kpital, compañías que participan con el 25 por ciento de la sociedad que se ganó la concesión de la doble calzada.
Las cosas mejoraron cuando se metieron a la construcción de redes de distribución para la compañía española Gas Natural, a través de Gas Kapital. Esta empresa, fundada a finales de 1998, fue el negocio que aceleró la expansión de los Nule en Bogotá. Bajo la dirección de Guido, Gas Kapital multiplicó su facturación en apenas un año. Una empresa que pasó de vender 350 millones de pesos en 2000 a 12.000 millones en 2002. La relación con los españoles los llevó a Rio de Janeiro, en donde montaron una filial para extender las redes en esa ciudad. Aprovechando la experiencia y la infraestructura adquirida en los proyectos de gas domiciliario, a finales de 2002 consiguieron un contrato con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá por un valor cercano a los 60.000 millones de pesos. El consorcio Aguas Capital, del que hace parte Gas Kpital, es el encargado de atender los clientes del acueducto en el norte de la ciudad.
El gran salto a la fama ocurrió cuando se metieron en otro negocio, el de las concesiones viales, el Instituto Nacional de Concesiones (Inco) adjudicó una de las obras más grandes y atractivas de los últimos años: la construcción de una doble calzada entre Bogotá y Girardot, el mega proyecto vial más importante del país en el 2004, El proceso estuvo rodeado de duras controversias. Los dos proponentes con mayor opción de ganar la licitación se acusaron mutuamente de no tener la experiencia necesaria para la construcción de túneles, un requisito clave del proyecto. Por este motivo, el Consorcio Vial del Sumapaz, que había presentado la propuesta económica más baja, fue finalmente descartado. Los ganadores, la Sociedad Futura Concesión Autopista Bogotá-Girardot, se hicieron así a un de 882.000 millones de pesos.
Una de las estrategias que les han permitido a los Nule ganarse contratos de esta envergadura son las alianzas con socios extranjeros. Para el proyecto de la doble calzada trajeron como asistente técnico de la obra a Condux, filial del grupo mexicano Protexa, reconocido en su país por ser el mayor constructor de plataformas, petroleras marinas.
Otro de los integrantes de la sociedad a la que se le adjudicó el proyecto de la doble calzada, con 25 por ciento de participación, es Alejandro Char. Hijo del senador y ex gobernador del Atlántico Fuad Char, este barranquillero de 38 años se ha convertido en uno de los principales constructores de la Costa. Es cuñado de Guido Nule Marino y, según las cifras de la propuesta presentada al Inco en la licitación, el socio con mayor respaldo patrimonial.
Quien aporta la mayor experiencia en la consecución de fondos para el proyecto, según Nule Marino, es la firma de ingenieros Vergel y castellano.
Esta compañía, creada en Cúcuta hace 15 años, participo en la concesión de una de las obras de TransMilenio en Bogotá, para lo cual debió convencer a los bancos de que pusieran casi 94.000 millones de pesos. El quinto socio en la construcción de la doble calzada es la firma cartagenera Álvarez y Collins, que con más de 25 años de trayectoria ha desarrollado distintos proyectos viales en la Costa Atlántica.
Son jóvenes, millonarios y talentosos. En tiempo récord han construido un conjunto de más de 30 empresas que facturan más de 200 millones de dólares anuales, emplean a unos 5.000 trabajadores, están presentes en varios países de América Latina y tienen en su hoja de vida más de 2.000 obras de infraestructura dentro y fuera de Colombia. Son los Nule, una nueva generación de empresarios costeños que se convirtió en un flamante negocio economico.
Por primera vez en toda la historia de Colombia, que la calificadora de riesgo Duffs & Phelps catalogara como Triple A (la calificación máxima que existe) los bonos de un proyecto de concesión antes de que éste comenzara. Fue tal el éxito de esos bonos que recibieron ofertas por casi medio billón de pesos, tres veces más de lo que necesitaban para hacer el cierre financiero del proyecto.
Los Nule están en todo: acueductos, empresas de energía, gas domiciliario y concesiones viales. Y tenían pendiente el Canal de Panamá, el tercer canal de televisión privada y la vía Commsa.
Brasil les dio a los Nule experiencia internacional, capacidad financiera y cancha en otros países. Pero sobre todo, les dio caja. Y eso lo usaron para incursionar en otro negocio: el mercado de los servicios públicos. A través del consorcio Aguas Kapital, consiguieron a finales de 2002 un contrato con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá por un valor cercano a los 60.000 millones de pesos para atender los clientes del norte de la ciudad. La tarea era operar toda la red de distribución de acueducto en esa zona: lectura, visitas, atención de daños, cortes, reconexiones, peticiones, quejas y reclamos. En una palabra, gestionar todas las inversiones que el acueducto hiciera en esa zona y encargarse de disminuir las pérdidas de agua.
Ese fue el primer pulso que tuvieron con empresas de categoría mundial como Aguas de Barcelona, a la que le ganaron la licitación de la zona norte. Como gestores de las otras zonas fueron elegidas firmas del tamaño de Empresas Públicas de Medellín y Aguas Azul, de Roma, lo que los puso a jugar en otras ligas diferentes.
La experiencia que adquirieron en Aguas Kapital les sirvió para entender que, más allá de buscar contratos de construcción muy puntuales, lo que debían era concentrarse en otro negocio, las concesiones. Descubrieron que tenían que buscar contratos de largo plazo que les dieran solidez y la posibilidad de asumir la gerencia de sus propios proyectos. Con esa idea en mente nació Aguas del Alto Magdalena. Es la concesión del acueducto y alcantarillado de los municipios de Tocaima y Agua de Dios. Aunque pequeña, fue una decisión estratégica que les sirvió para pasar de gestores a operadores, toda vez que tienen a su cargo el recaudo.
Cambio de frente
En medio de tanta carretera, acueductos y redes de gas, los Nule se interesaron por
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