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LA IGUALDAD DE LA POLITICA Y LA VIDA SOCIAL


Enviado por   •  19 de Junio de 2022  •  Informes  •  4.422 Palabras (18 Páginas)  •  36 Visitas

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ALUMNO: Alejandro Maldonado Rueda

GRADO: ´´1´´                       GRUPO: ´´c´´        

NOMBRE DEL PROYECTO: la igualdad de la vida y  

                                              la política social

MATERIA: Formación cívica y ética

PROFES@R: lilidet martines hernandez

FECHA DE ENTREGA DEL TRABAJO: 30/5/2022 y                                         entre 2/6/2022

ESCUELA:´´JOSE MARIA PINO SUAREZ´´

 

TURNO: MATUTINO

     LA IGUALDAD DE LA POLITICA Y VIDA                      

                           SOCIAL

                                            Introduccion

Según la justicia social, todas las personas, además de tener los mismos derechos políticos y civiles, deberían tener las mismas posibilidades de acceder al bienestar social, y, en este sentido, el mismo derecho y las mismas oportunidades a la educación, a la salud y al trabajo.

El modelo Marxista establece que la igualdad social es un valor fundamental para una sociedad mejor,​ con más justicia social, más cohesión y se considera una condición para el ejercicio de los derechos civiles y políticos y la consecución de una vida digna (derechos económicos, sociales y culturales).

La igualdad social es un derecho que promueve el reconocimiento de paridad ante la ley, es decir, la igualdad de oportunidades y ante cualquier condición personal para todos los individuos. El concepto “social” presenta diversas concepciones según la cultura y el país.

                                        PARTE I

      De la igualdad considerada social y filosoficamente

                                        Capitulo I

La idea de igualdad supone la de diferencia: si no hubiesen notado maneras de ser diferentes , no cabia afirmar que las hubiera iguales: no se diría que los hombres lo eran, sino comprendiendo que pueden dejar de serlo .Que los aficionados a los estudios psicológicos, que propenden a ver sucesivos fenómenos que tal vez son simultaneos , discutan si la nocion de igualdad ha seguido o procedido a la de diferencia;a nosotros nos basta hacer constar que si todos fueran, se sintieran y si supiera iguales, no se discustiria acerca de la igualdad, viviríamos sin afirmarla ni negarla, sin notarla; no habría idea de ella, como no existiría la de salud si no se hubieran visto vivientes enfermos ni se concibiera que pudiesen estarlo, Anterior, posterior o simultanea, negación o afirmación de semejanzas o de diferencias, la igualdad y la desigualdad coexisten de tal manera, que no puede concebirse la una sin la otra, y que el estudio de cualquiera de ellas es el estudio de entrambas.

Si, pues, desde el primer momento que meditamos sobre la igualdad la vemos que coexiste con la desigualdad, y que no se concibe si ella la primera consecuencia que sacaremos es que entrambas existen necesariamente,  que son indestructibles la una como la otra, y que ni el nivel ni el privilegio ´pueden ser un medio permanente de establecer la paz y la justicia, porque uno y otro prescinden de la naturaleza de las cosas.

                                 CAPITULO II

De la igualdad, de la identidad, de la semejanza y de la            

                                equivalencia.

La igualdad sin diferencia alguna entre las personas, sabido es que no existe, y aun las cosas que no acertamos a distinguir no son idénticas. Si lo parecen las hojas de un árbol o las arenas del mar, es porque no las observemos bien, o porque no tenemos medios adecuados de observación: a medida que esta se perfecciona mas, halla mas diferencias ;tanto, que no conocer es distinguir. Nos parecen iguales las ovelas de un rebaño que el pastor no confunde, y dos gotas de agua que ponemos como ejemplo de cosas idénticas, con el auxilio del microscopio se ve que no lo son.

Si la igualdad entre los hombres no es, no puede ser la identidad, resultara, pues , de cierto grado de semejanza. Pero ¿Qué grados de semejanza bastan para constituirla igualdad? ¿Cómo se mide estos grados? He aquí dos preguntas que es preciso hacer y difícil contestar. Por difícil que sea hay que contestarlas, porque ya se conceda la igualdad o se niegue, necesario es razonar la concesión o la negativa: reflexionemos, pues, sobre el asunto.

Hay que poner ruedas a un vagón, y han de ser iguales. ¿Qué necesitamos para decir que lo son? No que sean idénticas, sino que su semejanza sea bastante para resistir igualmente por cierto tiempo.

                               

                                   Capítulo III

               Origen y progresos de la desigualdad

Es tan cierto lo que decíamos en nuestro primer capítulo, de que sin haber observado diferencias no habría ocurrido pensar en igualdades, aquéllas y éstas están en relación tan constante, íntima y necesaria, que al estudiar la igualdad hallaremos de continuo la desigualdad, sin que nos sea posible hacer investigaciones sobre la una, sin analizar la otra, y anotando que, bien definida cualquiera de ellas, es fácil definirlas entrambas con exactitud.

Si la IGUALDAD es aquel grado de semejanza necesaria para el fin a que se destinan las cosas o las personas que se comparan, la DESIGUALDAD será aquel grado de diferencia por el cual las cosas o las personas no puedan servir igualmente al mismo fin.

El Origen de la desigualdad del hombre que es la que nos proponemos estudiar, está en la naturaleza, entendiendo por naturaleza del hombre no sólo su organismo físico, sus necesidades materiales y los medios de satisfacerlas, sino su ser completo, físico, moral e Sin dejarse llevar de la imaginación o del espíritu de sistema afirmando acerca del hombre prehistórico lo que no puede saberse, cabe asegurar que los primeros hombres no eran iguales entre sí, en el sentido de ser idénticos, ni aun tenían todo aquel grado.

                             

                                    Capítulo IV

               ¿Es lo mismo igualdad que democracia?

La igualdad entre los que no tienen ningún derecho y obedecen a la voluntad de uno solo o a la ley que de él emana, es el gobierno despótico o absoluto, no la democracia. La igualdad en el derecho político puede mirarse como sinónimo de democracia; cuando todos tienen los mismos derechos políticos, todos contribuyen igualmente a la formación de la ley, al menos en teoría, y democracia es lo mismo que igualdad.

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