Informe De Lectura

En la breve historia “Héroes del Montón”, menciona que la vida dentro de las oficinas de gobierno, oficinas descentralizadas, en pocas palabras que la vida de los burócratas, es más bien conocida solo por ellos mismos, la describe como un cuarto en penumbra donde no podemos adivinar que sucede, qué sigue o de quién depende la solución a los trámites. Cada quien tiene un trabajo monótono que hacer; son tantas las personas que trabajan ahí que difícilmente llegan a ser reconocidos y premiados por su trabajo. No se cuentan de ellos historias ejemplares que sean ejemplos a seguir, pues antes pueden morir en el cumplimiento de su labor monótona, sin que ello llegue a importar al resto de sus compañeros o jefes.

Es el caso del empleado que conoce a la perfección su trabajo, a quien todos acuden pidiendo orientación y ayuda, pues por ellos mismos no tienen la iniciativa ni el conocimiento necesario para el buen desempeño en la labor asignada. Es el empleado que por años ha sido relegado a realizar siempre la misma labor dentro de una oficina, incluso el trabajo del jefe inmediato, que por ineptitud e ignorancia no puede hacer; quien regularmente resulta ser un compadre de alguien y es quien recibe mejor sueldo y tiene a sus subordinados para que trabajen por el. Esto encasilla al empleado brillante a que se enfrasque siempre a los mismos tramites, que sea conformista con su sueldo y tenga que hacer trabajos extras, quedando rezagados sus deseos de obtener un mejor puesto dentro de la oficina en donde se desempeña de mejor manera, incluso que los egresados de carreras que por afinidad deberían funcionar mejor dentro de esas oficinas. Así también queda en el rezago su capacidad intelectual, al llegar la modernidad y el cambio, con los nuevos gobiernos y designios de personas “reforman” nuestros haberes. A diferencia de los que inexplicablemente y sin haber hecho ningún merito, suben como la espuma.

Mas adelante se cuenta la “Historia de un Informe”, que por azares del destino toca realizar a un hombre en su día de descanso, a petición de una compañera que tuvo a bien delegar a éste. Haciendo un sacrificio lo realiza, lo entrega, es recibido e inicia el viacrucis del cobro respectivo por el trabajo efectuado. Pasa una semana y se presenta a cobrar, solo que apenas fue aprobado, hasta la semana siguiente el cheque es elaborado, pero ahora es necesaria una firma, posteriormente otra y asi hasta que el enfadado traductor decide y hace saber que la siguiente vez no cuenten el para este tipo de trabajos, pues la urgencia no es la misma cuando de ellos se trata. Finalmente le pagaron.

Ese episodio lo hace recordar como fue parte de hacer víctimas del trámite, pues siendo burócrata se inventaron requisitos y se siguió con la carrera del obstáculo. Era la ocasión de que en su antiguo trabajo se necesitaba, aparte de pagar, el darse a conocer, por lo que resultaba necesario implementar un informe que se enviaba con copias a las oficinas de siete departamentos, además de lo engorroso del asunto, por motivo del tiempo que se requería para hacerlo, enviarlo y archivar; que terminaba con algo aun mas difícil: redactar un informe, uno muy completo que terminaría su destino final, en el bote de la basura. En esto pues pierden el tiempo los burócratas y hacen

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