Ley de inclusión escolar: ¿Un sueño hecho realidad o una problemática desatada?

Ley de inclusión escolar: ¿Un sueño hecho realidad o una problemática desatada?

Últimamente en el área académica se ha puesto muy en boga el tema de la ley de inclusión escolar Nº 20.845, la cual considera que la educación de calidad no puede estar ligada a ningún factor arbitrario, sino que se debe dar a todos los niños y niñas sin excepción, ya que este corresponde a un derecho del niño. Para esto, la ley de inclusión escolar incluye, dentro de sus principales factores, el derecho a padres y madres a decidir el establecimiento donde quieran que sus hijos e hijas asistan, sin necesidad de estar condicionados a un tema monetario y/o académico, poniendo fin al lucro y a  la selección de estudiantes.

Así, tal como la ley lo señala es necesario que haya una inclusión por parte de los establecimientos de todos los alumnos que ingresan al sistema educativo, inclusive los alumnos inmigrantes y  niños/as con necesidades educativas especiales.

Este nuevo enfoque que nos da la ley se puede ver como un gran escalón a la inclusión e integración en todos sus ámbitos, considerando que hasta hace algunos años existía mucha segregación en la educación chilena en cuanto a lo monetario, ya que las personas de menores recursos no podían optar a un establecimiento particular subvencionado, debido a que en estos se exigía pagar un aporte por parte de los apoderados, el cual para las personas más vulnerables era imposible pagar. Por otro lado, antes de esta ley, existía discriminación académica, ya que los alumnos debían rendir pruebas para poder entrar a la mayor parte de los establecimientos, excluyendo a los alumnos que no cumplían con las exigencias académicas mínimas dadas por el colegio/ escuela.

Sin embargo se puede decir que no todo es bueno dentro de esta ley, ya que presenta muchos vacíos o deficiencias, que hacen que la implementación de esta ley en los establecimientos y especialmente en el aula no sean las más amigables para el sistema educativo, es decir, se considera que como idea en un papel vendría siendo un sueño hecho realidad, ya que en la sociedad en que vivimos hoy en día es muy necesaria la inclusión, pero finalmente donde se debe llevar a cabo es dentro de los centros estudiantiles quienes no siempre tienen las capacidades de enfrentar este nuevo desafío que les presenta.

En primer lugar se puede decir que los docentes que están dentro del aula, no se encuentran capacitados para realizar las clases a alumnos con necesidades educativas especiales, principalmente a las de carácter permanente. A modo de ejemplo, podemos considerar un alumno con pérdida de audición severa, quien no logrará comprender los contenidos que se pueden aprender dentro de un contexto de aula regular. En este caso el déficit lo presenta la ley de inclusión escolar, ya que pretende integrar a los alumnos con pérdida de audición severa, pero, no capacita a los profesores para enseñar a estos alumnos y dentro de la ley no existe ningún decreto que aplique a las capacitaciones que va a disponer el estado para el logro del proceso enseñanza-aprendizaje de los alumnos con NEE. Esta problemática ha pasado a segundo plano, ya que principalmente se han enfocado en el fin al copago y el fin a la selección de estudiantes.

Por otro lado, existe la problemática de que al integrar e incluir a todos los alumnos al aula regular, aquellos que tienen mayores capacidades académicas no se podrán desarrollar de manera óptima, ya que se verán retrasados por los alumnos con más bajos rendimientos. Esto se presenta como una problemática ya que estamos en un país en que la educación en general es academicista donde la pregunta más frecuente de los adultos a los niños es ¿cómo te ha ido en el colegio?, hoy en día, pretendemos erradicar esa mentalidad dentro de los colegios, pero para entrar a una universidad necesitamos igualmente un mínimo de notas y un resultado esperado en la PSU.

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