LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD

LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD:

Una de las instituciones de mayor valor es la familia. Dios es creador de la familia y el Él quien diseño como se conformaría la familia, su papel en la sociedad y el propósito por el cual fue creada.

Por ser una institución especialmente creada por Dios, la familia tiene un carácter de sanidad, es decir, se espera que la santidad sea una práctica en la familia. Por tener este carácter santo, la familia es atacada por la violencia, es tentada y también en muy vulnerable, por lo que a la familia le toca estar liberando todo tipo de batallas contra el hombre que quiera hacer daño.

Definiendo un poco lo que es la familia y quienes la conforman; Dios tiene un concepto de “familia” y podría ser que nosotros tengamos otro concepto..pero para mejor aclaración se puede leer el principio de la creación “Génesis 2:18-25”

“18:…No es bueno que el hombre este solo…” esto significa que el ser humano no esta diseñado y capacitado para vivir en soledad, ni para valerse por si mismo sin la ayuda de otro ser humano. Ni el hombre ni la mujer están diseñados para pasar la vida en soledad.        La decisión de Dios fue hacer a otra persona, a la mujer, ante la incapacidad del varón de vivir solo. Dios le llama ayuda idónea porque es exactamente lo que el varón necesitaba para poder hacer la obra y el propósito de Dios. El hombre y la mujer no solo se complementan sino también se necesitan para poder llevar a cabo la misión divina que les fue encomendada.

“22….hizo una mujer y la trajo al hombre”. Dios aquí formo una mujer, no dos ni tres, sino solamente una. Por que el hombre solamente necesitaba a una mujer para hacer lo que Dios le encomendó.

“23…Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada varona, porque del varón fue tomada”. Dios aquí establece la conexión. Hueso de mis huesos y carne de mi carne, significa unidad en la máxima expresión. Estamos hechos con el mismo plan divino.

“24…Por tanto, dejara el hombre a su padre y a su madre, y unirá a su mujer, y serán una sola carne.” “después de todo lo dicho” el hombre va a dejar la casa de sus padres y va a tomar la responsabilidad que Dios tiene para Él, responsabilidad que tendrá que desarrollar en la relación más profunda de unidad conocida por el ser humano. En este momento fue cuando Dios formó LA FAMILIA, la primera familia, y está compuesta por dos personas. Dios no formo a los hijos junto con Adán y Eva, los hijos son el fruto de la familia. Los hijos son otra cosa.

• HE AQUÍ, HERENCIA DE JEHOVÁ SON LOS HIJOS.

Salmos 127:3

En este salmo los niños son llamados “Herencia de Jehová”. Esto significa que los niños pertenecen a Dios; Él le da la descendencia a las parejas así como una persona le confía una fortuna a sus herederos, y Dios da los hijos para cumplir el mandato de Génesis 1:28 “y Dios les dijo, Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra…” Para cumplir este mandato es necesario que las parejas sean formadas por las personas que Dios escogió, la familia que Dios consideró como la mejor para que estos hijos (niños o niñas) sea enseñada y bien formados.

La equivocación más grande que se comete, es pensar que los hijos son la razón de ser de la familia o la razón de ser de la pareja, pero el resultado final es que los hijos se van, tal y como está diseñado por Dios y la pareja se queda sola y muchas veces sin haber aprendido a vivir juntos. No aprendieron a tener una vida en común, no edificaron su vida en unidad tal y como fue diseñada desde el principio por Dios. Esto es peligroso ya que es la principal batalla que se debe lograr. El mundo sabe que cuando se destruye un matrimonio y separa una pareja, también se destruye una escuela de formación de las futuras parejas. Cuando se destruye el matrimonio, se destruye el andamiaje social, el tejido, o como se quiera llamar. Cuando hay un divorcio se ve afectado: pues lo niños (los hijos) crecen sin papa o a veces sin mama y hasta sucede que se quedan sin ambos padres se van y terminan creciendo sin ninguno de sus padres. Pero aun en esta situación Dios promete:  Salmos 27:10 “10.. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo Jehová me recogerá. Ahora bien el trabajo o misión de los esposos es siempre (buscar la unidad) y no tanto luchas por no separase, pues el divorcio o la separación no deben ni siquiera llegar a formar parte de nuestros pensamientos.

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