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La sociedad ante la nueva era


Enviado por   •  31 de Octubre de 2016  •  Ensayos  •  1.170 Palabras (5 Páginas)  •  217 Visitas

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LA SOCIEDAD ANTE LA NUEVA ERA

JULIAN DAVID RODRIGUEZ DURAN

Universidad de La Salle

juliandrodriguez95@unisalle.edu.co

 

Resumen

 

En este trabajo se analiza desde tres textos base como se configura actualmente tanto nuestra sociedad como cada individuo según las exigencias de lo que supone una nueva era en la historia de la humanidad, el hipermodernismo, uniendo en si los pensamientos acerca de una sociedad enteramente productivista y de rendimiento que lleva a los hombres a ser no más que animal laborans, en una apoca intranquila y llena de consumismos, miedos, inquietudes y nostalgias.

 

Introducción

 

Actualmente se nota un cambio social indiscutible debido al paso de una “era” a otra, en palabras de (Lipovetsky, 2006)“Todo discurre como si hubiéramos pasado de la era «pos» a la era «hiper».” (p. 59)., pues no solo ha variado la mera organización social y la manera en que esta se ve mediante la exaltación del individualismo, la necesidad de ser vistos y/o expuestos, sino también se ha buscado “modernizar la modernidad” mediante un constante afán de progreso y de superación, aunque siempre con arraigos del pasado, que envuelven a los hombres del hoy en un “ser sin ser”.

Durante este trabajo, se presentaran las concepciones hacia esta sociedad del presente extraídas de los textos de Byung-Chul Han, La sociedad del cansancio y La sociedad de la transparencia; y de Gilles Lipovetsky, Los tiempos hipermodernos, como bases fundamentales para la construcción propia de un concepto pluralizado que defina y/o demuestre la visualización actual del hombre moderno. Para esto en primer lugar se dará a entender el paradigma actual en el que se vive, reconocido por Lipovetsky como era hipermoderna; en segundo lugar, se entenderá por que se percibe a la sociedad de esta era como una sociedad transparente, aburrida y deprimida; y, en tercer lugar, se forjara una conclusión que refleje el pensar propio.


Desarrollo

 

El posmodernismo fue un concepto adoptado a fines de los años setenta que durante gran parte del tiempo brindo un aire fresco y lleno de grandes “esperanzas” sobre el devenir, un momento que suponía la superación de la modernidad, un auge de la primacía del aquí y ahora. Aunque este modelo se creía una época de revelación y progreso, pero se entendió mas como un puente de transición entre dos momentos, una coyuntura en la historia de progreso humano, un breve momento que ya hoy día no es el nuestro, teniendo entonces que “la etiqueta «posmoderno», que anunciaba un advenimiento, se ha convertido a su vez en un vestigio del pasado, en un «lugar para el recuerdo.» (Lipovetsky, 2006, pág. 68)

Entendida como “hipermodernidad” por Lipovetsky, esta época actual ha cambiado las prioridades sobre temporalidad que se tenían como claras en la posmodernidad. El hombre hipermoderno se guía por una temporalidad de la moda que “sustituye la acción colectiva por la felicidad privada, la tradición por el movimiento, las esperanzas del futuro por el éxtasis de la novedad perpetua.” (Lipovetsky, 2006, pág. 64), se ha dejado el hedonismo y la euforia por el presente y la despreocupación por el futuro o el pasado y se acentúan el desempleo, crisis en la economía a toda escala, preocupación sanitaria y un nerviosismo o ansiedad a nivel colectivo.  La sociedad hipermoderna se fundamenta en un hiperconsumismo, el desarrollo de la globalización y la creciente presión, temores e inquietudes a la que se ve expuesto cualquier individuo, por joven o anciano que sea, pues como plantea Lipovetsky: “Los más jóvenes tienen miedo de no encontrar un lugar en el universo del trabajo, los más viejos de perder definitivamente el que tienen” (Lipovetsky, 2006, pág. 74).

Ante esto se obtiene que nos encontramos en una era donde prima el estrés, los miedos del porvenir, la insaciable sensación de inseguridad, un consumismo exuberante, una exigencia en todos los sentidos, el tiempo acelerado, los deseos de renovación perpetua, nostalgia del pasado como marketing e incertidumbre del futuro como modo de presión y aunque no supone una pérdida total de los valores, si proclama una pérdida de esa “seguridad” que se poseía y que desemboca en una serie de trastornos en las personas.

Teniendo conocimiento de la era en la que se vive, ¿Cómo se organiza la sociedad ante todo esto? Han realiza un análisis profundo de la configuración de estas en sus textos que ya desde el principio nos dejan en claro vivimos en una sociedad cansada y transparente. Para empezar, Han expone que: “[…] la trasparencia va unida a un
vacío de sentido.” Y también que: “La trasparencia es en definitiva, la «promiscuidad total de la mirada con lo que se ve» […]” (Han, 2013, pág. 32). Nos encontramos pues en una sociedad que pierde su valor cultural, en donde las cosas, también las personas, son convertidas en mera mercancía y tienen que exponerse para poder ser algo, una sociedad donde el rendimiento y la productividad son impulsadores no solo del día a día de los individuos sino así mismo de sus problemas pues: “La sociedad del rendimiento […] produce depresivos y fracasados.” (Han, La sociedad del cansacio, 2012, pág. 27), una sociedad donde el rostro humano no es más que una faz, se ha hecho transparente, carente de gracia, una sociedad donde el ser no es es si este no se exhibe, no muestra su integridad desnuda y entra a formar parte de la pululante economía del placer, donde “el sujeto de rendimiento se encuentra en guerra consigo mismo[…]” (Han, La sociedad del cansacio, 2012, pág. 31), lleno de vacíos animal laborans hiperactivos, es en esencia una sociedad desasosegada.

Es entonces meritorio coincidir que, una es producto de la otra, es decir, la era hipermoderna es la culpable de esta sociedad desasosegada, así como la sociedad cada vez más expuesta e intranquila impulso una nueva era más allá de la posmodernidad. Prueba de esto se tiene que el hombre mismo quiso ser más productivo donde “El explotador es al mismo tiempo el explotado.” (Han, La sociedad del cansacio, 2012, pág. 32) lo que genera una depresión y un miedo constante, miedo que se refleja a su vez en inseguridad sobre el porvenir, la cual impulso de cierra manera el advenimiento de la era hipermoderna, en la cual a su vez se suscita una producción y un consumo más elevados, llevando todo a un ciclo donde, como se convino, la una es producto de la otra.

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