Informe sujeto

     Como sujetos que somos estamos en constante proceso de constitución en el cual estamos relacionados con otros sujetos, es decir, establecemos vínculos. En este proceso necesitamos de otros para constituirnos como sujetos, es por este motivo que no se puede hablar de sujeto de manera aislada o individual porque estamos sujetados a lazos sociales que construimos con otras personas, además estamos sujetados a las instituciones que nosotros mismos creamos para regular y normativizar la formación del sujeto. Por otra parte estamos sujetos a un lenguaje el cual nos permite comunicarnos con otros; esa relación que establecemos con otros sujetos y con las instituciones nos permiten adquirir aprendizajes, experiencias de la realidad en la que vivimos. No solo hablamos de tiempos presentes sino de sujetos históricos: “Las experiencia se configuran en una dualidad que, por una parte, es continuidad (el sujeto recuerda y se recuerda) y por otra parte una proyección de los deseos y sueños que se quieren realizar. La experiencia se configura en lo individual y lo colectivo. Esa posibilidad de entender nuestra realidad percibirla  e interpretarla es a lo que se le llama subjetividad.

     Desde la teoría filosófica, la subjetividad se refiere a la singularidad de las experiencias, estas son únicas para las personas que las experimentan. La experiencia es posible definirla como los hechos vividos que constituyen y acompañan a lo largo de la vida. Cuando hablamos de experiencia estamos haciendo referencia a las experiencias familiares, laborales, espirituales, dolorosas, inéditas, etc.; Mientras que desde el punto de vista psicológico, la subjetividad son las características que hacen del ser humano un ser único e irrepetible, una persona autónoma con pensamientos, deseos, intereses y voluntades propias. Foucault sostiene que la subjetividad seria el resultado de los mecanismos de normalización en el individuo, con el fin de producir un tipo de mentalidad acorde a las condiciones culturales existente. Los mecanismos de normalización funcionan como dispositivos que desde el exterior moldean y tienen como finalidad normalizar y evitar el comportamiento desviado. Estos dispositivos disciplinarios dejan marcas que construyen la subjetividad. Tanto la familia, la escuela, los medios de comunicación y la sociedad adquieren en el proceso de construcción de la subjetividad.

     Para Ana Quiroga la matriz de aprendizaje esta dado en la capacidad del sujeto de organizar y significar el universo de sus experiencias, su universo de conocimientos. El ser humano es sujeto de aprendizaje desde el momento en el que es concebido y cada situación que protagoniza es, siempre, una situación de aprendizaje. Las personas cuando participan, cuando actúan, cuando aprenden, no solo están operando sobre sí mismo, sino que, al mismo tiempo, ejercen influencia en el proceso de apropiación de la realidad de otras personas.

     Como dijimos antes, el proceso de constitución del sujeto se da en relación con otros; el seno familiar es uno de los primeros lugares donde el niño va a crear sus primeras experiencias esto es algo que se debe tener en cuenta en el momento en el que el niño ingresa al ámbito de la escuela, es decir, el segundo lugar donde va a tener otras experiencias las cuales el sujeto va a ordenar y significar creando así matrices de aprendizajes. A partir de esto quisiera comenzar a hablar sobre un tema que hoy en día impacta mucho en la sociedad y en el ámbito escolar, y lo considero como una problemática a resolver: la violencia, si bien la escuela tiende a impedir los actos de violencia explícitos como el golpear o lastimar física o moralmente a otros, existen otros tipos de violencia que se dan de otra manera o bien son conocidos como actos de violencia ocultos, como por ejemplo cuando se les impone a los niños realizar tareas arbitrarias y sin sentidos, cuando se los juzga, cuando se los subestima o sobreestima y cuando se les exige más allá de sus capacidades, la escuela pasa a ser un ámbito cruel para aquellos niños, niñas y adolescentes más débiles e indefensos.

     En el capítulo cinco la violencia contra niños, niñas y adolescentes en el ámbito educativo de LOSOVIZ Y KNOLL se plantean cinco entornos en donde puede producirse violencia, estos son: el hogar, la familia, las escuelas y los entornos educativos, las instituciones tanto de atención como judiciales y la comunidad. Estas pueden manifestarse como violencia física, psicológica, discriminación, abandono y malos tratos. Abarca desde el abuso sexual en el hogar los castigos corporales y humillantes en las escuelas. La violencia puede manifestarse de diferentes maneras: Violencia Física y emocional (la persona adulta la realiza con la intención de disciplinar, para corregir o cambiar una conducta no deseable y sustituirla con conductas aceptables); Maltrato infantil (acciones con intención de hacer un daño a la persona agredida) y Violencia sexual (se refiere a las conductas sexuales impuestas a una persona menos de edad por una persona mayor. En la violencia sexual se hace referencia a abuso sexual que pueden llevarse a cabo sin necesidad de tener contacto físico con la persona o bien tenerlo y explotación sexual comercial supone utilizar las personas menores de 18 años de edad para realizaciones sexuales, pornografía infantil y adolescente).

     Tomando lo mencionado podemos sostener que el ejercicio de la violencia  se da principalmente en las diferencias de poder que existen en las relaciones humanas. En el texto se plantea que para entender el papel del poder en la violencia es importante diferenciar poder de autoridad: la autoridad guía la conducta de otra persona, ya sea por una responsabilidad de protección y cuidado de la persona o un bien grupal. La autoridad es el uso del poder en positivo, aceptado por quien la recibe. Mientras que la violencia es el uso del poder usado en negativo, que impone sin aceptación del otro poniéndola en víctima de algo no deseado generando un daño en el o ella.

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