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Las telenovelas y su influencia en la sociedad


Enviado por   •  13 de Mayo de 2019  •  Ensayos  •  1.359 Palabras (6 Páginas)  •  168 Visitas

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Las telenovelas y su influencia en la sociedad

A lo largo de la vida se han realizado un sin fin de telenovelas, han surgido modas y expresiones, muchas de ellas pasajeras y otras que en la actualidad siguen formando parte de la sociedad. Se ha escrito de este género melodramático cosas buenas y no tan buenas, sin embrago, es importante mencionar que crea modelos a seguir a partir de la estereotipación de personajes, que luego se ven reflejados en la sociedad. Siendo Enamorándome de Ramón  una de las telenovelas en las que basaré mi argumentación y que a la vez será apoyada por la mención de otras.

La telenovela es un fenómeno de entretenimiento basado en el melodrama. A lo largo de su existencia ha sido cuestionada y encasillada a una forma mediocre de entretener a los telespectadores. Se ha debatido el nivel de audiencia y el éxito de las mismas, etc.[1]

Pero más allá de lo anterior estas producciones están llenas de toda clase de estereotipos y su importancia  radica en que estos se traspasan de la pantalla a la vida real; generalizan, clasifican  y encasillan todo.

Lorena Pérez Jácome menciona que:

Las telenovelas  imponen al espectador de manera clara la forma en que debe actuar en su entorno, por ejemplo: modas, civismo, roles sociales,  expresiones, formas de vestir, nombres, características de algunos personajes, etc. El televidente tiende a imitar los patrones de comportamiento que aprende de la televisión, sin embargo, no siempre las conductas que adopta el público en respuesta a estos estereotipos son favorables al desarrollo de la sociedad. [2]

Los estereotipos asimilados y reproducidos por la sociedad, abarcan un gran número de elementos; como lo menciona Pérez Jácome y como lo hemos observado a lo largo de la vida, muchos permanecen en la actualidad.

Un claro ejemplo de los estereotipos que sobrepasan la pantalla se puede observar en la telenovela Enamorándome de Ramón que se transmite actualmente en el canal 2.1 de la empresa Televisa, principalmente en dos de los personajes, Juana (Marisol del Olmo) y Hortensia (Nuria Bages).

Juana es el personaje en el que gira gran parte de la historia, es la “sirvienta”. Como se remarca en los diálogos de la telenovela, tiene una preparación académica nula, proviene de Tijuana y mantiene un acento del norte en todo momento; además es el típico y telenovelesco estereotipo de la empleada de limpieza con trenzas, vestidos holgados y mandil, “leal, honesta, trabajadora, responsable, amable, de buenos sentimientos”[3] que sufrirá un “refinamiento” apoyado de quien se dice su enamorado.

Su contraparte es Hortensia, una mujer con “clase” y educada, como lo menciona cada que le es posible en sus diálogos, además  “es la villana de la historia. Soberbia, manipuladora y rencorosa”[4]. En estos dos personajes podemos encontrar dos estereotipos muy comunes dentro y fuera de las telenovelas y de las que muchas veces escuchamos hacer referencia. Se puede observar a dos mujeres con una diferencia muy marcada de clase, por un lado se nos muestra a la empleada doméstica  ignorante y por el otro a su patrona, una mujer educada a quien su posición le sirve para humillar a los demás. Siendo más específicos se nos muestra a la buena de la historia y a la villana, con las características correspondientes a cada estereotipo y que además son un referente en la sociedad fuera de la pantalla.

Pero ¿cómo es que estos dos personajes nos muestran estereotipos que se han traspasado de las telenovelas a la sociedad?, simplemente observando a nuestro alrededor es fácil identificar que se tiene un estereotipo de la empleada doméstica, que con el simple hecho de escuchar el término se nos viene a la mente una imagen construida y alimentada por los medios de comunicación, pero también es importante mencionar que las telenovelas mantienen un estereotipo irreal sobre esta ocupación, pues ser una empleada doméstica va más allá de trenzas e ignorancia. Y qué decir del estereotipo de la patrona cargado de una serie de características, que fuera de la pantallas toman una dimensión distorsionada y que hasta se vuelven aspiracionales, pues como ya lo mencioné, muchas de las imágenes que asociamos con ciertos términos están alimentadas por lo que nos muestran las telenovelas, aunque no es culpa de éstas que nos agrade distorsionarnos la vida.

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