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La Pobreza


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2014  •  4.207 Palabras (17 Páginas)  •  210 Visitas

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Historia de la Pobreza:

Como lo refleja la Biblia, en muchos de sus paisajes, la pobreza es parte de la historia misma de la humanidad, siempre se le ha considerado como una situación normal en la vida del hombre. Los escritos de la antigüedad reflejan como la escasez de alimentos y el hambre eran algo crónico y común.

Durante la edad media aparecen las primeras manifestaciones de pobreza. Precarias viviendas sirvieron de morada al hombre y su familia. Estas, con una sola habitación en unos casos, y con un máximo de dos en otros, se constituyeron en casas que fueron el producto de construcciones rústicas y ordinarias, carentes de los servicios básicos, donde el desconocimiento de las más elementales normas de higiene agravaba las condiciones precarias de vida en las que habitaban miles de personas. Otro de los fenómenos habituales para la época era el hambre, las costumbres medievales permitían apreciar una notoria contraposición entre opíparos banquetes, de los que disfrutaban las personas que integraban las clases sociales más nobles y la inanición en que se debatían otras menos afortunadas.

Durante el siglo XIII y las siguientes tres centúrias el hambre continuó. “Entre 1201 y 1600 el ritmo de su crecimiento y propagación se mantuvo constante: Siete épocas de hambre y diez años de escasez de alimentos a lo largo de cada siglo”.[1][1]

El hambre y la escasez han acompañado por siglos la evolución de la vida del hombre, múltiples capítulos de la historia de la humanidad así lo reflejan, largos períodos de hambre generaron muerte y miseria. Esas largas jornadas de hambruna fueron manifestaciones intensas de la pobreza.

La pobreza se ha mantenido durante siglos como un enquistado mal difícil de exterminar. En 1798, el clérigo ingles Thomas R. Malthus[2][2] dejó saber, mediante un ensayo publicado, sus conclusiones acerca de la constante tendencia observada en la población a crecer por encima de la producción y la capacidad de abastecimiento de alimentos. Esta anomalía, sin un control adecuado absolutamente necesario, siempre arrastraría a la masa humana al hambre, a la enfermedad y a la guerra. La pobreza era para él, en sus consideraciones, un algo inevitable para la mayoría de los seres humanos.

Para mediados del Siglo XVIII, durante la llamada “Revolución Industrial”, se produjeron cambios y la producción comenzó a registrar un aumento progresivo. Pero este fenómeno también involucraba el incremento de la población, el cual para inicios del siglo XIX ya mediaba en un 50%. Disminuyó el índice de mortalidad y aumentó la producción de alimentos, surgiendo además otros recursos que ayudaban a abastecer a un gran número de personas.[3][3]

El Siglo XIX fue el siglo de la explosión demográfica, en ese período la humanidad creció más de lo que lo había hecho en millones de años. Pero, de la misma manera como esto sucedió, continuaron produciéndose nuevos acontecimientos que generaron hambre en la India, Irlanda, China y la URSS, por mencionar algunas de las regiones del mundo más importantes que fueron afectadas. Curiosamente, estas grandes crisis, no afectaron mayormente los países del mundo occidental.

Actualmente, el hambre y la escasez todavía prevalecen con sus amargas y terribles consecuencias, sin que este problema se haya logrado reducir significativamente o eliminar en nuestro continente.

Para América Latina la pobreza ha sido siempre un flagelo en constante evolución, que toma fuerzas y abarca, con sus tentáculos, un elevado porcentaje de la población. A la pobreza, como mal de la sociedad, debe cortársele el paso, combatirla, reducirla progresivamente hasta erradicarla. Es por ello que en nuestros Países, a través de nuestros gobiernos y nuestras sociedades, debemos hacernos eco de la advertencia que hace muchos años lanzó el Sr. James Grant, Director General de la UNICEF, quien señalaba que en pobreza “lo peor todavía esta por venir” y por ello debemos prepararnos para producir las transformaciones necesarias, tomando las previsiones para actuar antes de que sea demasiado tarde.

Concepciones con Respecto a la Pobreza:

Hablar sobre el concepto del vocablo “pobreza” constituye un aspecto necesario y determinante para aclarar el contenido de un trabajo como este. Esta palabra ha sido poco conceptuada en los miles de libros y artículos que se han publicado hasta el presente, por considerar muchos autores que se conoce con exactitud de lo que se está hablando.

El concepto de pobreza es muy genérico e impreciso. La historia conceptúa al "Rico” y al “Pobre” como si fueran dos naciones, cuando en realidad no se puede determinar con precisión cuando se está dentro de una categoría o donde está el punto medio entre ambas condiciones, siempre habrá una porción, un tercio, un quinto o un décimo de la población que tendrá el mas bajo nivel de ingresos o de capital, por lo cual el término “pobreza” se torna cada vez mas subjetivo y complicado de precisar.

Algunos autores e investigadores, desde hace mas de medio siglo, han coincidido en establecer que la pobreza es un mal social, una condición que estratifica al ser humano que vive dentro de una sociedad. La catalogan como un sustantivo que identifica una degeneración social, mientras que otros la expresan en conocimiento de lo complejo y extenso de lo que encierra el concepto en sí.

Entre las opiniones, mayormente manejadas, capaces de conceptuar de manera diferente a la pobreza tenemos:

• “La pobreza es intrínseca de la misma naturaleza humana, cuando no nos sentimos satisfechos, cuando vemos que otros viven mejor que nosotros.” [4][4]

• “Se entiende por pobreza la condición social que agrupa a aquellos que actualmente no pueden tener un nivel de vida decente, aquellos cuyas necesidades básicas superan la capacidad de sus medios para satisfacerlas”[5][5].

• “La pobreza es la incapacidad de satisfacer las necesidades mínimas”[6][6].

En los dos últimos conceptos se deben destacar la presencia de los vocablos “necesidades” y “decente” por considerarlos como elementos claves para relacionar la idea de lo que se quiere conceptuar, aunque debe quedar claro que cada uno de nosotros puede tener su propia concepción de lo que es un nivel “decente” y cada familia la idea de lo que son sus “necesidades”. Cuando se habla de “necesidad” o de “necesidades” me refiero a aquellas aspiraciones básicas a las que todo hombre desea acceder para adquirir una condición de vida adecuada, apropiada al medio social en el cual se desenvuelve. A estas urgencias básicas

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