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Movimientos Sociales (edad Contemporane)


Enviado por   •  11 de Junio de 2013  •  2.487 Palabras (10 Páginas)  •  360 Visitas

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La historia de los movimientos sociales, tradicionalmente centrada en el movimiento obrero del siglo XIX, se amplió en el siglo XX con la consideración de los movimientos sociales del pasado y con la atención al surgimiento de otras reivindicaciones que han dado origen a movilizaciones sociales de envergadura: feminismo, pacifismo, ecologismo, movimiento por los derechos civiles (en Estados Unidos), derechos LGBT, movimiento antiglobalización o altermundialista, etc.

Los movimientos sociales se entienden fundamentalmente como movimientos populares, es decir, los que expresan reivindicaciones del pueblo (entendido ambiguamente, tanto como el cuerpo social general, como restringido a la amplia estrato social inferior en términos socioeconómicos y de poder); aunque tienen otras derivaciones diferentes, en cuestiones sociales entendidas como culturales, de pensamiento o de estilo de vida, que pueden ser tanto las propias de una corriente mayoritaria o ideología dominante como de una minoritaria, vanguardista, rupturista, contracultural, o alternativa (psicodelia, movimiento hippie)

En el contexto socio-político del Cono Sur de finales de los años 1970 y comienzos de los años 1980, en los procesos de transición de las dictaduras hacia las democracias, tienen lugar múltiples manifestaciones públicas y demandas democráticas realizadas por diversos actores de la sociedad civil. En este momento, la lucha por los derechos ciudadanos en las democracias por venir, reflejada en las demandas que surgieron de distintos sectores sociales, adquieren un lugar central en la esfera pública.

El significado e interés analítico de los movimientos sociales reside sobre todo, en poder buscar en ellos evidencias de transformación profunda de la lógica social, pues lo que está en cuestión es tanto una nueva forma de hacer política como una nueva forma de sociabilidad. Por lo tanto, desde la óptica de la sociologa argentina Elizabeth Jelin, los movimientos sociales son sobre todo movimientos de resistencia y de protesta social.

Alrededor de los movimientos sociales, Jelin logra establecer una línea de investigación que conecta lo que habían sido sus estudios sobre protesta social, en especial sobre protesta obrera y, más adelante, sobre movimientos barriales, con la transición política hacia la democracia. No sólo centra estos estudios en el caso de la Argentina, sino que extiende sus investigaciones más allá de los límites nacionales. Cuando estudia el lugar de las mujeres dentro de los movimientos sociales, lo hace a una escala latinoamericana. Actualmente, la autora se refiere a "movimientos sociales transnacionales" para definir un campo más amplio de análisis que trasciende las fronteras e intereses nacionales del caso argentino. Los movimientos sociales tanto en la Argentina como en el resto de países latinoamericanos que Jelin ha estudiado pueden agruparse, dentro de su obra, en cuatro grandes tejidos de movimientos sociales –estos tejidos se subdividen entre ellos, se separan o interconectan cuando toman partido en luchas específicas–: el tejido de los movimientos urbanos –barriales, de obreros, de sindicalistas, de base, de piqueteros, de las minorías sexuales…–, el de los movimientos de mujeres –sindicalistas, feministas, de mujeres en el Estado, de mujeres en el MERCOSUR…–, el de los movimientos de derechos humanos, y el de los movimientos de gente y migraciones. Por ejemplo, en los años 1980, muchos movimientos tenían como objetivo central la lucha por la democracia, a pesar de que cada uno de ellos, por ejemplo el movimiento feminista, atendía una agenda de intereses todavía más específica.Más adelante, en las marchas en la conmemoración del 24 de marzo, el papel de las madres de los desaparecidos es crucial en la Argentina. Esta unión de los diferentes tejidos, dice Jelin, establece una especie de escenario político de luchas por quienes son las voces que van a ser escuchadas socialmente. Primero, las madres, luego los hijos de los desaparecidos y de los exiliados, los ex-militantes, los sobrevivientes y una multiplicidad de voces de otras organizaciones sociales y otras partes de la sociedad argentina que también están reclamando la posibilidad tanto de conmemorar, como de hacerse escuchar.

Con respecto al primer tejido de los movimientos urbanos, Jelin distingue en ellos diversas etapas de constitución. En primer lugar, habría que estudiar la relación entre migración campo y ciudad y los movimientos sociales barriales y de base que se constituyeron posteriormente a estas migraciones en los centros urbanos. En segundo lugar, Jelin distingue entre desplazamiento social y movimiento social.

Por ejemplo, en el período de migraciones masivas del campo a la ciudad, la movilización de una cantidad de mujeres a la ciudad y la ocupación de la mayoría como empleadas domésticas no llega a tener los rasgos ni de movimiento social, ni de movimiento de mujeres. Un tercer aspecto tiene que ver con el hecho de la mayor visibilidad que pueden adquirir los movimientos en los centros urbanos. El movimiento de los piqueteros, que es a grandes rasgos un movimiento de trabajadores desocupados, venía gestándose, en lugares alejados de la ciudad de Buenos Aires, aproximadamente diez años antes del 2001, que es cuando aparecen en la capital argentina.

Un segundo tejido es el de los movimientos de gente y migraciones,que es una categoría mucho más reciente y conforma una de sus investigaciones actuales. Se trata sobre todo el tema de los derechos de los inmigrantes en los países limítrofes con la Argentina

Un tercer tejido lo constituyen los movimientos de mujeres: mujeres sindicalistas, mujeres de la iglesia católica, mujeres indígenas, mujeres en el MERCOSUR, mujeres académicas, mujeres ligadas a los gobiernos o mujeres feministas. Uno de los principales puntos a entender aquí es la crítica al hecho de que las luchas de las mujeres y su participación social han sido interpretadas en un sentido social, como trabajo social, y no en un sentido político. Jelin critica la dicotomía de espacios separados por género que identifica a lo público con lo masculino y a lo privado con lo femenino. En los movimientos de mujeres, la autora establece una diferencia entre mujeres en movimientos sociales, movimientos de mujeres y movimientos feministas.

Frente a la formación del MERCOSUR existen muchísimos actores sociales o movimientos sociales: el del ambientalismo, el de las universidades, el del sindicalismo. Jelin distingue en sus investigaciones dos vanguardias o dos grupos de mujeres que se sumaron a la conformación del bloque regional MERCOSUR, que incluye cuatro países: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay; y además Chile y Bolivia, como países asociados. Uno es el grupo de las mujeres sindicalistas que ha estado intentando armar

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