MIGRACIÓN Y LA PROMOCIÓN DE LOS DERECHOS POLÍTICOS Y ELECTORALES: CASOS COMPARATIVOS DE CHILE Y PERÚ
9 de Octubre de 2014
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Introducción
Carmen es chilena, reside en Argentina hace 20 años y luego de mucho trabajo y esfuerzo, por fin juntó dinero para viajar a Santiago. ¿Su sueño? Votar en las elecciones presidenciales de 2009, porque nuestro país no facilita que los connacionales en el extranjero puedan votar desde donde viven, y visitar su ciudad querida, de la que sólo ha sabido por familiares, amigos o las noticias que a diario transmiten los medios de comunicación.
En su primer día camina por el Paseo Ahumada y no esconde su cara de asombro. “Todo está muy cambiado. Las calles, los edificios, el transporte y la gente. Es increíble la cantidad de inmigrantes de todas las nacionalidades, razas y colores”, dice.
Carmen es una de las tantas compatriotas que al regresar a su tierra natal, ya sea para realizar trámites o recorrer como turista, se asombra con los extranjeros que actualmente residen en nuestro país y que migraron en busca de mejores expectativas de vida.
Si a principio de los años 90 eran alrededor de 105.070 personas, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 2012 la cifra aumentó a 339.536. De ese total 103.624 son peruanos, es decir el 30,5% del total de inmigrantes. Le siguen los argentinos (57.019), colombianos (27.411), bolivianos (25.151) y ecuatorianos (16.357).
Cabe preguntarse entonces: ¿Qué es este fenómeno de la migración que cada día va en aumento? ¿Cuáles son los derechos de quienes deciden vivir en otro país? Este tema se ha hecho cada vez más relevante. A la fecha sólo 45 Estados, entre ellos Chile y Perú, han ratificado la Convención Internacional sobre la protección de todos los trabajadores migratorios y sus familias .
Pero además de los derechos sociales, ¿qué derechos políticos tienen? En países como Perú, donde se estima que dos millones de su población vive en el exterior, el voto es obligatorio y, por lo mismo, quienes viven afuera deben acudir a los consulados respectivos para sufragar.
En Chile, en cambio, el voto es voluntario y quienes residen en el extranjero, pese a todas las demandas y movilizaciones que han realizado, no pueden cumplir con su deber cívico. Desde la última propuesta que realizó el Ejecutivo en 2011, el tema se ha entrampado en el Congreso.
Tomando en cuenta que la promoción de los derechos políticos y electorales de los migrantes se encuentra entre los lineamientos y principios de la Conferencia Sudamericana sobre Migraciones y será uno de los temas que se debatirá en el segundo Diálogo de Alto Nivel sobre Migraciones y Desarrollo de la ONU, a desarrollarse el 3 y 4 de octubre de 2013 en Nueva York por la Asamblea General de Naciones Unidas, esta investigación se centrará en comparar los casos de ambos países y rescatar las experiencias que se pueden compartir al respecto.
Creciente movilidad social Internacional
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Migración se entiende como:
“Término genérico que se utiliza para describir un movimiento de personas en el que se observa la coacción, incluyendo la amenaza a la vida y su subsistencia, bien sea por causas naturales o humanas. (Por ejemplo, movimientos de refugiados y de desplazados internos, así como personas desplazadas por desastres naturales o ambientales, desastres nucleares o químicos, hambruna o proyectos de desarrollo)” .
A nivel global, en 2010 el número total de migrantes internacionales en el mundo se estimaba en 214 millones de personas, lo que representa el 3,1% de la población mundial. De ese total, el 13% es latinoamericano o caribeño.
En cuanto a las inmigraciones a esta región el promedio llega al 1% de la población de América Latina y el Caribe y los emigrantes constituyen cerca del 4%. Esto quiere decir que por un inmigrante, hay cuatro que emigran.
El número más significativo corresponde a México, seguido por el conjunto de países de la Comunidad del Caribe y de Colombia, que pasan el millón de personas.
Desde hace dos décadas, se concentran principalmente en Estados Unidos. De hecho, datos de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, muestran que entre 1990 y 2010 la migración Sur-Norte prácticamente se duplicó desde los 40 millones a 74 millones, lo que se refleja en un aumento del 75% de inmigrantes en el norte.
A partir de la década de 2000, los flujos latinoamericanos y caribeños alcanzaron importancia en Europa, especialmente en España, donde el porcentaje de inmigrantes latinos llega al 36,7% (2.450.000). También han crecido en Japón y Canadá.
Una de las principales razones por las que estas personas emigran, es el mejorar sus expectativas laborales y poder enviar dinero a sus familias que quedan en el país de origen, lo que genera especial interés en los países en desarrollo tanto por los grandes volúmenes de las remesas, como por el desarrollo y crecimiento que estos ingresos pueden generar en el sistema financiero.
El Banco Mundial detalla que las remesas de 2011, en comparación con las de 2010, aumentaron en 12%, sumando un total de US$372.000 millones. Los principales destinos fueron China, India, México y Filipinas.
Otras razones para migrar
En conversación con Pedro Hernández, experto en migraciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, explica que hay varios factores para emigrar. Uno de ellos es económico, pero existen otros, como el tener una oportunidad mejor en el extranjero, lo que se conoce como la propensión al logro. “Si una persona ocupa un cargo directivo en una empresa nacional, no es lo mismo ocupar ese mismo cargo en otro país. Hay un mayor desafío”, explica.
Se suma además la trata de personas, que atenta contra los derechos humanos, el factor político, que se vincula a la violencia que generan las migraciones forzadas y, ultimamente, la migración por factor climático, que está generando problemas serios en países de alta sensibilidad ambiental, como los del centro de África, países costeros de Centroamérica, que se ven afectados por pérdidas de borde costero u otros que sufren fenómenos de la naturaleza.
También se debe tomar en cuenta aquellos que migran debido a los procesos de integración y cooperación entre los países. Un ejemplo es el caso de la Alianza del Pacífico, donde al generarse nuevos acuerdos, se abren más oportunidades para que las personas puedan migrar.
Tomando en cuenta lo anterior y según lo conversado con Pedro Hernández, los temas que estarán presentes en el segundo Diálogo de Alto Nivel sobre Migraciones y Desarrollo de la ONU , a desarrollarse el 3 y 4 de octubre en Nueva York por la Asamblea General de Naciones Unidas, son:
1.-Analizar los efectos que tienen las migraciones en el desarrollo sostenible y cómo pueden la afectar las metas fijadas para 2015. Es importante considerar que en países donde hay una crisis demográfica y hay un sector económico que requiere de mano de obra, la migración pasa a ser un factor sustitutivo.
2.- Se tratarán además los temas referentes a los derechos humanos de los migrantes. Cabe mencionar que la fecha existen tres instrumentos internacionales que protegen a los trabajadores migrantes en términos generales. Uno es el Convenio 97 de la OIT relativo a los trabajadores (1949), el segundo es el Convenio 143 de la OIT sobre las migraciones en condiciones abusivas y la promoción de la igualdad de oportunidad y trato de los trabajadores migrantes (1975) y finalmente la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias de la ONU (1990).
3.- Además se concentrarán en establecer acuerdos entre los distintos gobiernos y organismos internacionales para generar una mejor sinergia de cooperación y desarrollo. El propósito no es quedarse en la mirada cuantitativa de las remesas, sino que enfocarse en el factor humano para analizar su desarrollo como persona y como un aporte social.
4.- Finalmente se tratará el tema de la movilidad laboral. Es decir, cómo los migrantes responden a la demanda de trabajo en un determinado país.
Instancia Sudamericana
Con el objetivo de velar por los derechos de los migrantes en nuestra región, y gracias a la cooperación técnica de la OIM, en 1999 surgió la Confederación Sudamericana sobre las Migraciones (CSM), la que partió en Lima con el “Encuentro Sudamericano sobre Migraciones, Integración y Desarrollo”.
Hasta la actualidad se han realizado 12 reuniones. La primera fue en Buenos Aires en 2000, donde se solicitó a la OIM la elaboración de un diagnóstico de la situación migratoria a nivel sudamericano y una relatoría de los avances alcanzados en diversos foros subregionales en temas migratorios.
En el segundo encuentro, que se realizó en Santiago en 2001, se propuso hacer un análisis comparativo de la administración migratoria y los regímenes de vida, con miras a perfeccionar y profundizar la integración de los países sudamericanos.
En 2002 la reunión se hizo en Quito, donde se adoptó un plan de acción, que contempló lineamientos coodinados de protección de los derechos fundamentales de los migrantes sudamericanos.
Un año después la cita fue en Montevideo y abordaron el desarrollo de estrategias conjuntas, específicamente entre el CAN y el Mercosur, sobre la libre movilidad en el ámbito sudamericano. Se incorporaron además temas como la vinculación con los nacionales en el exterior y la promoción del desarrollo de zonas fronterizas.
La V cumbre se realizó en La Paz y se trabajó en el reconocimiento de los aportes de los migrantes a los países de la región
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