La cultura humana y violencia

Articulo

La cultura humana, en todas las sociedades, se ven expuesta a muchas dicotomías que se encaminan principalmente a los pensamientos y acciones de los seres humanos. Formas de pensar, percibir, hacen parte de la motivación y de la orientación de las acciones que hay en la sociedad y a su vez, las formas de pensar, hace de los individuos crear vínculos afectivos. Por su parte, estos vínculos no están directamente relacionados con interacciones lingüísticas sino más bien, en actitudes cotidianas, por ejemplo las manifestaciones de agobio o inconformidad en las relaciones de pareja.  Por lo tanto, se establecen relaciones en el entorno y se emplean los modelos aprendidos de pensamiento que tiene asociaciones afectivas tanto negativas como positivas. De esta manera, es que la cultura humana y la violencia se entienden en un contexto social puntualmente pero culturalmente amplio.

En principio, la violencia asume un rol específicamente humano, ya que a diferencia de los animales, estos últimos no tienen actos impetuosos ni asertivos como lo tienen los seres humanos en su entorno. Sin embargo, aún hay individuos que se designan estas similitudes pues creen que dichos actos negativos solamente son  acertados por el origen de la vida humana (CharlesDarwin) y son justificados por que está en el ADN de cada ser vivo.

En definitiva, y contra produciendo la justificación de la evolución, los actos violentos y negativos hacia los demás, es altamente justificado por la precocidad agresiva que tienen los humanos desde su crecimiento. Según como lo afirma Sampsomp, la agresividad nace desde el jardín ya que desde antaño, los niños empiezan a crear pensamientos y comportamientos ante la sociedad. Dicho comportamientos, para algunos, son comportamientos son considerados como instintos pues se atribuye a u mecanismos de defensa o particularidad general. Sin embargo, la incógnita del por qué esta tan desigualmente distribuida, es la razón por la cual, estas reacciones no están profundamente asimiladas como acciones normales en la sociedad.

Como por ejemplo, gracias a la influencia criminal que existe actualmente en Cali, los jóvenes en la ciudad están perdiendo el interés en lo que realmente es beneficioso para ellos. Por otro lado, la influencia criminal ha  incentivado a que los jóvenes pierdan el interés en las aulas de estudio, que las jornadas deportivas se agoten, que las ofertas  laborales que además de precarias se vuelvan insuficientes. Por desgracia, en la caracterización de la adolescencia, Cali ha perdido su participación en cuanto a la inserción de buenas personas.

Ahora bien, estas influencias criminales suelen venir intervenidas por cambios en los comportamientos y pensamientos de los jóvenes de Cali. Promoviendo a agresividad como sinónimo de estándares de aceptación en una sociedad cultural y la obtención de una identificación del propio ser como parte de ella.

Por otra parte, el punto de vista influenciado en este contexto por la cultura criminal, incursiona el concepto dado por Thompsom, el cual afirma que la identidad de un individuo siempre es dependiente de otra persona, es decir, que las actitudes de las demás personas, son totalmente influyentes en las del individuo propio. De esta manera, cabe afirmar que las actitudes que los jóvenes de Cali actualmente se ven netamente determinadas por las tendencias criminales que el narcotráfico, terrorismo y demás han estipulado en la sociedad.

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