ISLAM: EL ANTAGÓNICO DE OCCIDENTE. UN ESTUDIO CON PERSPECTIVA HISTÓRICA-SOCIAL.
leafar79495527 de Marzo de 2015
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ISLAM: EL ANTAGÓNICO DE OCCIDENTE.
UN ESTUDIO CON PERSPECTIVA HISTÓRICA-SOCIAL.
INTRODUCCIÓN
Al Occidente se le acusa a menudo de ser hostil hacia el Islam y el mundo musulmán, cuyo sentimiento comparten los países islámicos. Este estudio expone si esto es verdad o es la imaginación de uno. Nos encontramos en el período en el cual los árabes gobiernan España y los turcos (otomanos) hacen lo mismo en Europa Oriental, dónde se dan grandes batallas. La experiencia de los cruzados durante la Edad Media dejó cicatrices en la psique occidental. La colonización de las tierras musulmanas por Occidente desde el norte de África y el Medio Oriente, hasta el sur y sudeste asiático y africano, originaron otra vez muchas hostilidades contra el Islam y los pueblos musulmanes, al igual que su cultura y civilización. La actual relación entre el Occidente y las fuerzas islámicas de los países musulmanes se debe al renacimiento que han dado en llamar resurgimiento islámico, que ha levantado temor nuevamente hacia el Islam. Por lo tanto, a la luz de la Historia y los acontecimientos actuales en materia de política internacional, es importante determinar si el Occidente posee una tradición antislámica.
En el Occidente todos están familiarizados con el antisemitismo (atacar a seres humanos porque son judíos) y el racismo (en contra de seres humanos por el color de su piel) El racismo fue una fórmula de los ideólogos del colonialismo. El antisemitismo que provenía del Occidente puede que tenga varias razones. Una de las principales ha sido la económica, donde los judíos fueron considerados como malditos prestamistas de dinero y también por el resentimiento originado por la rivalidad socioeconómica entre cristianos y judíos. Pero esto también tenía una causa islámica. El estudio de los Cutlers titulado The Jew as an Ally of the Muslims (Allan Cutler y H. Cutler, Notre Dame, Indiana University of Notre Dame Press, 1986), ha probado convincentemente que la raíces occidentales del antisemitismo durante la Edad Media se debió a la percepción cristiana de que los judíos eran aliados del poder musulmán en Europa.
Hoy día el antisemitismo está disminuyendo (tal vez porque los judíos se conceptúan como enemigos de los musulmanes a causa del conflicto palestino-israelí). La tradición antislámica sin duda parece incrementarse. Dos declaraciones fortuitas expresadas por un franco-judío y miembro conservador del parlamento reflejan dichas ideas. El vicepresidente del Comité Nacional de Franco-judíos en una declaración de 1988 dijo: "No hay problema racial en Francia. El problema es encontrar (por todos los) medios de no ser destruidos por el surgir islámico" (The Guardian, abril 26 de 1988). El conservador continúa diciendo que "Inglaterra debe ser reconquistada por los ingleses" y que los musulmanes deben enviarse a "casa" si ellos "no pueden vivir en un país donde Salman Rushdie es libre de expresar sus ideas" (The Guardian, abril 26 de 1988). Estas dos declaraciones muestran un miedo irracional hacia los musulmanes y reflejan la fobia de la tradición antislámica.
Para desenterrar las raíces de tales tradiciones, éste estudio pone ante sí un triple objetivo. Primero, identificar las tendencias de la tradición antislámica, y si existieron de una manera esporádica con el pasar de los siglos. Segundo, identificar las formas en que tal tendencia se expresaba en sí misma. Tales formas pudieron ser identificadas como religiosas y se encontraban en la Edad Media. Después tales tendencias proliferaron dentro de las perspectivas políticas y seculares. Tercero, el estudio busca explicar la naturaleza del contenido de las formas. Es aquí donde uno se vuelve selectivo, por las limitaciones del estudio. Por ejemplo hubo muchos escritores medievales cristianos, expertos orientalistas del Medio Oriente e islámicos que no se pueden cubrir en éste estudio completa y concienzudamente. Pero hay suficiente material en ésta fuente que sirve de introducción al entendimiento del Islam.
En la política internacional moderna, el Islam se considera un obstáculo en contra de los intereses creados por Occidente para la explotación económica y política del mundo musulmán. Este estudio no busca culpables, sino mostrar una serie de eventos que proyectan el entendimiento occidental del Islam, manifestado en diversas formas en la actualidad. Si el Occidente decide mirar hacia otro punto, la decisión y responsabilidad es solamente suya. Vivir en la arrogancia etnocéntrica o en la autodecepción solamente puede distorsionar la visión de la realidad socioeconómica de uno. Las reacciones sentimentales y el odio siempre ciegan la razón. Similarmente, el egoísmo que manifiesta indiferencia hacia los otros puede que sea una virtud en el Occidente; pero se considera un vicio en el mundo islámico. Sin embargo, la sabiduría dicta que en un mundo donde el Occidente no ha sido capaz de dominar el Islam (ni puede dominarlo) debe entonces aprender a comprenderse mutuamente entre sí y a respetarse por el bien de la coexistencia. Pero antes de que cualquier esfuerzo se realice debe entenderse al Islam y a sus miembros (los musulmanes).
Este estudio intenta poner a su disposición los hechos que reflejan los prejuicios, odios y hostilidades que hay en la tradición antislámica de Occidente. Esperamos que abra terreno en las investigaciones para el entendimiento occidental al Islam y hacerles ver el peligro que contiene la tradición antislámica, en un mundo donde la gente de diferentes creencias y fe cohabitan. Es esencial entender las perspectivas de uno y del otro tal cual son ellos.
CAPITULO UNO CRUZADAS Y CRISTIANISMO
Por más de 600 años el cristianismo dominó en el Medio Oriente, donde primeramente se originó. Entonces repentinamente una nueva religión, el Islam, revelado a un profeta llamado Muhammad (léase Mujámad), que surgió en el horizonte de Arabia, ésta se propagó rápidamente como llamarada en las llanuras del Medio Oriente y más allá de sus fronteras. El Islam afirmó que éste profeta había llegado para completar el mensaje traído por los profetas de las otras religiones, a saber, la gente del libro (cristianos y judíos). El cristianismo por vez primera se sintió amenazado justo en la tierra donde inició. Tuvo tres opciones a elegir la cristiandad. Primero, pudo aceptar el Islam, porque después de todo creían en el mismo Dios y en todos los profetas de la gente del libro y poder convivir así con ellos. Sin embargo no fue así. Segundo, el peligro de aceptar la primera opción traería como consecuencia que debían adoptar la religión, lo que significaría que el mensaje final pertenecía al Islam y no a la cristiandad, o sea, hacerse musulmanes. Esta opción amenazaba al poder de los sacerdotes y la Iglesia y ambos desaparecerían. Por último, la tercera opción y la única que les parecía viable era el desacreditar y aniquilar el Islam en lo posible del Medio Oriente.
El Islam al tolerar el cristianismo había dejado que éste se entrometiese en los asuntos islámicos, inculcando a los musulmanes la veneración a Cristo y hacer la convivencia placentera a sus propósitos. Por el otro lado, el Islam no tenía prisa por convertir a la gente excepto por el poder del convencimiento. En las tierras cristianas donde se expandió, el Islam dio un trato benévolo a los cristianos. Sin embargo, para los cristianos reconocer al Islam socavaría su propia posición. Para los cristianos la supervivencia de su religión hubiera sido tanto como esclavizarse a la nueva. La primera piedra por lo tanto fue arrojada por los cristianos contra el Islam.
Los polémicos escritos cristianos no se basaron en un estudio imparcial del Islam. Se basaron en suposiciones, nociones preconcebidas, prejuicios y a menudo en mentiras. El Islam no fue estudiado por los escolásticos cristianos como objeto de estudio, si no era desde su propio punto de vista. Estos escritos colocaron los cimientos para una perspectiva irracional del Islam.
Las consecuencias de esto no podían ser menospreciadas: colocó al mundo occidental en contra del Islam para siempre. A diferencia del Islam, el cristianismo no se convirtió en la principal religión del Medio Oriente donde surgió, sino que estableció su sede en el Occidente (Roma). Movilizó a Europa para pelear contra el Islam desde un punto de vista religioso. Pero al hacerlo, también puso un muro hacia el entendimiento del Islam.
Después de la muerte de Jesús, los intereses creados del sacerdocio que se desarrollaron con el cristianismo buscaron mantenerse en su propia condición. Con ello llegó la institucionalización del Cristianismo. El Papa en Roma se volvió el poseedor oficial más alto del sacerdocio católico mientras que los protestantes tenían su propia clase clerical y se centraron en otros países europeos.
La actitud de católicos y protestantes fue la misma hacia el Islam, ya que amenazaba el status quo que gozaban por su jerarquía eclesiástica. Si ellos aceptaban el Islam, sus ‘empleos’ corrían peligro. De ningún modo les interesaba lo que el Islam proclamaba. En la historia occidental ésta clase sacerdotal ejerció un tremendo poder; la Iglesia dominó al estado. Era tan poderosa que los sucesivos Papas arengaban a la guerra contra el Islam. Los reyes respondieron e hicieron avanzar sus ejércitos contra los musulmanes. A través de la historia del Cristianismo, los ataques al Islam y los musulmanes habían sido persistentes, cuya historia se recuenta aquí cuidadosamente. Aquella gente cuyos
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