La construcción de la Paridad de Género

Cuando una mujer entra en política, la mujer cambia;

cuando muchas mujeres entran en política, cambia la política. (Michelle Bachelet)

Uno de los sectores de la población que ha tenido que luchar para ser parte de la toma de decisiones en la vida política de México, es el de las mujeres; tradicionalmente se les ha considerado como aquellas que “sólo” cuidan del hogar y la familia, “sólo nutren, limpian, consuelan y apoyan”^[1]. A pesar de ser un grupo mayoritario en la sociedad mexicana, las mujeres se han caracterizado por encontrarse apartadas, ya sea voluntaria u obligatoriamente, de las esferas del poder.

Ante esta situación, se han desarrollado herramientas legales para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en la esfera pública. Por ello, la Paridad de Género se ha convertido en uno de los principales objetivos a lograr, para consolidar una sociedad democrática. En este sentido, el presente ensayo tiene como objetivo hacer un análisis sobre el proceso de construcción de la paridad de género, a través de los efectos que han tenido las reformas electorales, de manera específica en el Congreso del Estado de Hidalgo. Se abordarán los resultados de estas Reformas para lograr la paridad de género, considerando también los elementos de fortalecimiento del liderazgo femenino, como son los partidos políticos y el desarrollo de instrumentos legales, para incentivar la paridad de género en la Entidad.

La construcción de la Paridad de Género

Entendiendo a la Paridad como una medida en la que se reformula la concepción del poder político, concibiéndolo como un espacio que debe ser compartido en partes iguales entre hombres y mujeres^[2], resulta importante conocer cómo se ha desarrollado este concepto en el sistema político hidalguense, vinculándolo con las reformas electorales federales, para promover la igualdad de género.

A principios de la década de los noventa, cuando comenzó a promoverse de manera más activa la participación de las mujeres en la vida política, sobre todo en los Partidos Políticos; la presencia de mujeres en el Congreso Local de Hidalgo, era escasa y su participación en la vida pública difícilmente tenía grandes alcances. A pesar de que ya se encontraban reconocidos los derechos políticos de las mujeres en la Constitución, la realidad distaba mucho de una verdadera inclusión femenina en los espacios de toma de decisiones. Muestra de esta situación se observa en el siguiente cuadro, referente al número de mujeres en el Congreso Estatal, desde que se elige a la primera diputada en la XLV Legislatura en 1966^[3] hasta 1993, año en el que comienza una promoción más activa de la participación femenina.

Tabla 1. Participación de las mujeres en el Congreso

del Estado de Hidalgo (1966 – 1993)

Fuente: Elaboración propia con datos del Archivo Histórico del Congreso del Estado de Hidalgo y del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo

Durante este primer período, el poder legislativo se encontraba casi en su totalidad, en manos de varones. La participación de las mujeres “estaba limitada por una lógica que las relegaba al ejercicio de una ciudadanía subordinada a las reglas de una élite predominantemente masculina, que monopolizaba la representación”.^[4] Se observa que en un lapso de 27 años, únicamente 14 mujeres habían logrado un espacio en el poder legislativo, muchas de ellas debido a sus relaciones personales o de parentesco con hombres en el poder.

Por lo que se hace necesario adoptar medidas para contrarrestar esta situación y trabajar en una representación más equilibrada entre hombres y mujeres. La Reforma electoral de 1996^[5] en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), da como resultados cambios significativos en entidades como Hidalgo, en el que durante el período de 1996 a 2008^[6],  se duplica la presencia de mujeres en el poder legislativo con relación al primer período revisado, es decir de un 8.7% a un 16% de participación, la cual se presenta en la siguiente tabla.

Tabla 2. Participación de las mujeres en el Congreso

del Estado de Hidalgo (1993 - 2008)

Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo.

Con la Reforma electoral, se adopta un sistema de cuotas de género, que permitía establecer una reserva rígida para el grupo social que se buscaba favorecer, en este caso a las mujeres. No obstante, la paridad de género, es decir una participación equilibrada  de hombres y mujeres en el ámbito de lo público, era un tema alejado de la realidad hidalguense.

Las siguiente Reforma al COFIPE en 2007^[7], permitió seguir avanzando en la inserción de las mujeres hidalguenses en la política. En este último período de análisis, de 2008 a la actualidad, se observa que las mujeres acceden lenta pero firmemente al espacio público pues su presencia se incrementó casi en un 10% en relación con el período anterior. A pesar de que ha habido algunos tropiezos, pues Hidalgo no fue la excepción en cuanto a la existencia de diputadas “juanitas”, quienes una vez electas, fueron sustituidas por sus suplentes varones. Lo que manifiesta el hecho de que aún es importante seguir fortaleciendo nuestro sistema electoral, hasta lograr una representación por igual, entre hombres y mujeres. Será interesante analizar los efectos que tendrá en el Estado, la Reforma a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), que obliga a los partidos políticos a que haya paridad entre los géneros en sus candidatos a puestos de elección popular.

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