LA FELICIDAD NO ES UNA META, ES UN CAMINO
Enviado por valengs36565 • 18 de Octubre de 2019 • Ensayos • 1.297 Palabras (6 Páginas) • 180 Visitas
LA FELICIDAD NO ES UNA META, ES UN CAMINO
El concepto de felicidad es tan único como los copos de nieve, existen tantas interpretaciones como personas en la tierra. Sin embargo, en la actualidad se vivencia más la carencia de este sentir, porque la diversidad de valoraciones que se dan acerca de lo que se traduce como feliz, se está generalizando para las masas. Cada persona debe determinar lo que significa para ella la palabra “felicidad”. Algunas personas pueden encontrar su felicidad en el romance o en la riqueza y la fama. Mientras que otros seres humanos son felices simplemente con vivir y tener salud.
El concepto de felicidad puede variar según el contexto social y la etapa de vida de la persona; pues quién hoy desea su vida en una gran mansión, más adelante podría querer llenarla con una familia. El único secreto universal para ser felices es que todos puedan determinar el significado de la felicidad de manera diferente, sin que este pueda llegar a afectar la vida de quienes lo rodean. El primer paso, es dejar de clasificar a las personas por sus metas personales, pues para algunos la felicidad es un activo material, una vida segura; sin necesidad de ser seres superficiales. Y tampoco se puede considerar a las personas mediocres o espiritualmente más ricas, por el hecho de que llegan a ser más felices solo con lo que les oferta el día a día. Luego, se debe entender que el propio concepto de felicidad debe ser descubierto, creado y producido. Cada persona debe tener un principio para ser feliz inclusive frente a las adversidades de los acontecimientos futuros, y posterior a ellos.
Sin embargo, en el camino por encontrar los objetivos personales se debe recargar el ser con una gran cualidad, la gratitud. Mostrar aprecio por los acontecimientos comunes nos dan la fortaleza suficiente para luchar por el cambio deseado, y disfrutar aun así del camino que, aunque difícil e imposible de saltar, es formador de personas más fuertes y capaces. Así, se sugiere centrar todas las energías en lo positivo, agradeciendo por estar cerca de las personas que se aman y que de igual manera aman a la persona, por la capacidad de respirar y pensar, de estar vivo y especialmente de los pequeños logros que acercan la META personal hacia la persona.
Hay que entender que la felicidad no es un accidente; en cambio es el resultado de un esfuerzo continuo; que no se logra imitando el quehacer de los demás. Si encontrar el concepto de felicidad es un proceso tan personal, llegar a este camino direccional es mucho más íntimo. En este sentido, la apropiación del ideal de felicidad personal se puede lograr, y llegando a alcanzar no solo la felicidad efímera, sino también la felicidad verdadera y duradera. Siempre debemos tener en cuenta que la felicidad puede caer en las manos de cualquiera, especialmente porque todos merecen ser felices.
No obstante, la felicidad puede llegar a tomar un sabor amargo cuando se plantea como un objetivo definitivo, una meta, una cima que escalar en la vida. Se debe alejar el pensamiento de que “soy feliz, pero sólo por momentos” o de “seré feliz cuando…”. La felicidad, aunque es un deseo universal, no solo debe verse como una meta futura impuesta por la sociedad. Es claro que hay momentos de éxtasis personal, de grandes apuestas ganadas; sin embargo, los esfuerzos hechos para llegar a ese momento son los que hacen de esa ocasión verdaderamente importante.
Aunque en este escrito ya se habló de que todas las valoraciones de felicidad son correctas, debe tenerse en cuenta que una felicidad basada en el camino y en la permanencia de la misma, debe incluir un equilibrio personal entre los deseos, lo que se posee y lo que se es como persona; de esta forma se puede evaluar constantemente si el camino en busca de ser feliz, por el cual se llevan los objetivos, es el correcto o si por el contrario la felicidad momentánea que se posee puede traer consecuencias muy dolorosas a futuro. La felicidad es un trabajo del presente para el futuro. Es decir, se analizan todas y cada una de las variables que componen el estado de realización que queremos alcanzar y llamamos felicidad, se trazan una serie de ideas básicas y excluyentes, pero eso no hará completamente feliz a quien lo aplica sino puede vivirlo cada minuto de cada hora de cada uno de sus días. Ese es el camino. Esa la senda que llevará al ser que lo practique a un estado de frecuente satisfacción al que se puede llamar felicidad. Quienes ven la felicidad como una meta viven del futuro, sin disfrutar el hoy.
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