Camino A La Felicidad

Esta obra es un código moral dirigido a una sociedad pragmática, de alta tecnología y enormemente suspicaz, basada totalmente en el sentido común, y de naturaleza totalmente no religiosa. No tiene ningún otro propósito más que el de incitar el buen sentido de los lectores, y está diseñado para ayudarles a aplicar realmente estos preceptos en su vida diaria. Por debajo de las muchas diferencias de nacionalidad, políticas, raciales, religiosas o de otro tipo, cada uno de nosotros como individuos debe abrirse su propio camino en la vida. El Camino a la Felicidad enseña que tal camino, puede mejorar si los preceptos que presenta se conocen y se usan.

El Camino a la Felicidad está compuesto de 21 preceptos, cada uno partiendo del hecho de que la supervivencia de uno mismo depende de la supervivencia de todos los demás, y que sin la supervivencia de los demás, no se puede alcanzar ningún objetivo ni alegría.

La felicidad se encuentra en emprender actividades que valgan la pena, pero sólo existe una persona que podrá decirte con certeza lo que te hará feliz: tú mismo. Sólo tú puedes decir adónde va el camino, ya que tú estableces las metas para una hora, para una relación, para una etapa de la vida. Y digo eso, porque estoy absolutamente convencida de que la felicidad depende de nosotros mismos, no de nuestra circunstancia.

A pesar de ser un proceso complejo y una lucha continua, a lo largo de nuestra vida nos damos cuenta que hay miles de obstáculos que nos impiden alcanzar la felicidad, y desde ese momento empezamos a considerar que es ésta algo espontáneo y no algo que siempre está permanentemente fijo.

Cuando tenemos un problema, creemos que es el más grave, sin darnos cuenta que hay personas que se encuentran en situaciones peores que la nuestra. Hablo por todos cuando digo que por la mínima cosa que nos pase en la vida, creemos que eso nos lleva a la infelicidad y a la desconfianza en nosotros. Una consecuencia de esto, que posiblemente nunca observamos, es que cuando pensamos que no tenemos solución o salida, en realidad le estamos diciendo a nuestro cerebro que, haga lo que haga, está todo perdido, entonces propiciamos que el cerebro actúe como si de verdad ya no se pudiera hacer nada dirigiéndonos hacia el lado opuesto del camino que nos pueda llevar al de la felicidad. Nuestra mala predisposición determina, con frecuencia, una realidad negativa, es decir, nosotros mismos tenemos la capacidad de agrandar la problemática dada. Ser optimista es algo que comúnmente a todos nos cuesta trabajar, confiar en nosotros mismos ya que, cuando perdemos la confianza en nosotros mismos, toda nuestra vida se desmorona y en otros casos, también perdemos la de los demás, ya que con el tiempo las cosas o la gente que creíamos necesario para lograr nuestra felicidad no son lo que realmente parecen o parecían ser, por lo que nos damos cuenta que tenemos que retroceder y empezar de nuevo; éste es sin duda un proceso fundamental a lo largo de nuestra vida.

Una continua lucha, con nosotros mismos y con el resto de cosas y personas que nos rodean, en el trayecto de ese camino aprendemos a desconfiar de las cosas y la gente que nos rodean, ya que la confianza es algo adquirido desde nacer y la desconfianza es algo que adquirimos debido a las experiencia. El problema de todos nosotros, es que por principio nos sentimos más feliz cuando conseguimos una meta difícil que cuando logramos algo rápidamente y sin dificultad, por eso muchas veces nos aferramos a buscar la felicidad en lo que no tenemos y en el futuro, sin darnos

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