Los problemas del aborto en adolescentes

AVANCE I

PROBLEMATIZACIÓN

La adolescencia es una edad de transición, de cambio y de adaptación. Es por eso una edad de crisis, en la que el adolescente sufre, lo que origina que adopte actitudes y conductas que parecen anormales, aunque no lo son. En este paso por la adolescencia, nuevos impulsos como la sexualidad y ansiedad de experimentar nuevas sensaciones se hacen evidentes adquiriendo todas las características de su desarrollo biológico, psicológico y conductual, a veces con agresión y la dimensión esencial, ocasionalmente llegado a la violencia. En consecuencia, el desarrollo biológico y psicológico de la sexualidad le hace enfrentarse con nuevos problemas como el maltrato físico, la drogadicción, enfermedades de transmisión sexual y embarazo tempranos entre otras. Esta situación ha llegado a tal extremo que se consideran problemas de la salud pública. Por consiguiente, uno de estos problemas antes mencionados es el embarazo, el cual en la última década muestra una alarmante tendencia a incrementarse en todo el mundo. Considerándose esta situación en la América Latina y el Caribe, se observa una tasa de fecundad anual, de alrededor de 100 partos por 1000 mujeres entre 15-19 años de edad, cifra que duplica la observada de Norteamérica para el periodo 2013-2016. El embarazo en adolescentes, es todo embarazo ocurrido en mujeres menores de 19 años, por considerarse que en esta edad no se ha alcanzado todavía las condiciones de madurez biológica ni psicológica para la maternidad. Por otra parte, Venezuela de acuerdo al Plan Nacional para la Prevención del Embarazo Precoz (2015), es un país con gran potencial y una inmensa riqueza en recursos humanos, posee una estructura poblacional representada por una pirámide expansiva, con una ancha base constituida por jóvenes los cuales representan el 24% de la población total (grupo de edad comprendida entre 10 y 19 años), pero el porcentaje de hijos de madres menores de 19 años, ha aumentado de un 13,3% en 1950 a un 37% en el año 2015.

En tal sentido, las sociedades modernas han experimentado en el último siglo cambios, producidos por el desarrollo de la ciencia y de la técnica en todos los aspectos de la vida. Se ha dicho certeramente que la Humanidad ha vivido cambios más profundos en los últimos cien años que en todo el resto de la historia del hombre sobre la Tierra. Así es, en efecto, en todo lo concerniente al progreso científico y tecnológico, que hace vivir una era de mutaciones aceleradas, en la cual hechos que parecían imposible o fruto de una imaginación desatada se convierten en realidades cotidianas. Lamentablemente, todos estos progresos no siempre han ido unidos al correspondiente crecimiento moral de la persona, de tal manera que sean puestos al servicio del hombre, destinatario de los esfuerzos y los trabajos de científicos, técnicos y políticos, y de todos cuantos tienen alguna responsabilidad en la vida colectiva. Este hecho refleja lo que constituye tal vez el drama más profundo de este tiempo: el Aborto en las adolescentes, definido por Tavares (2003) como “Un método médico simple que termina el embarazo de forma intencional” (p.87). En este sentido, el aborto consiste en la expulsión del feto, natural o provocada, en el período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere. En atención a esto, de acuerdo a la Organización Panamericana de Salud (2016).

Alrededor de 41% de la población del mundo vive en 50 países que permiten el aborto sin restricciones causales. En esos países, que incluyen China, Francia, Federación Rusa, Sudáfrica y Estados Unidos, la mujer puede conseguir un aborto sin presentar ninguna justificación. No obstante, la mujer debe observar los requisitos de procedimiento que la ley prescriba. (p.98).

Estas leyes permiten el aborto cuando una mujer puede mostrar que llevar a término un embarazo le causaría penurias sociales o económicas. Al personal médico le está permitido considerar los recursos económicos de la mujer, su edad, su estado civil y el número de sus hijos vivos. En este orden de ideas, en Venezuela, se establece en el Código Penal, específicamente en el Artículo 430 que “La mujer que intencionalmente abortare, valiéndose para ello de medios empleados por ella misma, o por un tercero, con su consentimiento, será castigada con prisión de seis meses a dos años” (p.87).Por lo que se puede observar que sólo se acepta el aborto terapéutico.

En tal sentido, según el Ministerio del Poder Popular Para La Salud Venezuela (MPPS, 2012), cada semana mueren dos mujeres adolescentes por prácticas abortivas clandestinas. El aborto sólo está permitido cuando está en riesgo la vida de la madre y el Código Penal vigente estipula una pena de seis meses a dos años de prisión para quien aborte. Además, afirma que de 10.000 niños fallecidos, 8.000 pudieron haber sido salvados. Esas causas evitables son "afecciones perinatales, falta de atención durante el embarazo, que han sido responsables de más de 52% de los decesos, mientras que 23,8% ha sido consecuencia de abortos espontáneos, el cual sucede antes de los 3 meses de embarazo y generalmente se debe a anomalías congénitas del producto, a falta de inmadurez sexual o a problemas en la placenta.

En este orden de ideas, una de las principales causas de muerte en las mujeres adolescentes es el aborto inducido. Muchas deciden interrumpirlo cuando no es planeado y como esta práctica no es legal ni es aceptada por muchas familias y religiones, el aborto se realiza clandestinamente. En ocasiones es provocado por la misma madre con métodos muy riesgosos y en otras, por personas sin escrúpulos o preparación, sin las condiciones de higiene y seguridad adecuadas, con lo que se expone peligrosamente también a la madre. Así mismo entre los riesgos más frecuentes están: las hemorragias que no se pueden controlar, la perforación de la matriz que

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