MASACRE DE LA BANANERAS

MASACRE DE LAS BANANERAS.

La gran parte de la sociedad colombiana está comprometida en la empresa de encontrar la reconciliación y la paz a través del diálogo y la concertación, esto gracias a todas las circunstancias históricas que suscitaron la violencia, como lo es el episodio huelguistico protagonizado por los trabajadores de la bananera de la multinacional Norteamericana United Fruit Company. Una huelga que estalló el 12 de noviembre de 1928 y qué concluyó con la muerte de un número indeterminado de personas en la madrugada del 6 de diciembre de ese mismo año. Este acontecimiento conocido como la masacre de las bananeras, es uno de los hechos más sangrientos de la historia de Colombia durante la primera mitad del siglo XX.

Antes de la Masacre

El conflicto radicaba en que la compañía multinacional no estaba contratando de manera directa a los trabajadores de las plantaciones, lo hacían con el próposito de evitar el pago de contraprestaciones laborales, y se inclinaban por subcontratar a través de terceros. De todas estas maniobras contractuales se valía está multinacional también para evadir sus responsabilidades ante la legislación colombiana, por qué fundamentaban que esos obreros de las plantaciones no eran trabajadores suyos sino de un contratista, y el qué tenia la obligación era ese mismo contratista y no ellos como empresa.

El objetivo principal de esa huelga era que United Fruit Company, reconociera como suyos a los obreros, pues desde el año 1915 el gobierno colombiano, ya había emitido leyes que regulaban las condiciones de los trabajadores.

La huelga en la región bananera del Magdalena comenzó en la segunda semana de noviembre, La huelga de por sí tuvo dos comisiones de trabajadores; la primera de ellas era la encargada de llevar a cabo las actividades de logística y apoyo,realizaban funciones como la de llevar comida, abrigos y bebidas a los huelguitas, y la segunda realizaba actividades como vigilancia, tenía que asegurarse de que en las fincas de los productores que no apoyaban esa huelga, no se cortara, transportara o comercializara la fruta.

En todos los pueblos de la región bananera vivían comerciantes que comercializaban ron, alimentos, herramientas para el trabajo y ropa. Su prosperidad dependía de lo que le vendían a los trabajadores de las bananeras, pero como esa compañía tenia sus propios comisariatos, entonces se convirtió en competencia directa de éstos, causo que los comerciantes locales participaran de la huelga, principalmente por que los almacenes de la empresa vendían hasta un 20% más barato que los tenderos locales.

Aparte de la legalización contractual de los trabajadores por parte de la multinacional y no del contratista, los obreros solicitaban la construcción de hospitales en toda la zona y la compensación por accidentes de trabajos, además la de proporcionar cosas para acceder a una vivienda digna, en la que no corrieran riesgo en su salud, pues según los trabajadores en los campamentos donde los alojaban, eran unos ranchos de aspecto miserable, insalubres, con poca capacidad de alojamiento, eran como tal ‘’cambuches’’ en donde dormían hasta siete personas en un solo cuarto como medidas de tres por tres metros, tampoco poseían ventilación, agua potable, duchas o retretes.

La Asamblea General de la Unión Sindical de trabajadores del magdalena, realizó un pliego de peticiones qué solicitaban a los grandes productores y a la United Fruit Company lo aceptara:

Seguro colectivo obligatorio

Reparación por accidentes de trabajo

Habitaciones higiénicas y descanso dominical remunerado.

Aumento en 50% de los jornales de los empleados que ganaban menos de 100 mensuales.

Supresión de comisariatos

Cesación de préstamos por medio de vales.

Pago semanal

Abolición del sistema de contratistas

Mejor servicio hospitalario.

Esa Huelga contó con el apoyo de líderes sindicales nacionales y departamentales adscritos a la federación de trabajadores del Magdalena, La Unión sindical de trabajadores del Magdalena y al sindicato general de obreros de la sociedad Unión(conocida popularmente como la Unión Amarilla, la cual integraba trabajadores del ferrocarril, del puerto y de la construcción de Sta Marta).

El entre el 1 y 2 de diciembre llegaron 200 hombres del ejército, ese sábado hicieron estacionar de manera abrupta el tren local, que tenía la costumbre de salir esos días en horas de la tarde desde la ciénaga para Sta Marta, forzandólos a devolverse para hacer una requisa y embarcar a sólo aquellas personas que no tenían nada que ver con las protestas o la huelga. Sólo dejaron salir en el tren para Sta Marta los pasajeros que no eran obreros, en está situación se presentaba la violación a

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