Las Politicas Educativas

INTRODUCCIÓN

Al intentar efectuar un análisis del sistema educativo nacional, lo más seguro es que nos enfrentemos con la realidad crítica por la que está pasando nuestro país en todos los ámbitos, similar al efecto dominó, inercia de un empobrecimiento cultural histórico, reflejo de un caos estructural que como estado ha fallado en repetidas ocasiones.

La consolidación de un sistema educativo no se ha realizado debido a que no existe una planeación estratégica en el campo educativo. De poco o de nada sirven los conocimientos y experiencia que nuestras autoridades, expertos e investigadores en esta área puedan poseer si no se cuenta con un plan integral (original) que pueda aplicarse y desarrollarse en el contexto nacional.

En la presente reflexión presento mi punto de vista sobre este aspecto, que a mi parecer es un problema grave que puede tener solución, más depende de la unificación de esfuerzos compartidos de todos los actores que intervienen para poder ofrecer a nuestra niñez y juventud un futuro menos incierto en el ámbito educativo y profesional.

Según el escrito de PRAWDA, Juan y FLORES, Gustavo, Reflexiones al comienzo de un nuevo siglo, Expectativas para el nuevo milenio, en donde presentan algunas hipótesis sobre el cambio sustancial en el contexto de la educación en nuestro país y la respuesta que puede presentar el sistema educativo nacional a este cambio, han de citarse de manera indispensable las reformas impuestas en el marco educativo en los diferentes niveles, las cuales pretenden en el papel lograr una mejor educación en la población mexicana, lograr que México deje de ser “un país de reprobados” a través de institucionalizar el paradigma educativo basado en competencias con el propósito de enfilar a los egresados de los planteles hacia los ambientes laborales industrializados o maquileros, lugar en donde el sujeto deberá ser capaz de demostrar que recibió en su instrucción escolar las habilidades, destrezas y capacidades de desenvolvimiento netamente empresarial. La educación para la vida es sólo un discurso político que se contradice con la realidad en las escuelas mediante, por ejemplo, las últimas acciones sustanciales de la SEP, erradicando de algunos planes de educación media superior asignaturas importantes para la educación integral de los alumnos como lo son: actividades extraescolares (deporte y expresión artística), filosofía e historia.

Las competencias de las que se menciona en las actuales reformas (genéricas) deberían ser diseñadas para el tipo de población que tenemos, con la que estamos trabajando en el interior de las aulas y no generalizar las habilidades y destrezas para un tipo estándar de individuo. Ese es el problema que se debería erradicar desde la raíz, crear un sistema auténtico aplicable al contexto de los mexicanos, pues al copiar sistemas y reformas de otros

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