PNF Agroalimentaria
ana21 de Noviembre de 2013
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JULIO, 2006
Janio Guerrero
Coordinador Nacional
Instituciones Participantes en la Construcción del Programa Nacional
1. IUT- Alonso Gamero. Coro
2. IUT-Apure
3. IUT-Barinas
4. IUT-Barlovento. Miranda
5. IUT- Carúpano. Sucre
6. IUT-Cumana, Extensión Cariaco. Sucre
7. IUT-Delfín Mendoza, Extensión Tucupita. Delta Amacuro
8. IUT-de los Llanos. Extensiones: Calabozo, Altagracia de Orituco y Valle de la Pascua. Guárico
9. IUT-El Tigre. Anzoátegui
10. IUT-Ejido, Extensión Bailadores. Mérida
11. IUT- La Fría. Táchira
12. IUT- La Salle. Cojedes.
13. IUT- Puerto Cabello. Extensión Chichiriviche
14. IUT – Región Los Andes. Táchira.
15. IUT- Maracaibo. Sede Principal y Extensión Subregión Guajira – Machiques
16. IUT-Portuguesa
17. IUT-Yaracuy
18. FUNDACEA – Barinas
19. UNE- Rafael M. Baralt. Zulia
ÍNDICE
Presentación
Justificación
Parte I
Marco Teórico Curricular
1.1. Metodología para la Construcción Curricular
1.2. Concepción curricular
1.3 Modalidad curricular
1. 4. Principios curriculares
1. 5. Fundamentos
1.5. 1. Legales
1. 5.2. Teóricos
1 .6. Funciones de la Academia
1. 7. Compromisos del Programa Nacional
PARTE II
Modelo Profesional del Técnico Superior Universitario en Tecnología de Producción Agroalimentaria
2.1. Definición del Profesional
2.2. Objetivos del Programa
2.3. Perfil del Graduado
2.4. Competencias Generales y Específicas
PARTE III
Organización del Plan de Estudios
3.1. Estructura del Plan de Estudios
3.1. 1. Problemas
3.1. 2. Ejes Curriculares
3.1.3. Ejes transversales
3.1.4. Talleres permanentes
3.1.5. Plan de Estudios distribuidos por trimestre
3.1.5. Sinópticos de las Unidades Curriculares
3.5. Estrategias de Enseñanza o Metodológicas
PARTE IV
Aspectos operativos para su implantación
4.1. Sinergia en torno al Programa Nacional
4.2. Implantación
4.3. Programa de Formación Integral del Profesorado
4.4. Requisitos de Ingreso
4.5. Requisitos para obtener el título
4.6. Evaluación Curricular
Referencias
PRESENTACIÓN
Venezuela, experimenta profundos cambios sociales, económicos y culturales y un nuevo impulso científico, técnico y tecnológico derivado de su actual proyecto político, establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en las nuevas leyes y en los programas sociales inherentes a la modernización del Estado, cuyos esfuerzos están dirigidos a combatir los graves problemas nacionales, tales como los desequilibrios sociales, las deficiencias culturales, los impactos del modelo económico rentista, los daños ecológicos, la exclusión educativa y la injusticia, con el propósito de atender las mayorías e impulsar la conformación de una sociedad más democrática, equilibrada y más responsable del presente y del futuro.
Derivadas de esas grandes metas sociales, políticas y humanísticas y de los nuevos compromisos oficiales, la educación ha sido repensada y revitalizada para que ofrezca apoyo estratégico y sea pilar fundamental para forjar las competencias y las actitudes necesarias en una nueva sociedad y garantice el acceso al conocimiento a mayor población, por cuanto éste está siendo valorado como la herramienta esencial para acelerar cambios sociales, culturales, científicos y tecnológicos en cada región.
Particularmente, el Estado asumió como prioridad atender los grandes problemas que vulneran la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas del país. Problemas también considerados emergentes en los países latinoamericanos, pues afectan la producción agroalimentaria, la seguridad alimentaria y el ambiente.
Por ello, entre los objetivos primordiales del Estado figuran garantizar alimentación sana y variada a toda la población, mediante un gran movimiento articulado de varios organismos, cuya estrategia abarca atender integralmente a los pequeños y medianos productores y velar por el desarrollo rural integral, sostenible y sustentable.
En ese marco de acontecimientos reivindicativos y por las emergencias de la población, impulsa una nueva educación superior, flexible, no excluyente, capaz de formar para el trabajo productivo y más comprometida con el desarrollo de cada región. En correspondencia con estas nuevas exigencias concibió a la Misión Sucre, bandera de la política educativa nacional, cuya filosofía ha permitido desarrollar un modelo alternativo de educación, fundamentado en los principios de universalización, municipalización, movilidad social, sustentabilidad, equidad y educación permanente. En su diseño se perciben postulados de las pedagogías críticas contemporáneas, las tendencias latinoamericanas y los lineamientos de la UNESCO a favor de la calidad de educación para todos.
Coherente con esos principios y en armonía con las políticas nacionales en materia agroalimentaria, el Ministerio de Educación Superior, consideró a los Institutos Universitarios Tecnológicos del país como las instituciones idóneas para garantizar las transformaciones que el país reclama, mediante el diseño y ejecución de un programa de carácter nacional homologado dirigido a formar a los Técnicos Superiores Universitarios en Producción Agroalimentaria, cuyos fundamentos principales son el paradigma agroecológico y el desarrollo endógeno, derechos humanos fundamentales del siglo XXI. Esto implica que todos los pueblos tienen derecho a una existencia digna en un medio ambiente sano, lo cual se resume en el derecho a la calidad de la vida y el bienestar.( Tünnermann, 2003)
En consecuencia, se procedió a consolidar una red de trabajo curricular, responsabilizada de elaborar el presente programa, inserto en el desarrollo de la Misión Sucre. Dicha red se concretó a través de una amplia comisión interregional, interinstitucional e interdisciplinaria nombrada por el propio Ministerio de Educación Superior.
El trabajo se inició en noviembre de 2004 a partir de la “problematización del sector agroalimentario nacional, la revisión documental y el análisis de papeles de trabajo producidos en distintas mesas de diálogo, en los cinco eventos consecutivos denominados Jornadas Regionales de Construcción Curricular, celebrados en varias ciudades del país y cuyas sedes fueron los propios Institutos Universitarios.
Así surgió esta iniciativa nacional, consensuada, contextualizada, flexible y con responsabilidades institucionales compartidas, cuyas principales finalidades apuntan a la pertinencia y coherencia de los procesos formativos y a la inserción temprana de cada estudiante en el tejido productivo, quienes serán protagonistas de su propio aprendizaje, de una nueva historia de la seguridad alimentaria en el país y co-responsables de un esfuerzo autóctono articulado a favor de un mejor equilibrio social, político, territorial, económico y cultural.
El programa está inscrito en los preceptos constitucionales y en los nuevos paradigmas epistemológicos, psicológicos y pedagógicos contemporáneos, desde los cuales se promueve un sistema de enseñanza-aprendizaje potenciador de la creatividad y del conocimiento complejo, arraigado en las lecturas del contexto y en función del desarrollo integral del ciudadano y de la ciudadana.
Su desarrollo contempla un docente mediador de aprendizajes, asesor, tutor y orientador, capaz de favorecer la adquisición de competencias inherentes al desarrollo de una nueva ciudadanía y al logro de un productor agroecológico, consustanciado con la calidad de vida de su entorno, cooperativista y en permanente formación.
Se administrará por régimen trimestral, con una duración de catorce semanas, en ocho lapsos académicos, cuyas principales características son las siguientes:
Asume un enfoque sistémico y holístico al integrar los sub-sectores agrícola vegetal, animal, forestal y pesquero bajo el concepto de agroalimentario y englobar los procesos de producción primaria, la industria de transformación, el almacenamiento y conservación, la distribución y
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