La respuesta para la inclusión educativa

Hoy en día, es posible evidenciar la masiva inclusión social en materia educativa universitaria desde hace unos diez años; sin embargo, esto no siempre fue así. Desde el año 1989, la inversión destinada a la educación era tan baja que no alcanzaba para cubrir a cabalidad las necesidades de los estudiantes, y más aún, asegurar el ingreso a los bachilleres.

Es inevitable siquiera mencionar una misión sin antes recordar al comandante Hugo Chávez, el cual fue su creador, siempre con la finalidad de que estas beneficiaran no solo a los venezolanos sino a toda persona que viva en Venezuela. Conociendo esto, es posible mencionar el tema de interés principal de este ensayo, el cual es el Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, denominado “Misión Sucre”, que desde sus inicios pretendía la inclusión masiva de los bachilleres a la educación superior, esto, para cumplir con los artículos 102 y 103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Siguiendo a Hopenhayn y Ottone (2000), "un campo que decide":

“… la importancia creciente de la innovación y el conocimiento en las economías hace de la educación no sólo una inversión con alta tasa de retorno, sino un campo que decide sobre el destino futuro de personas y sociedades enteras.”

Es decir, el Gobierno Bolivariano con su ya implementada democracia protagónica y participativa, concibe la educación como una “inversión social”, a diferencia de la democracia representativa que la percibía como un gasto. Actualmente, los venezolanos tienen el derecho a la educación gratuita y garantizada desde la inicial (maternal) hasta la universitaria (pregrado) con el fin de que le sea devuelto al país el trabajo en el cual ese estudiante se especialice. Sin embargo, es notable que se forme anualmente una cantidad importante de profesionales, de los cuales, muchos se marchan a otros países a ofrecer sus servicios, con el fin de obtener una cantidad elevada de beneficios monetarios, lo que puede traducirse como traición a la patria que lo educó gratuitamente.

El cantante revolucionario Residente de Calle 13, menciona en una de sus canciones:

“El que no quiere a su patria, no quiere a su madre”.

Es lamentable, pero la cantidad de venezolanos que dejan de querer a su patria, va en aumento.

El Gobierno venezolano en su constante esfuerzo, se mantiene garantizando una educación de calidad y gratuita, para que esta no le sea agradecida y retribuida, sin embargo, buscar un culpable resultaría más que tedioso, innecesario. Necesario es, que mientras el estudiante se encuentra en formación, se le inculque una nacionalidad sólida, para que este, más adelante, apele y defienda las políticas internas de su país, para que esto funcione como una reacción en cadena:

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