Explicación Psicosocial Abu Ghraib

Sucesos como el de Abu Ghraib son verdaderamente impresionantes, y lo más impactante al menos para mí es que pasen desapercibidos. A fin de cuentas esto es lo que ha pasado con la psicología en general, que no se quería creer que es una disciplina a la que le queda mucho por decir y verdaderamente importante para el ser humano, más concretamente es lo que ocurrió con la psicología social, esta falta de entendimiento.

Hoy en día estamos acostumbrados a que si no hay algo palpable, como una herida de bala, o un corte por arma blanca no ocurre nada, y no pensamos que hay heridas sin sangre que pueden hacer mucho más daño.

En el caso de Abu Ghraib es importante la influencia de la sociedad sobre el individuo, la presión que puede llegar a ejercer el grupo sobre las personas. Las interacciones entre las personas son positivas pero conllevan ciertos riesgos, aunque la ausencia de ellas tampoco es positiva, puede llegar a generar psicopatías.

Las interacciones sociales suponen un intercambio positivo de opiniones, culturas, ideas, religiones…

Las interacciones entre las personas, por ejemplo, son necesarias para que no aparezca el aburrimiento, la monotonía… puesto que esto puede llevar a que se comentan actos como los de Abu Ghraib. Muchos psicólogos han estudiado las conductas de los militares estadounidenses en Abu Ghraib y coincidían con que éstas no se habían presentado antes y que debía de haber un motivo que explicara su aparición, achacándolo finalmente al aburrimiento y la falta de objetivos, metas de los militares. Cansados de no hacer nada que les llenara como personas terminaron por cometer actos que ni ellos mismos comprendían. No entendían como pudieron llegar a semejantes extremos. Los psicólogos podían explicarlo mejor que ellos mismos, el aburrimiento y el poder, eran una mezcla de pura dinamita.

Todos estos hechos se pudieron comprobar debido a que los propios militares tomaban fotos de las aberraciones cometidas. Esto nos puede dar una idea de lo inconscientes que eran los militares. Ni ellos mismos pretendieron ocultar lo ocurrido, si no que dejaron constancia de ello como si realmente no fueran capaces de comprender que estaban abusando de esas personas, cometiendo actos que violaban los derechos humanos. Ellos necesitaban hacer sentir su poder y para ello que mejor que ridiculizar al “enemigo”, abusar de él, conseguir que el propio preso deje de sentirse persona para empezar a sentirse como un animal que solo puedo obedecer.

Si hablamos del suceso de Abu Ghraib bajo el principio de situación hemos de tener en cuenta las características estables de la persona y la situación social e la que se da y como no el espacio vital. Los soldados de esta cárcel vivía una situación difícil, la situación política esa momento era cuando menos complicada, como estaban en guerra esto significaba que también estaban legitimados para matar, y que tenían que encargarse de los prisioneros. Los altos mando encargaban la realización de esas torturas, esto le llevo a entrar en un circulo en el que la dinámica era adoptar una postura de violencia ante los presos por su propio gusto, adaptados e interiorizados los mandatos de sus jefes ya sus actos eran por propia voluntad y disfrutaban de ello

El aislamiento era total y solo tenían contacto con su grupo de iguales, lo que reforzaba la idea de maltrato y violencia entre ellos.

Al principio muchos no accedían a las torturas, pero ante la presencia de sus jefes actuaban violentamente convirtiéndoles en seres crueles y violadores de los derechos humanos.

La mayoría de las vejaciones se produjeron durante la noche, momento en el que consumían drogas, que provocaban el descontrol de la situación. Estas características son fuerzas facilitadoras de la conducta de violencia, y podían unirse a factores de canal. Tanto la situación personal como el contexto situacional

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