Mexicanidad Y Ezquizofrenia
XionDiskenth27 de Octubre de 2014
5.299 Palabras (22 Páginas)311 Visitas
Mexicanidad y Esquizofrenia: Los Dos Rostros del Mexijano
I. Prolegómenos Esquizoides
Este capítulo introduce a los temas que posteriormente se trataran en los siguientes capítulos. Empieza a la ambivalencia del mexicano al plantearse sueños muy altos pero en realidad no tiene recursos para llevarlos a cabo y termina frustrándose y deprimiéndose, que sea necesario establecer condiciones realistas entre nuestras metas y nuestros recursos. Y esto se debe a que el mexicano “le falta un eslabón de la cadena” que una la fantasía con la realidad. Habla de la tergiversación de la ética y la funcionalidad, y como se cataloga a la ética como “impráctica” o “inútil”. Y que lo anterior se debe a que en este país el estado de derecho mexicano es tan débil que la ley puede ser violada con facilidad e impunidad. Y que es le va mal a quien es correcto y honrado y en cambio ser corrupto sale más rentable. Y sería más fácil que les diera igual serlo pero en lugar de ello muestra hipocresía al decir que no hay que renunciar a la ley y a los sueños, pero se hace lo contrario, como quien dice “del dicho al hecho…”. Aclara que se refiere solo a la mayoría y que hay una minoría de personas que si aman a su país y son honradas no solo de palabra sino también de obra. El autor está convencido de que los mexicanos de alguna manera quieren a México pero duda sobre ese cariño en forma cuantificable, cuanto estarían dispuestos los mexicanos a hacer o pagar el mejoramiento de nuestro país, por ejemplo, lo compara con Alemania que los alemanes trabajaban horas extras sin paga después de su derrota en la segunda guerra mundial. Y señala que solo en tiempos de emergencia somos, de verdad, solidarios, pero en la cotidianidad ignoramos los problemas sociales. Ejemplifica la causa de que el mexicano prefiera ser “gandaya” que honrado: Cuando un conductor quiere pasarse al único carril que da vuelta casi nadie le da el paso, aún cuando use las direccionales, por eso es más fácil metérsele a otro coche que lleva esperando en la fila para dar vuelta y esto también explicaría porque casi nadie usa las direccionales. Denota la huella que dejo 1968 en nuestro país y como el gobierno dominante ah estado temeroso de perder el control o de la insurrección del pueblo, y ah estado “en el banquillo de los acusados”. Y que ya ah perdido el control del pueblo, consecuencia de la injusticia hacia la gente pobre al negarles elevar sus condiciones de vida, ya que basta con darse una vuelta por las zonas de pobreza extrema del país para darse cuenta que “de milagro” no hayan estallidos sociales. Y concluye reafirmando su teoría de la esquizofrenia mexicana recordando que la parte onírica, del mexicano, no tiene nexo con la realidad.
II. Agrafia Jurídica
Marca el malentendido que tiene el mexicano por la ética, está siendo lo que acerque al ser humano a un sano comportamiento y alejarlo de los malos actos, cuando en realidad la ve como una norma irreprochable que se le pone a cargo de los poderes ejecutivo y judicial en lugar de al poder legislativo. Trata también acerca de la irrealidad en la aplicación de las normas justificada por: ser, las normas, inaplicables (como los derechos sociales que a la hora de exigirlos hacen caso omiso) o por la burocracia y/o complejidad de la aplicación de las normas, tornando muy difícil que se lleve a cabo su realización y muy fácil su transgresión. Nuevamente recalca la esquizofrenia en cuanto a que el mexicano cava su propia tumbía al vivir en la ilegalidad en la que participan todos, empezando por los altos mandos. También enuncia la supresión de la imposición eclesiástica y sustituida en el artículo tercer por una laicidad aplicada lo cual ayudo al progreso de la sociedad mexicana, pero enseguida revela como fue incumplida en su totalidad y, esta totalidad de cumplimiento, permaneció nulificada hasta la fecha por medio de los funcionarios encargados de la educación al “hacerse de la vista gorda” respecto a las escuelas religiosas y justificando las inaplicación de los artículos 3 y 130 de diversas formas. También ejemplifica la burocracia de la aplicación de las normas para realizar los trámites ante las autoridades, con excesivo papeleo con la excusa de que el ciudadano no vaya a engañar al estado haciendo necesaria la entrega de mucha documentación oficial. Se indica que el mexicano para erradicar el incumplimiento de una norma compleja, la vuelve aun más compleja, la complejidad es amiga de la corrupción y que su verdadera enemiga es la sencillez. Como los funcionarios públicos rechazan la legalidad, la evade para lograr sus objetivos pero la necesita como punto de referencia. Y como el incumplimiento de la ley beneficia a una sola élite, que vendría siendo la definición de corrupción, y como es más fácil ser corrupto por ejemplo cuando un ciudadano se pasa un alto y una patrulla lo detiene, le costaría de mucho más tiempo y dinero pagar la infracción que darle una “mordida” al policía, y que la gran mayoría de ciudadanos hace esto al vivir tanto tiempo en este tipo de entorno. Y como afecta la acción de los demás en nosotros con la siguiente paradoja “si todos lo hacen, no tiene nada de malo que uno lo haga”. Da a considerar a un enemigo adicional (si no es que el principal) que es uno mismo, ya que la corrupción se hace costumbre y eso intrínsecamente es lo que los hijos maman y asimilan.
III. El Corrupto Legal
Menciona como se evaden la ley buscando las coyunturas y agujeros en la misma, cual habilidoso litigante. Como se defiende a los políticos “mexijanos” que en términos generales su crimen es obvio pero misterioso en los detalles. Que el político es intrínsecamente un acumulador de dinero, con la idea subconsciente de prever tiempos difíciles, pero la verdad inconsciente del vicio de la avaricia. El corrupto legal se asegura de validar sus fechorías y hacerlas pasar como legales y “no dejar huella” y buscan mostrar a plena luz la “verdad legal” y no la verdad a secas aprovechando que primero debe pasar por diversas instituciones públicas y que la corruptibilidad de estas conjugue su propia corrupción. Donde la ley se traza de forma tan compleja que solo la élite dominante pueda interpretarla y manipularla a su beneficio, la ley se vuelve un medio para ocultar la verdad y resguardarse de las consecuencias, la ley, contemporáneamente, se ocupa más del cumplimiento de lo escrito que de impartir justicia. Se tergiversa la verdad hacia su polo opuesto: cuando se pasaba por una crisis económica se argumentaba la total solidez de las finanzas nacionales con el fin de evitar la desconfianza o pánico del pueblo. Pero al paso del tiempo, la mentira se fue sofisticando hasta ser un sofisma por parte del gobierno, la tecnicidad en el lenguaje anunciado públicamente se fue complejizando hasta que pocas personas pudieran entender el mensaje que dan los gobernantes. También la corrupción en los líderes sindicales al acumular grandes cantidades de dinero desviando cuotas, vendiendo plazas, los contratos de protección, etc. con la justificación de que a su cargo está elevar el nivel de vida de sus subordinados, y por lo menos lo han logrado con unos cuantos, enormemente beneficiando a estos y marginalmente beneficiando a los que se ubican en la base de la pirámide. Por último se denota al empresario “mexijano” que busca lucrar así como el político y el líder sindicalista, buscando el dinero y el poder hasta rosar lo contraproducente, el empresario financia al político y esto crea influencia del empresario sobre el poder. Para el corrupto legal mexicano lo que importa son las apariencias, el “como si…” no le importa la verdad si no cual es la verdad que los demás creen de él, también es antagónico a la verdad, la honradez, en especial cuando de dinero se habla, por otro lado lo que le hace progresar personalmente, como la valentía y la lealtad, son valores que sí adquiere. En conclusión lo que une a estos 3 corruptos legales es la cultura corrupta que vivieron desde niños, ya que todos, en grande o pequeña medida, somos parte del problema, ya que nosotros permitimos que el problema progrese al no hacer nada y hasta hacer burla, irónicamente de lo que nos perjudica a todos, por ejemplo con los dichos de nuestra idiosincrasia: “el que no tranza no avanza”. Y millones de personas se sustentan de la corrupción siendo este el aceite sin el cual no puede funcionar el engranaje de México en donde solo una reconstrucción de nuestra ética cultural puede salvarnos de una mentira que no engaña a nadie más que hace que nosotros nos engañemos solitos.
IV. Represión o Lenidad
Comienza a develar porque es que el mexicano tiene miedo a la ponerse en contra de la corrupción, y esto viene desde sus raíces donde casi era un tabú reconocerla, y como el mexicano es ambivalente ante las normas, también de que haya corrupción en los 3 poderes, y como el mexicano es atrapado entre la represión por parte del gobierno y la lenidad del pueblo para exigir. En donde el líder social es reprimido con el uso de la fuerza pública ya que el mexicano quiere que se le sancione pero de preferencia sin que haya pleitos, esto es como darle atole con el dedo al mexicano, una seudo consolación. El mexicano le parece adecuado ignorar una ley que le parece injusta, ni siquiera modificarla si no que la descartan, notando que para el mexicano la legalidad es una minoría y que la idea de acatar una ley nos guste o no es algo extraño a México. Donde en México algunas comunidades se independizan de la ley y crean sus propias normas de convivencia y con sus propias sanciones, como ejemplo claro los linchamientos que se han suscitado recientemente dando lugar a una barbarie ante el pueblo dada la aparente
...