La educación en la nueva España La sociedad prehistórica de México

La educación en la Nueva España

La sociedad prehistórica de México estaba conformada por los aztecas, cultura que formó grandes imperios y logró múltiples avances en la ciencia, la tecnología, los valores y la sabiduría de los integrantes del pueblo. Esta colectividad estaba dividida jerárquicamente, por lo que la formación escolar se les impartía de distinta manera y en diferentes lugares dependiendo de su nivel socioeconómico.

     La educación comenzaba en el seno materno a partir del destete (3 años de edad). Los padres de familia enseñaban valores y responsabilidades sociales a los educandos. Las madres se encargaban de las niñas, a las cuales se les inducia a las labores del hogar y a ser sumisas ante el hombre; los padres se encargaban de los niños, a los cuales se les enseñaba a ser valientes y a practicar el oficio familiar.

     Al cumplir los 12 años, los hombres debían dirigirse a una nueva institución, la cual sería la encargada de brindarles una formación social en la cual se establecía que debían de servir al pueblo mediante un oficio, el sacerdocio, la política y el militarismo. Estas instituciones eran subsidiadas por el gobierno y llevaban el nombre de Calmécac y Tepochcali; en las cuales se educaba a los nobles y plebeyos respectivamente.

     Estos templos educativos eran un tipo de internados en los cuales los nobles no tenían permiso de salir a menos que fuera porque iban a contraer matrimonio, mientras que los plebeyos tenían algunas libertades por el hecho de que tenían que ayudar a su familia con los gastos familiares. La disciplina se impartía de la misma manera en ambas, se recurrían a castigos y al auto sacrificio para que el joven preparara su cuerpo para la guerra y las épocas difíciles.

     A partir de la invasión Española (1521), este modelo educativo cambio radicalmente. Al considerar la tierra como suya, los grupos Españoles definieron que la Nueva España debía de tener su formación cultural y religiosa y erradicar sus creencias. Para lograr esto se mandaron grupos evangelizadores (Franciscanos, Agustinos, Dominicos y Jesuitas), los cuales tenían la responsabilidad de educar a los indígenas en los conocimientos generales y en la religión católica.

     Debido a que la lengua de los Españoles era distinta a la de los indígenas, los evangelizadores les enseñaban sobre religión y cultura utilizando herramientas visuales y auditivas, mediante música, imágenes, catecismo con dibujos y teatro,. La educación era financiada por la corona, pero su propósito no era precisamente el cultivar a la sociedad de la Nueva España en el gran mundo del saber, sino más bien, el lograr que los sirvientes de los nativos fueran capaces de realizar todo lo que se les pidiera, además de que pudieran realizar cuentas al realizar compras o leer comunicados.

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