Incomprendimiento moral: un problema social

Incomprendimiento moral: un problema social

Objetivismo y subjetivismo moral

                                                                                                                         Daniela Godoy

Diversas opiniones se desprenden a la hora de hablar de la moral. Pero, ¿qué es la moral? ¿Qué problemas se desprenden del incomprendiemiento de esta?  Preguntas como esta han sido planteadas a lo largo de la historia, pues, todos creemos saber qué es la moral, esta está presente en nuestras acciones del día a día, es de suma importancia para la convivencia en sociedad, pero muy pocos se dan cuenta de su relevancia, puesto que pocos llevan a cabo este proceso reflexivo mayor que implica el razonar sobre el qué es la moral. 

De acuerdo a la RAE, la palabra moral tiene las siguientes definiciones (presentaré las que a mi parecer son las más importantes para abordar el tema): 1) perteneciente o relativo a las acciones de las personas, desde el punto de vista de su obrar en relación con el bien o el mal y en función de su vida individual, y sobre todo colectiva; 2) conforme con las normas que una persona tiene del bien y del mal; 3) que concierne al fuero interno o al respeto humano, y no al orden jurídico; 4) doctrina del obrar humano que pretende regular el comportamiento individual y colectivo en relación con el bien y el mal y los deberes que implican.

También se puede decir que hay una “moral vivida” que correspondería a la moral  y una “moral pensada” que vendría a ser la ética.

Una vez aclarado esto, podemos seguir. Muchas veces en nuestra vida cotidiana se nos presentan situaciones que nos hace preguntarnos y respondernos éticamente, como por ejemplo si un determinado acto es correcto/incorrecto o bueno/malo. Pero eso conlleva a la siguiente interrogante: ¿quién decide si algo está bien o está mal?

La moral difiere dependiendo de la sociedad, y cada criterio está ligado a una cultura, es decir, diferentes culturas poseen códigos morales diferentes, y para muchos pensadores ahí es donde radica la clave para entender la moral. Lo que se considera correcto dentro de un grupo puede ser completamente abominable para los miembros pertenecientes de otro grupo, y/o viceversa.

“La idea de verdades universales en ética es un mito. Las costumbres de diferentes sociedades son todo lo que existe. No puede decirse de estas costumbres que son “correctas” o “incorrectas”, pues esto implica que nosotros tenemos un criterio independiente de corrección e incorrección con el que pueden ser juzgadas” (Rachels,  40).

De lo anterior se desprenden diversas posturas sobre cómo abordar esta problemática.  Una de estas posturas es el relativismo cultural, que desafía la objetividad y el carácter universal de las verdades morales. El relativismo se centra en la cultura y/o en la sociedad para saber qué está bien o mal, en otras palabras la moral recae en la cultura y en la sociedad. Lo correcto es lo que fue usado y transmitido por los antepasados; la tradición es la justificación, puesto que la autoridad recae en estas mismas y están condicionadas por reglas ancestrales. La tesis descriptiva del relativismo es que hay una moral distinta en cada cultura/sociedad, y eso es una tesis irrefutable, es algo que está, es una realidad y podemos observarlo en nuestro día a día. Ahora, desde una tesis normativa, se entra más en un punto de vista valorativo, ahora se ve lo bueno y lo malo que difiere entre una cultura y otra.

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