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La Comunicacion Familiar


Enviado por   •  24 de Marzo de 2014  •  2.491 Palabras (10 Páginas)  •  274 Visitas

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1. Importancia de la Comunicación en la Familia.

La familia es la primera escuela donde aprendemos cómo comunicarnos. La forma como aprendemos a comunicarnos en nuestra familia de origen determinará cómo nos comunicamos con los demás.

Así el niño comienza aprendiendo gestos y tonos de voz de sus padres y hermanos, comunicándose a través de ellos. Por ejemplo, cuando señala con el dedo y pide "ete" ó "quielle" para pedir algo. En este caso, es la familia la que entiende e interpreta lo que quiere decir. Así las familias establecen formas de coordinarse que determinan y satisfacen las necesidades de todos sus miembros.

La forma de comunicarse que tienen los miembros de la familia, determinará la forma en que los niños que en ella crecen aprendan una manera de emocionarse y de pensar. Esto significa que cada familia enseña a través de la forma que tiene de comunicarse, su estilo particular; los valores, forma de pensar y mirar el mundo.

La comunicación familiar es importante, porque a través de ella los miembros familiares establecen contacto entre ellos, para dar o recibir información, para expresar o comprender lo que piensan, para transmitir sus sentimientos, comunicar algún pensamiento, idea, experiencia, o información o vincularse por el afecto.

Cuando existe la comunicación en una familia, seguramente se puede afirmar que existe un compañerismo, una complicidad, y un ambiente de unión y afecto en la casa. Habrá sobretodo un respeto mutuo y unos valores más asentados. Sin embargo, crear este clima de comunicación en la familia, no es así una tarea tan fácil. Hay que ayudar a los hijos con prácticas, es decir, que los padres introduzcan mecanismos que faciliten la comunicación.

Tener una saludable comunicación en el hogar, posibilita un ambiente de armonía, en el cual los distintos miembros pueden compartir y relacionarse de manera respetuosa y solidaria. Además, permite que exista una mayor comprensión de las diversas necesidades y personalidades de los integrantes de la familia, por lo que cada persona es apreciada y aceptada por ser quien es.

No significa que no se presenten problemas en el hogar, sin embargo, al haber una buena comunicación, los conflictos pueden resolverse de una manera en la que se puede aprender y crecer, así como construir soluciones positivas y creativas. A través de una buena comunicación, los problemas se enfrentan de manera directa y abierta, dentro de un clima en el que todas las opiniones cuentan y las distintas posiciones son escuchadas y respetadas.

Por otro lado, tener una adecuada comunicación en la familia, es crucial para el proceso de construcción de los valores, sobre todo porque es en el propio hogar, donde los/as hijos/as aprenden del ejemplo de sus padres para interiorizar dichos valores. Tener una sana comunicación familiar, permite sobretodo que los valores sean validados e integrados por los miembros. De este modo, la familia podrá tener una verdadera cohesión y estabilidad

Una buena comunicación, va más allá del hecho de hablar y escuchar. Implica saber qué decir y cómo decir las cosas, así como saber escuchar de una manera activa y atenta. El lenguaje corporal, es una parte muy importante también. Abarca además, habilidades como la comprensión y la empatía.

“Una buena comunicación no sólo implica hablar de muchas cosas, también tiene que ver con relacionarse en un nivel personal profundo. Tiene que ver con compartir los sentimientos y las preocupaciones, y con la habilidad para articular lo que uno piensa, cree y expresa" (González y López, 2003,p.82).

Para que la buena comunicación se de, es fundamental que los distintos miembros de la familia, respeten que cada uno tiene sus propios puntos de vista, distintas prioridades e intereses. También que consideren que los temperamentos y las personalidades de cada quien son diferentes.

“Con el fin de comprender mejor a sus hijos, apreciarlos y comunicarse con ellos de forma efectiva, es muy importante que usted descubra la singularidad de cada niño” ( Wright, N, 1994, p.2).

Las formas de comunicación se aprenden, por lo tanto, es vital el ejemplo y el apoyo que los padres puedan dar. Además, de la misma forma en que son habilidades que se aprenden, no son fijas, sino que son capacidades que pueden modificarse y enriquecerse constantemente. De ahí la importancia de que los padres se informen y hagan consciencia de cómo están poniendo en práctica, en el día a día, las distintas habilidades de comunicación dentro de su hogar, pues nunca es tarde para formar nuevos hábitos y transmitirlos a los/as hijos/as.

Hablar de una buena comunicación significa sobre todo, sostener un estilo asertivo, es decir, expresarse de manera clara, directa, comunicando los propios deseos, así como prestando atención a las necesidades del otro.

Comunicarse de manera asertiva, es expresar lo que verdaderamente “yo quiero, no quiero, puedo, no puedo, etc.” Es decir, exponer de forma abierta mis sentimientos o pensamientos de la manera correcta y sin causarle daño a nadie.

Cuando se llega a alcanzar una comunicación asertiva dentro del hogar, cada integrante aprende a dar a conocer sus posiciones y opiniones. A la vez se reconocen, se validan y se respetan las percepciones y emociones de los demás sin hacer diferencias, se trate de un hermanito pequeño, o el padre o la hermana mayor.

Para alcanzar una comunicación asertiva dentro del hogar, los padres deben dar el ejemplo a sus hijos/as de diversas habilidades. Entre algunas de éstas, las autoras González y López (2003) mencionan:

• Analizar nuestro propio comportamiento, pensamientos y emociones y responsabilizarnos de sus consecuencias.

• Reconocer que tenemos derecho a cambiar de parecer.

• Aprender a decir “no sé, no comprendo, no estoy interesado”.

• Despreocupación por “el qué dirán”.

• No hacer afirmaciones rotundas o radicales: todo, nada, negro, blanco, siempre, nunca.

• Aprender a decir “no” sin sentirnos culpables.

• Referirse a los comportamientos y no a la persona. Por ejemplo: “Puedes hacer eso con más cuidado” y no “eres un torpe”; “quisiera que me hicieras más cariño” y no “eres un grosero”.

La comunicación puede verse obstaculizada, paralizada o bloqueada de muchas maneras. Es importante que se identifique si en el hogar están ocurriendo

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