La violencia

La violencia con demasiada frecuencia domina la vida en el mundo contemporáneo, formando un contraste deprimente con la esperanza de que algunas personas han sido capaces de colocar en el progreso humano. La historia humana ha estado constantemente marcada por los conflictos, pero el riesgo se incrementa por dos nuevos elementos. En primer lugar, existe el extraordinario potencial para la auto-destrucción creada por los seres humanos en el siglo XX. Entonces, tenemos la capacidad de los nuevos medios para proporcionar al mundo entero con la información y los informes no verificables sobre los conflictos en curso. La opinión pública se convierte en un observador impotente, o incluso a un rehén de los que iniciar o mantener los conflictos. Hasta ahora la educación ha sido incapaz de hacer mucho para mitigar esta situación. ¿Podemos hacerlo mejor? ¿Podemos educar para evitar el conflicto o la solución pacífica de él?

Aunque la idea de enseñar la no violencia en las escuelas es sin duda digno de alabanza, parece bastante insuficiente si nos fijamos en lo que realmente está involucrada. El reto es difícil ya que las personas tienen una tendencia natural a sobreestimar sus propias capacidades o las de el grupo al que pertenecen y para entretener a los prejuicios contra otras personas. Por otra parte, el clima general de competencia que prevalece tanto en las economías nacionales e internacionales tiende a convertir la competitividad y el éxito personal en los valores modernos. De hecho, esta competitividad es hoy en día se tradujo en una incesante guerra económica y una tensión entre ricos y pobres que rompe las naciones y del mundo y exacerba las rivalidades históricas. Lamentablemente, con su interpretación errónea de lo que se entiende por competencia, la educación a veces ayuda a mantener este estado de cosas.

¿Cómo podemos hacer mejor? La experiencia demuestra que no es suficiente para establecer contactos y la comunicación entre las personas que son susceptibles de entrar en conflicto para reducir este riesgo (por ejemplo, en las escuelas inter-raciales o inter-denominacional). Si los diferentes grupos son rivales o si no tienen el mismo estatuto en la misma zona geográfica, tipo de contacto puede tener el efecto contrario al deseado - puede llevar a cabo las tensiones ocultas y degenerar en una oportunidad para el conflicto. Si, por el contrario, este tipo de contacto se organiza en un entorno igualitario y objetivos comunes y proyectos que se persiguen son, los prejuicios y la hostilidad latente puede dar paso a una forma más relajada de la cooperación, o incluso la amistad.

La conclusión parece ser que la educación debe adoptar dos enfoques complementarios. Desde la primera infancia, debería centrarse en el descubrimiento de otras personas en la primera etapa de la educación. En la segunda etapa de la educación y en la educación permanente, así como fomentar la participación en proyectos comunes. Esto parece ser una forma efectiva de evitar el conflicto o resolver los conflictos latentes.

El descubrimiento de otras personas

Una de las tareas de educación es a la vez de enseñar a los alumnos y estudiantes acerca de la diversidad humana y de inculcar en ellos la conciencia de las semejanzas y la interdependencia de todas las personas. Desde la primera infancia, la escuela debe aprovechar cada oportunidad para seguir este enfoque

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