ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Masacre De Las Bananeras


Enviado por   •  12 de Septiembre de 2013  •  869 Palabras (4 Páginas)  •  323 Visitas

Página 1 de 4

La historia de nuestro país, además de ser una historia de lucha y búsqueda de libertad, es una historia manchada de sangre, como la que relataré a continuación.

Para entender qué era lo que querían los obreros de la United Fruit Company, deberé comenzar por mencionar los hechos que antecedieron el despertar de los pensamientos de justicia en el proletariado colombiano.

La influencia que tuvo la revolución bolchevique de octubre del 1917 justo al término de la primera Guerra Mundial, 10 años antes de la masacre: la justicia y los ideales de igualdad que se veían finalmente materializados con la redención de la clase trabajadora, que organizada en sindicatos extendieron sus huelgas hasta arrancar al capital concesiones y derechos que antes no alcanzaban ni a imaginarse, ese panorama de esperanzas de igualdad que ya había ganado adeptos en todo el mundo, fue clave para que el partido liberal, en su búsqueda de poder, acogiese no pocos de los postulados del socialismo soviético y se propusiese por meta plasmar la reforma social .

Para 1928, el partido conservador en su auge combatía las predicas calificadas de subversivas de los liberales en el gobierno, en los medios y en los púlpitos, pese a que, por fuera, su acción social crecía en el fervor de las masas, que encontraban en los periódicos liberales la promesa de su tan soñada reforma.

Ante la creciente del liberalismo, la abismal caída del régimen conservador y los presagios de una catástrofe electoral en 1930, el partido conservador, bajo el mandato del señor presidente Miguel Abadía Méndez, crea la ley 69, también conocida como “Ley Heroica”, en la que prohibía a los trabajadores promover la lucha de clases, promocionar en carteles o demás publicidad mensajes que atenten contra el orden social o en los que reclamen por sus derechos, desacatar el derecho a la propiedad privada, y en la que todo esto sería sancionado con severidad, todo esto para disminuir, si no erradicar, la acción de los liberales a los que se referían como “comunistas”.

Tras la aprobación de la Ley Heroica, la United Fruit Company, también conocida como la Compañía Frutera de Sevilla, endureció su posición respecto al no hacer ningún tipo de concesiones a sus trabajadores, que principalmente solicitaban la abolición del sistema de contratistas, la indemnización en caso de accidentes, el descanso dominical remunerado y un aumento general de los salarios. Ante la rotunda negativa de los patronos, a los sindicatos no les quedó de otra que organizar una huelga el día 12 de Noviembre de 1928, frente a la cual los directivos de la compañía movieron sus numerosas fichas en el gobierno que acto seguido desplegaría las fuerzas militares para que, al mando del General Carlos Cortés Vargas, protegiera la zona bananera, a los directivos de la compañía y a sus familiares de los “comunistas subversivos”.

Del 2 de Noviembre al 6 de Diciembre, la huelga de los trabajadores de la Compañía Frutera de Sevilla no tuvo mayor mención en la prensa conservadora, que se limitaba a nombrarla como una peligrosa conspiración comunista, ni en los medios liberales que defendían las solicitudes de los obreros. El primer comunicado que llegó a Bogotá, informaba que el primer paso de la revolución de tipo bolchevique que estaba organizando el grupo de huelguistas aparentemente pacíficos, era el de asesinar a los directivos de la United Fruit Company y a sus familias el día 6 de Diciembre del presente año. La inmediata reacción de la milicia consistió en enviar sus tropas a la estación del tren de Ciénaga, donde previamente habían citado a los huelguistas con el supuesto fin de entablar un diálogo con el gobernador de Magdalena, a la que efectivamente acudieron en masa trabajadores, mujeres y niños desarmados aunque vociferantes y con encendidas consignas revolucionarias, mas no el gobernador, a enfrentar a la tropa que a la orden de Cortés Vargas disparó contra ellos, acabando con las vidas de alrededor de trescientas personas.

El presidente elogió con sus máximas felicitaciones al general Cortés Vargas en agradecimiento por haber “salvado al país de la anarquía”.

Los liberales tomaron el funesto fin de los obreros como aquello con lo que bastaría para acabar con el régimen conservador, pero primero deberían aclarar los hechos, para lo que viajó a Ciénaga y Sevilla el representante liberal Jorge Eliécer Gaitán, que en su ardua investigación realizó centenares de entrevistas con obreros y pobladores de Ciénaga y tomó fotografías de cadáveres insepultos y de los rastros de los destrozos que popularmente se atribuían a los obreros, pero que en realidad fueron causados en su mayoría por las tropas del general Cortés Vargas.

Terminada la investigación, Gaitán regresó a Bogotá con el material suficiente para posteriormente, los días 3, 4, 5 y 6 de Septiembre, iniciar un debate histórico en el que demostraría ante el parlamento colombiano las condiciones de explotación a los que sometían a los trabajadores, la corrupción que dominaba en el departamento en la cual estaba involucrada directamente la Compañía y el hecho de que los trabajadores no habían dado a las tropas ningún motivo para iniciar el genocidio del que únicamente fue culpable la injusticia y la represión que propinaban a diario en contra de los obreros de la United Fruit Company.

...

Descargar como  txt (5.3 Kb)  
Leer 3 páginas más »
txt