Evolución de la democracia y ciudadanía

DEMOCRACIA Y CIUDADANÍA

Los conceptos de ciudadanía y democracia se han venido consolidando a partir de distintas etapas y épocas de la historia de la humanidad, en las que a través de diferentes movimientos, interpretaciones e incluso reformas, se han concebido dichos términos de manera diferente, y por ende, llevado a la práctica social de acuerdo a la vertiente establecida en el momento. Es por ello que en el presente escrito se abordará someramente la evolución que ha tenido la practicidad del sistema democrático, y a su vez, la constitución de un ciudadano como tal. Además de mencionar la crisis que vivimos en nuestra actual República Democrática y la importancia que tiene nuestro papel como futuros docentes en la formación de ciudadanos que participen activamente en la sociedad.

Evolución de los conceptos base

Grecia clásica. El origen de la democracia y ciudadanía se encuentra ubicado en esta etapa, la cual se caracterizó por presentar dos modelos, el ateniense y el espartano. El primero de ellos desarrolló la idea de demos (pueblo) y participación ciudadana, lo cual implicaba que los gobernantes ejercían un sistema jerárquico no autoritario, y en la toma de decisiones se tenía en cuenta a cierta parte de la población, la cual era considerada como ciudadanos al cumplir con ciertos requisitos (no ser esclavo, tener estudios militares, ser de clase social alta e hijo de atenienses). Por otro lado, en Esparta existía una timocracia, es decir un sistema mixto que engloba las clases censitarias y la aristocracia; aunque ya no existieran dos reyes, las personas que constituían la gran élite eran quienes mandaban y tenían autoridad en la Asamblea y Consejo de ancianos, además de esto, no había gran funcionalidad en la convivencia ciudadana ya que para los espartanos nada estaba por encima de la guerra, quedando relegada la formación intelectual.

Contrastando ambos modelos, podemos comprender el por qué de la mayoría de los pensadores y escritores filosóficos que abordaron temas democráticos, eran nacidos en Atenas y no en Esparta. Aristóteles y Platón son personajes que destacan en las publicaciones de principios ciudadanos que incluso permanecen influenciando en nuestros días.

Roma. El modelo de dicha civilización, presentó gran dinamismo, evolucionando en distintas fases, tal como menciona Horrach (2009):

Cayo amplió la ciudadanía a los latinos que vivían en la misma península itálica o en las colonias. Posteriormente, el general Mario, nombrado cónsul el año 105 a.C., lleva a cabo una extensión de la ciudadanía a todos los miembros del ejército, que eran de procedencias muy diversas. Después de una sublevación del año 90, la condición de ciudadanía fue ampliada a todos los pueblos itálicos (p.6).

Por lo que se puede ver, los romanos vivieron varios cambios en los conceptos de lo que era una República Democrática, en la que al mismo tiempo había ocasiones en las que no todos podían ejercer su derecho al voto, sin embargo, pese a lo anterior, en algún momento se permitió tanto a algunos esclavos conseguir la condición de ciudadano, como a los individuos pertenecientes a las tierras que eran conquistadas por el imperio. Cabe mencionar que la condición de ciudadanía llevaba consigo asumir una serie de obligaciones y derechos, por ejemplo, la realización del servicio militar y el pago impuestos (menor al que daban los que no eran ciudadanos).

Personalmente considero, que a pesar de la inestabilidad política que llegó a haber en Roma, los avances que tuvieron en las oportunidades brindadas a las clases sociales inferiores, fueron mayor que las de la Antigua Grecia, ya que hubo mayor amplitud a las propuestas dadas en lo que respecta al otorgamiento de ciudadanías y la participación del pueblo, lo cual fue dando pauta a los postreros días en los que se retomarían algunos de los principios de la república.

Era de revoluciones.

Ilustración. En los inicios del siglo XVIII, comenzó a ver una serie de cambios drásticos respecto a la concepción de ciudadanía, ya que se abre el ejercicio efectivo del poder, dando gran énfasis a los derechos más que a las obligaciones en comparación a épocas anteriores. Es ahí donde surge el republicanismo y el liberalismo, corrientes que hasta nuestros días han tenido gran impacto político y socioeconómico, lo cual de una u otra forma trascendió a lo democrático y a la puesta en marcha de dos grandes revoluciones.

Revolución Americana. Se establece la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776. Esta a diferencia de la francesa, creaba un nuevo estado en el que se pasaba de ser súbdito británico a ciudadano estadounidense. En 1791 se aprueba la declaración de derechos nacional, pero hubo algo muy interesante, dentro de la lista de derechos no se incluía el del voto y era complicado llegar a tomar un alto cargo en el sistema, hecho que hacer ver dos tipos de ciudadanía, una civil y otra política. Según Horrach (2009), mientras la primera estaba al alcance de todos (excepto los esclavos), la segunda se encontraba más restringida.

Revolución Francesa. Influenciado Europa por la Revolución americana, comienza a través de pensadores como Jean Jacques Rousseau a hacer presión para que se establezca una soberanía popular, es así como se promulga en 1789 la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Años más tarde en 1790, la Asamblea Nacional elimina los títulos de rango social; todos pasaban a ser ciudadanos. Sin embargo, es interesante analizar el concepto de ciudadanía que se tenía, ya que había una pasiva (con derechos civiles y naturales) y otra activa (derechos políticos), lo cual involucraba el que aún hubiera diferencias entre las personas y por ello restricciones en el voto.

Caída del muro de Berlín. Con su caída en 1989, se daba la victoria en parte al sistema capitalista de Estados Unidos de América, el cual si bien recordamos estaba consolidado bajo ideas de democracia y soberanía popular que vendrían a influenciar y romper con el marco comunista que hasta ese tiempo había permanecido. Alemania vive una serie de transformaciones positivas que dejan de lado en su mayoría

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