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Los suicidios en México


Enviado por   •  2 de Agosto de 2023  •  Resúmenes  •  2.227 Palabras (9 Páginas)  •  122 Visitas

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Introducción

Anualmente alrededor del mundo, “cerca de 800 000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo, lo que representa una tasa estimada de 11,4 muertes por cada 100 mil habitantes” (OMS, 2020), México representa el 1.5% del total de estos decesos. El suicidio no sólo representa un dolor momentáneo para las familias de los involucrados, sino también una serie de consecuencias a largo plazo para estos.

Pero, ¿Qué es el suicidio? El suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS,2020) como el “acto deliberado de quitarse la vida. Su prevalencia y los métodos utilizados varían de acuerdo a los diferentes países”.

En México, las causas que orillan a este padecimiento suelen ser desde factores económicos, sociales, e incluso hasta culturales. En el presente ensayo, abarcaremos cada una de ellas, desde una perspectiva más crítica y realista, donde el lugar central de estudio será México, así como también se hablará sobre las cifras que presentamos en nuestro país durante el año anterior 2020 y el actual 2021, donde tenemos de por medio una pandemia que ha llegado a afectar y cambiar todos los aspectos y nuestro estilo de vida como siempre lo hemos conocido.

Comenzando con las principales causas que pueden orillar al suicidio en México, los sectores vulnerables, lo que este padecimiento representa en la sociedad de nuestro país, los efectos que trae consigo tanto a las familias como a toda la sociedad y asimismo las mejores formas y estrategias que según la Organización Mundial de la Salud, son los retos que enfrentamos como sociedad para prevenir esta epidemia global.

Para ello es importante, también abarcar el contexto que estamos viviendo actualmente como sociedad en México, desde los factores económicos hasta los socioculturales, que juegan un papel esencial en la determinación de la salud mental de la población y que al mismo tiempo pueden brindar un panorama con aspectos clave para dirigirnos hacia el cambio como sociedad.


Desarrollo

El suicidio, a partir de las distintas y múltiples causas generacionales que lo ocasionan, es también, un comportamiento complejo de los individuos que lo llevan a cabo. Va mucho más allá de un mal sentimiento o un “pequeño error”.

Cualquier persona puede convertirse en un blanco vulnerable por el desequilibrio mental ocasionado, ya sea por depresión, exclusión social sentimientos de culpa o aislamiento voluntario. Mucho más en la actualidad, donde todos nos encontramos expuestos a diferentes factores que inhiben la desestabilidad.

Si bien, es un gran estereotipo el creer que el sector más vulnerable de la población son los adolescentes, debido a su edad y la etapa tan difícil por la que atraviesan. Según el INEGI (2020), “las muertes por lesiones auto infligidas se concentran en el grupo de 30 a 59 años con 46%; le sigue el grupo de jóvenes de 18 a 29 años con 34%, y las niñas, niños y adolescentes de 10 a 17 años con 10 por ciento. Tomando en cuenta los datos anteriores, podemos darnos caer en cuenta de que en México dicho sector posee el menor porcentaje dentro del total de decesos por esta causa, lo que nos asegura que perpetuar dicho estereotipo de que los adolescentes son personas que no saben lo que sienten, o lo que quieren, o incluso todo lo perciben y demuestran de manera “exagerada”, sólo hace denotar que las instituciones públicas de salud no nos brindan un buen panorama de estas estadísticas, ni tampoco cuentan con las estrategias adecuadas para minimizar el número de casos en este padecimiento que cada vez se convierte más en un problema de salud pública.

En una era globalizada con zonas urbanas modernas-progresistas es muy común que existan grandes diferencias entre las clases sociales, así como de oportunidades, y este es un factor que se presenta con más incidencia en los países de ingresos bajos y medianos. De igual manera, esto ha contribuido a que la población genere más preocupaciones, no sólo económicas, sino también es aspectos como, por ejemplo, en nuestro país existe un gran racismo hacia los indígenas, machismo a las mujeres, clasismo, homofobia, transfobia, etc. Como es el caso del 23.3% de la comunidad mexicana de 18 años a quienes, a partir de la encuesta nacional de sobre discriminación del 2019 del INEGI, se les ha negado de manera injusta sus derechos, al igual que la participación en programas sociales, atención médica y el abastecimiento de medicinas.

“El comportamiento suicida es un continuo que va desde la ideación en sus diferentes expresiones, pasando por las amenazas, los gestos e intentos, hasta el suicidio propiamente dicho.” (Pérez Barrero, 1999) Por lo tanto, debido a la presencia de estos elementos es posible identificar los factores de riesgo. Dentro de los más importantes podemos mencionar: Atestiguar acontecimientos dolorosos dificultades en la escuela, humillación por parte de padres y/o maestros, anhelo de reencontrarse con un ser querido fallecido, deseo de afecto y atención, relación con familiares suicidas, encontrarse deprimidos o involucrados en adicciones, dificultades socio-económicas, abuso sexual, psicológico o físico, desórdenes familiares, discriminación, trastornos alimenticios, entre otros.

Muchos de estos factores pueden afectar a hombres y mujeres por igual, aunque según el INEGI (2020) “Prevalecen los casos en hombres, quienes tienen una tasa de 8.9 fallecimientos por cada 100 mil hombres (5 454), mientras que esta situación se da en 2 de cada 100 mil mujeres (1 253)”. Esta institución también asegura que este hecho puede tener causa en que los hombres son seres que son instruidos por una sociedad machista donde sus emociones deben ser reprimidas y deben ser el “género fuerte”, aunque, por otra parte, y adentrando más al tema de la pandemia por el COVID-19, “el hombre es jefe de familia en el 70% de las familias en México” (INEGI, 2020), lo que genera una gran cantidad de presión y responsabilidades que muchas veces acaban en tragedia. Durante el año 2020 y lo que va del 2021, se estima que al menos el 35% de la población perdieron sus empleos, cerraron sus negocios o incluso presentaron una quiebra inmediata derivado de la crisis económica que atraviesa nuestro país por la pandemia del COVID-19.

Cabe mencionar que la existencia de alguno de estos factores de riesgo, no determina de manera segura un suicidio, pero son elementos a tener en cuenta.

En lo que va de este año 2021, la tasa de suicidios ha presentado un crecimiento del 5.7%; afirma el INEGI (2021) que, desde abril del año pasado hasta este, el total de fallecimientos ocurridos en el país, 6 710 fueron por lesiones auto infligidas, lo que representa una tasa de suicidio de 5.4 por cada 100 mil habitantes.

Entrando en el tema de prevención, la agencia sanitaria de Naciones Unidas admite que el estigma y el tabú que rodean a este problema hace que no se denuncien a nivel los casos de comportamientos suicidas no fatales. Se estima que sólo alrededor del 25% de quienes intentan quitarse la vida necesitan o buscan atención médica, según el documento “Prevención del Suicidio. Un instrumento para los profesionales de los medios de comunicación”, publicado por OMS.

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