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¿Es la llamada “generación de cristal” realmente tan frágil?

Abigail MarcosEnsayo23 de Febrero de 2022

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Universidad Nacional Autónoma de México

Colegio de Ciencias y Humanidades

Plantel Azcapotzalco

 

Taller De Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental III

 

Profesor: Pedro Hesiquio García Pizarro

 

Proyecto Estudiantil de Ensayo

 

¿Es la llamada “generación de cristal” realmente tan frágil?

 

 

Alumna: Silvia Abigail Marcos Trejo.

Matrícula: 321260022

Durante los últimos meses, principalmente en las redes sociales, se ha estado viralizando un término con el que se engloba a toda una generación; la generación Z. Suelen referirse a ellos como “cristales”, “frágiles” y “vulnerables”. Estos adjetivos hacen molestar a dicha generación, ya que, al parecer, todo nos afecta o rompe como cristales.  Aquí es donde surge la pregunta ¿Nosotros somos cristales o las generaciones pasadas son los verdaderos frágiles?, ¿Yo que hablo por mi generación soy la débil, o los son mis abuelos al callar todo lo que nunca pudieron expresar?

Para comenzar, ¿Quiénes son la generación Z? Bueno, según la fuente de consulta puede variar, sin embargo, nos basaremos en lo que dice Pew Reserch Center: Dimock (2019) nos dice que, la generación Z es aquella que engloba a las personas nacidas después de 1997, es decir, en su mayoría adolescentes y adultos jóvenes, quienes fueron criados por la generación X; una generación que tuvo crisis económica y carencias, por lo que, trataron de darle una mejor vida a sus hijos.

Entonces, se nos empezó a llamar cristales porque fuimos los que comenzamos a popularizar movimientos sociales como el de la comunidad LGBTIQA+, el feminismo, el movimiento contra el cambio climático, Black Lives Matter, entre otros. Todos estos movimientos, requieren y requirieron de una lucha, de un dialogo, manifestaciones y hacerse notar. Somos juzgados como “la generación que no aguanta nada” pero, desde mi opinión creo que no tenemos miedo, tenemos el valor de hablar de lo que no nos parece correcto, para formar un mundo mucho más armonioso. Hemos intentado ser tomados en cuenta mediante platicas y diálogos, pero al ser jóvenes, pasamos desapercibidos. Hemos notado que entre más hablemos y hagamos, verdaderamente nos tomarán en cuenta. Ya que no es solamente una lucha individual, es colectiva.

Esto, para las anteriores generaciones se convierte en un verdadero terror ya que, según ellos, normalizamos lo incorrecto, y cada vez deformamos más los valores, creencias y tradiciones. Y es entendible, pues crecieron con otros principios y valores, con la mente más cerrada y con estereotipos muy marcados. Sin embargo, no cuesta nada ser empáticos y, en lugar de juzgar, analizar. En vez de agredir, aceptar o ignorar. Porque estas personas que han sido oprimidas toda su vida y no tienen por qué seguir escondiéndose.

Obviamente, los cambios que queremos hacer no parecen, pues, las nuevas ideas que estos movimientos buscan introducir van en contra de sus ideales, por lo tanto, se niegan usando argumentos como: “antes a nadie le importaba eso”, “ustedes solo quieren llamar la atención”, “se ofenden por todo” o “son demasiado sensibles”, por mencionar algunos. Sin embargo, el que antes nadie hablara de ello es el principal problema, es por quedarse callados que hasta hoy en día esos problemas siguen pasando. Por ese motivo, dentro de este ensayo, se busca que se comprenda que no somos de cristal, sino que somos una generación en busca del cambio y la evolución del pensamiento.

Lo natural en el ser humano es cuestionarse, cambiar, crear. Entonces, ¿por qué tenemos que regirnos bajo lo que alguien más planteó solo “porque así son las cosas” o “el mundo no va a cambiar”? Es mejor investigar, plantear y de ser necesario reconstruir tu pensamiento. Por lo tanto, en este ensayo también se hablará del por qué las metas de todos estos movimientos son acertadas y que no tiene nada de malo cambiar tu forma de pensar, preguntarte si lo que crees es realmente correcto y si no es así, corregirlo.

Se tocarán puntos de valores y educación desde el centro familiar, como la empatía, respeto, responsabilidad, identidad, entre otros. Así mismo, la libertad en diferentes escenarios y como la sociedad se ha estado adoptando a algunos de los cambios que se han planteado. Lamentablemente, también se tocarán los casos en que se ha tomado como objeto de burla a las personas que se han manifestado ya sea pacíficamente o no y el por qué fue erróneo haberlo hecho.

Para comenzar, ahora que sabemos por qué nos llaman cristales, podemos defender que no lo somos, ¿cómo? Invitando a una reflexión a partir de saber qué motivó el inicio de cada uno los movimientos y los cambios que buscan hacer.

COMUNIDAD LGBTIQA+

Un tema bastante polémico en su tiempo, siendo visto como atroz e indebido, es así como vivieron las personas que salían de lo heteronormativo. Se solían tratar como raros, enfermos mentales o personas confundidas, traumadas o hasta abusadas, ¿por qué?, pues simplemente por amar a alguien, por sentirte mejor vistiéndose o actuando de fuera de lo que los estereotipos marcaban, por tener los genitales diferentes a lo común, y, en general por ser o actuar fuera de lo común.

Las siglas de la comunidad vienen de diferentes términos:

  • L – Lesbianas
  • G – Gays
  • B – Bisexuales
  • T – Trans
  • I – Intersexual
  • Q – Queer
  • A – Asexual
  • “+” - que se refiere a todas aquellas identidades u orientaciones que no han sido incluidas en las anteriores siglas.

Como podemos ver, ninguna de ellas está relacionada con lo que estamos acostumbrados a ver como “normal”, y he aquí el problema, desde pequeños se nos ha inculcado que una relación debe ser entre hombre y mujer y absolutamente todo lo demás está mal. Ya sea por cuestiones religiosas o “naturales”. La palabra normal puede ser muy subjetiva, aprovechándose de esto, las marchas que hace esta comunidad en el denominado “pride” (orgullo), sirven para, justamente, poder decir orgullosamente “soy gay, bisexual, queer, etc.”, y que la misma sociedad lo vaya aceptando y viendo como algo normal, no solo “el bichito raro” como se creía antes.

Analizando lo dicho en el artículo “Una aproximación histórico-social a la evolución de los derechos de la comunidad LGBTI+” (2019), antes no era mal visto salir de lo heteronormado, no fue sino hasta que la iglesia tomó un papel muy importante en la sociedad que se comenzó a perseguir a todo aquello que dañara el modelo tradicional cristiano, por lo que a los homosexuales se les encasillo con otros “pecados” y eran penados y juzgados. Todos buscaban el modelo familiar aprobado por la iglesia, dejando de lado y castigando a los que no. Esto se siguió y siguió normalizando, para luego mezclarse con el machismo y los pocos avances en psicología, creando una opresión terrible hacia la comunidad.

Hoy en día, con la lucha constante de la comunidad y de otros movimientos sociales como el feminismo, se busca eliminar el machismo. Muchos de nosotros lo tenemos arraigado pues en general, crecimos en una sociedad machista, lo podemos ver cuando es tan común usar términos ofensivos para la comunidad como “joto” o “puto” y la gente no suele decir nada. Es un poco difícil lidiar con personas de pensamiento cerrado que en cuanto los afectas, te agreden, por ejemplo, durante los mundiales gritaban una palabra que si bien, no se refería a ello, por el origen y contexto se podría interpretar y hacer sentir mal a alguien, muchos fanáticos del fútbol se ofendieron porque les pidieron no decirla, es decir, no insultar ¿un poco absurdo, no es así?

También, por más que la gente diga que sólo buscan etiquetarse o que son exageraciones, no es así, se van buscando nuevos términos para lo que necesite la misma comunidad, como es el caso de las personas no binarie. Para partir, debemos separar lo que tenemos definido como “sexo” de lo que definimos como “género”. Según la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres: “El sexo se refiere a las características biológicas y fisiológicas que definen al hombre y a la mujer. El género determina lo que se espera, se permite y se valora de una persona en un contexto determinado.” (CONAVIM, 2016) Esto quiere decir que el género se ve definido por la sociedad y el rol que quieren que tomes, aun así, mucha gente no comprende el porqué de los géneros no binarios o cosas que salgan del binarismo de género.

Me gustaría explicarlo con un ejemplo que, aunque es bastante conocido, nos puede ayudar a comprender: “El color naranja ha existido desde siempre, sin embargo, en la antigüedad las personas no podían identificarlo. Solían llamarlo “amarillo rojizo” o “rojo amarillento”, y no fue sino hasta mediados del siglo XVI cuando la industria textil le dio un nombre venido de la fruta. Las personas suelen decir que es algo que recién nos inventamos cuando no es así, las personas no binarias siempre han existido, simplemente que ahora tenemos palabras con las que las definimos. Antes decían “hombre femenino”, mujer masculina”, así como “amarillo rojizo” y “rojo amarillento”, pero luego descubrimos que podíamos llamarlo naranja.”

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