La Cultura Del Miedo

LA CULTURA DEL MIEDO

Si hablamos de “cultura del miedo” se puede hacer referencia, en primera instancia, a un hostigamiento en alguna cosa en particular que conlleva a retener el miedo y ascenderlo aún más. Para saber el por qué, se tiene un claro ejemplo de la vida cotidiana: cuando cruzas una calle y crees que un coche te va a atropellar corres para evitarlo, evidentemente no te paras a mirar si te da tiempo al paso que vas o si te atropellará. Por ello decimos que cuando tenemos miedo tenemos un comportamiento más irracional que lo normal.

Algo tan natural como lo es este ejemplo, se utiliza muy a menudo en la política; como por ejemplo en una crisis en la que se busca una rápida solución la cual es la que los políticos nos entregan: si no quieres perder tu trabajo tendrás que trabajar más y cobrar menos, permitir que te quiten ayudas sin protestar, dejar que con tu dinero financien bancos porque según ellos es la única forma de salir de la crisis.

Adentrando más en el contenido se puede encontrar la situación de la Argentina entre los años 1976 y 1982, durante el conocido proceso de reorganización nacional.

En Argentina se tuvo lugar una política implementada desde el gobierno para exterminar toda oposición política y toda actitud que estuviera en contra del gobierno. La cual dejo como resultado la persecución no solo política sino religiosa, o de género como los homosexuales y alrededor de 30.000 desaparecidos.

El golpe del 24 de marzo de 1976 derrocó sin mayor resistencia a la presidente Isabel Perón. El nuevo presidente fue Jorge Rafael Videla, quien de este modo comenzó una de las dictaduras más violentas vividas en el país, que se estableció durante 8 años.

En esta etapa se instauro el, ya nombrado, Proceso de Reorganización Nacional; el cual hizo público las normas y objetivos fundamentales: la transformación de la sociedad argentina de raíz. Y ya que el país se encontraba en crisis, se autonombraron como una especie de “auto salvación” para la que no se establecía un tiempo determinado para llevar a cabo la tarea.

Como primera cuestión la sociedad sufrió un autentico abismo: se escuchaba el estallido de las bombas y se cometían numerosos secuestros y atentados. Otro punto es el de la prohibición de partidos políticos y sindicatos, no se permitía siquiera reflexionar porque el terror ya estaba haciéndose cada vez más vasto.

En fin, a través de la prisión de dirigentes, la censura de intelectuales, las “listas negras”, la desaparición forzada de personas, la gran cantidad de detenidos y exiliados, las acciones de los “grupos de tarea”(todas ellas realizadas al margen de cualquier norma legal) se va infundiendo el miedo en la sociedad, de la manera más brusca y menos pensada. Tan sólo sucedían a la vista de cualquier habitante, en la calle, en la vivienda o en lugares

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