Historia de la Universidad de Guadalajara( Resumen)

Historia de la Universidad de Guadalajara( Resumen).

La historia de la Universidad de Guadalajara empieza en la época virreinal de la región occidente de México.

Después de casi cien años de servicios a la corona española y la intervención de Fray Antonio Alcalde y Barriga, obispo de Guadalajara, el 3 de noviembre de 1792 se abre la Real Universidad de Guadalajara, que se vuelve también en la segunda de la Nueva España; adopta el modelo de la Universidad de Salamanca e inicia con las carreras de Medicina, Derecho, Teología y Filosofía.

El 12 de julio de 1696, el obispo fray Felipe Galindo y Chávez en el documento Benedictionem dabit Legislator, comunicó que había pedido al rey Carlos II, que elevara al rango de Universidad al recientemente fundado Real Seminario Conciliar de San José. Así se iniciaron las gestiones, para obtener la fundación de la Universidad de Guadalajara, cronológicamente la segunda de México, la cuarta de América del Norte y la decimocuarta de Iberoamérica.

El 12 de diciembre de 1771 es nombrado obispo fray Antonio Alcalde y Barriga, quien impulsaría la fundación de la Universidad.

El 26 de marzo de 1792 se recibió en Guadalajara, la Cédula Real de la Fundación de la Universidad. De común acuerdo el obispo Alcalde y el presidente de la Real Audiencia Jacobo de Ugarte y Loyola, nombraron al canónigo penitenciario de la catedral, doctor José María Gómez y Villaseñor, como primer rector de la Universidad. El 7 de agosto de 1792, falleció su gran benefactor fray Antonio Alcalde.

El 3 de noviembre de 1792, se inauguró la Real Universidad de Guadalajara, con la misa que ofició el deán de la catedral, Salvador Antonio Roca y Guzmán y el acto académico en el que se leyó la Real Cédula de Fundación, se recibió el juramento de las autoridades y catedráticos fundadores y el doctor José Ángel de la Sierra, pronunció una emotiva oración latina.

Los ordenamientos jurídicos vigentes en la Universidad, en sus tres primeras décadas de existencia fueron: las Constituciones Apostólicas y Estatutos de la Universidad de Salamanca, recopilados en 1620; el Plan General de Estudios dirigido a la Universidad de Salamanca por el Real y Supremo Consejo de Castilla de 1771; la Real Cédula de Fundación de la Universidad de Guadalajara de 1791; y las Constituciones formadas para la dirección y gobierno de la Real Universidad Literaria de Guadalajara, capital de la Nueva Galicia de 1816.

La Universidad se gobernaba a través de los Claustros Mayor de Doctores, Menor de Consiliarios y el de Hacienda, un rector electo bianualmente y el cancelario, oficio concurrente con la dignidad de canónigo maestrescuelas de la catedral, cuya función principal era otorgar los grados universitarios, los cuales eran de bachiller, licenciado, maestro y doctor.

De 1792 a 1821, hubo nueve rectores, entre los que destacaron el primero José María Gómez y Villaseñor, figura principal durante el Gobierno Insurgente en Guadalajara; Juan José Moreno, humanista, gran biógrafo de Vasco de Quiroga; José Simeón de Uría, diputado a las Cortes de Cádiz; José Ángel de la Sierra, liberal y colaborador del periódico insurgente “El Despertador Americano”; y José Miguel Gordoa y Barrios.

Los acontecimientos más importantes de estos años, fueron: el inicio de la guerra de Independencia, lo que provocó que el recinto universitario fuera convertido en cuartel; las presiones del cura Miguel Hidalgo, para que el Claustro universitario contribuyera económicamente con la causa; la elaboración, aprobación y la solemne publicación de las Constituciones universitarias; y la solemne publicación de la Constitución Política de la Monarquía Española.

De la Universidad egresaron por estos años los héroes de la Independencia Juan Antonio Montenegro y Arias, José María Mercado, Pedro Moreno y Francisco Lorenzo de Velasco y Palafox; los presidentes de la República Valentín Gómez Farías, Anastasio Bustamante, Pedro Vélez, Melchor Múzquiz y José Justo Corro; el primer arzobispo de Guadalajara, Pedro Espinosa y Dávalos; el primer cardenal mexicano designado y obispo de Michoacán, Juan Cayetano Gómez-Portugal; el séptimo obispo de Monterrey, Salvador Apodaca y Loreto y el obispo electo de Valladolid y detractor de la Independencia, Manuel Abad y Queipo; el fundador de “El Despertador Americano” y pionero de la economía política, Francisco Severo Maldonado; el primer matemático universitario, José María Mancilla; el primer embajador de México ante el Reino de Brasil y las repúblicas bolivarianas, Juan de Dios Cañedo; el Padre del Federalismo, diputado a las Cortes de Cádiz y deán de la catedral de Puebla de los Ángeles, Miguel Ramos Arispe; el autor de la primera Constitución del Estado de San Luis Potosí, Manuel María de Gorriño; el diputado del Congreso Constituyente del Estado de Nuevo León, Francisco Arroyo y los gobernadores del Estado de Jalisco Juan Nepomuceno Cumplido y Pedro Támez.

La Universidad se adecuó al Plan de Iguala, por el cual se terminó la Independencia, en consecuencia conservó su status real, hasta que se proclamó el primer Imperio de Agustín 1º, en que pasó a ser imperial. Y a partir del establecimiento de la República, fue nacional.

De 1821 a 1826, hubo tres rectores, el doctor Diego Aranda y Carpinteiro, diputado a las Cortes de Cádiz y al primer Congreso Constituyente mexicano, canónigo de la catedral y obispo de Guadalajara; mandó construir las actuales torres catedralicias y concluyó el Hospicio Cabañas.

Siendo rector el doctor José Cesáreo de la Rosa, el Congreso del Estado de Jalisco decretó la primera clausura de la Universidad el 16 de enero de 1826. El 29 de marzo, el gobernador del Estado, Prisciliano Sánchez estableció el Instituto de Ciencias, para dirigirlo nombró al matemático francés Pierre Lissaute.

El Instituto de Ciencias fue inaugurado el 14 de febrero de 1827, con las nuevas cátedras de Gramática, Matemáticas, Arquitectura, Medicina Legal y Derecho Constitucional.El 1º de septiembre de 1834, el gobernador del Estado, José Antonio Romero, decretó la primera restauración de la Universidad y la supresión del Instituto de Ciencias. Siguió como rector el doctor De la Rosa; se elaboraron nuevos planes de estudio, con la cátedra de Matemáticas.

De 1834 a 1855, hubo seis rectores, entre los más notables estaban Juan Nepomuceno Camacho y Francisco Espinosa y Dávalos, durante su gestión se restauró el Colegio de San Juan Bautista para atender la educación media.

El Congreso del Estado de Jalisco decretó el Plan General de Enseñanza Pública que suprimió a la Universidad y al Colegio de San Juan Bautista y restableció la Junta Directora de Estudios y el Instituto de Ciencias y además fundaba el Liceo de Varones y el Liceo de Señoritas; todo esto el 25 de septiembre de 1847. El canónigo Mariano Hurtado convenció al gobernador Joaquín Angulo para que no suprimiera la Universidad; se decretó el 8 de octubre de 1847 que coexistirían el Instituto de Ciencias y la Universidad, aunque perdería sus fondos.

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