Los estereotipos son imágenes estructuradas y aceptadas por la mayoría de las personas
Enviado por laurabarrantes3 • 25 de Enero de 2018 • Reseñas • 850 Palabras (4 Páginas) • 97 Visitas
Los estereotipos son imágenes estructuradas y aceptadas por la mayoría de las personas como representativa de un colectivo. En la sociedad patriarcal y machista se han formado diferentes estereotipos que describen una “mujer perfecta”. Entre esos está la mujer ama de casa, que es mantenida por su marido y por lo tanto sumisa. Además “la mujer ideal” es aquella que es linda físicamente, es femenina, no demuestra su deseo sexual y por lo tanto es pura. Los paradigmas mencionados anteriormente se desencadenarán en 3 preguntas que serán planteadas a continuación. ¿Qué pasa cuando una mujer se sale de los estereotipos de que es “la mujer perfecta” para la sociedad?, ¿Cuándo una mujer rompe estigmas, es clasificada por la sociedad como puta?, ¿Una puta deja de ser mujer pura y por lo tanto las personas le pierden respeto?
Para responder a estas tres preguntas es pertinente primero diferenciar las definiciones de la palabra puta. Puta significa una persona que ejerce la prostitucion, es decir, es un sinónimo de prostiuta. Por otro lado, tiene la definición de una calificación denigratoria. La sociedad se ha encargado de otorgarle una connotación negativa a la palabra puta que hasta los humanos la usan para ofenderse los unos a los otros.
Ya sabiendo la definición degradante de la palabra puta se puede concluir las preguntas en lo siguiente. La mujer que se sale de los estereotipos, decide manejar su intimidad como se le plazca, sea autónoma y por lo tanto no mantenida por un hombre, es considerada independientemente que trabaje en el ámbito sexual o no, una puta. Una puta a la cual se le ofende, insulta, irrespeta, degrada como persona y se le encasilla.
Existen diferentes paradigmas pero se hará énfasis en dos, los cuales son: el trabajo y el sexo.
Que una mujer saque adelante a su famili, y trabaje para mantenerse, es el primer factor que se ve como malo en una sociedad patriarcal y machista. En una sociedad así, la mujer perfecta, es aquella que no necesita trabajar ni mover un dedo porque su marido puede mantener a la familia por medio de su trabajo, por lo tanto si su marido no los puede mantener es una vergüenza. En dichos términos, ell rol de al mujer, es ser ama de casa. Las mujeres trajadoras sexuales rompen con este primer estigma. Ellas trabajaban para mantener a su familia y mantenerse a ellas mismas.
El segundo factor que será planteado es el sexo y la pureza del cuerpo de una mujer. La pureza es definida como la cualidad de puro o el estado de una persona que no ha tenido relaciones sexuales. Debido a esto, se han determinado paradigmas, como el que una mujer debería ser virgen hasta el matrimonio. La mujer trabajadora sexual rompe también este segundo paradigma. Ellas manejan su intimidad como quieren y precisamente por eso optaron por trabajar mediante su cuerpo.
La mujer trabajadora sexual se sale de estos estereotipos de “ la mujer perfecta” y pura, por lo que se revela contra el patriarcado. Las mujeres trabajadoras sexuales serán determinadas en este escrito como mujeres maravilla. Ellas deciden usar su cuerpo para ganar dinero, mantener a su familia y a si mismas, sin importar las reglas de aceptación de la sociedad. Son aquellas mujeres que deciden coger las riendas de su intimidad y ser autónomas e independientes de un hombre. Estas mujeres son ejemplares porque luchan por el derecho de la libre expresión de todas las mujeres. Por eso se denominarán como heroinas. A pesar de que las personas estén de acuerdo o no con las prostitucion, es innegable que son aquellas que se atreven a ir en contra de lo que plantea la sociedad y deciden ser “putamente libres”. Es decir “cuestionar la libertad que nos ha sido dada (¿o negada?)” ( Candela, 2017). Independientemente de que una mujer sea rica o pobre todas enfrentan el machismo de la misma manera, cualquiera que vaya en contra de este concepto es determinada lamentablemente como puta. Lo cierto es que “todas habitábamos diversas prisiones dentro del parriarcado” (Candela, 2017). Este es otro sustento de porque se determinarán las mujeres trabajadoras sexuales como heroinas que aunque la gente no lo vea y las mismas mujeres no lo aprecien, luchan por los derechos, la dignidad y la libre expresión de todas las mujeres. En conclusión se oponen completamente a el estigma de una mujer sumisa que hace todo lo que el hombre le dice que haga. Las mujeres trabajadoras sexuales pueden decidir qué hacer y que no hacer en su trabajo porque tienen el derecho.
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