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POETICA DE LA HISTORIA


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2012  •  1.351 Palabras (6 Páginas)  •  357 Visitas

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INTRODUCCION: LA POETICA DE LA HISTORIA

A lo largo del siglo XIX se consideraba que la “historia” era un modo especifico de existencia, la “conciencia histórica” un modo especifico de pensamiento y el “conocimiento histórico” un dominio autónomo en el espectro de las ciencias físicas y humanas.

En el siglo XX, pensadores de la Europa continental han planteado serias dudas sobre el valor de una conciencia específicamente “histórica”, han insistido en el carácter ficticio de las reconstrucciones históricas y han discutido el reclamo de un lugar entre las ciencias para la historia.

LA TEORIA DE LA OBRA HISTORICA

Los niveles de conceptualización en la obra histórica son: 1) crónica: 2) relato: 3) modo de tramar: 4) modo de argumentación; y 5) modo de implicación ideológica. “Crónica” y “relato” se refieren a “elementos primitivos” en la narración histórica, pero ambos representan procesos de selección y ordenación de datos del registro histórico en bruto. La obra representa un intento de mediar entre el campo histórico, el registro histórico sin pulir, otras narraciones históricas, y un público.

Primero, los elementos del campo histórico se organizan en una crónica mediante la ordenación de los hechos que se deben tratar en el orden temporal en que ocurrieron; después de la crónica se organiza un relato mediante la ulterior ordenación de los hechos como componentes de un “espectáculo” o proceso de acontecimientos, que supone un comienzo, medio, y fin discernibles.

La ordenación de los hechos selectos de la crónica en un relato plantea el tipo de peguntas que el historiador debe anticipar y responder en el curso de la construcción de la narrativa. Se pueden responder de varias maneras: 1) explicación por la trama, 2) explicación por argumentación, y 3) explicación por implicación ideológica.

EXPLICACION POR LA TRAMA

Se llama explicación por la trama a la que da el “significado” de un relato mediante la identificación del tipo de relato que se ha narrado. Hay por lo menos cuatro modos diferentes de tramar: el romance, la tragedia, la comedia y la sátira.

El romance es un drama del triunfo del bien sobre el mal, de la virtud sobre el vicio, de la luz sobre las tinieblas, y de la trascendencia ultima del hombre sobre el mundo en que fue aprisionado por la Caída. El tema arquetípico de la sátira es precisamente lo opuesto a este drama romántico de la redención; es un drama dominado por el temor de que finalmente el hombre sea el prisionero del mundo antes que su amo, y por el reconocimiento de que la conciencia y la voluntad humanas son siempre inadecuadas para la tarea de derrotar definitivamente a la fuerza oscura de la muerte.

En la comedia se mantiene la esperanza de un triunfo provisional del hombre sobre su mundo por medio de la perspectiva de ocasionales reconciliaciones de las fuerzas en juegos en los mundos social y natural.

En la tragedia hay ocasiones festivas, salvo a las falsas e ilusorias; más bien hay imitaciones de estados de división entre hombres más terribles que el que incitó el agon trágico al comienzo del drama.

Hay otro nivel en el que el historiador debe explicar lo sucedido a través de la explicación formal, explicita o discursiva. Esta argumentación ofrece una explicación de lo que ocurre en el relato invocado principios de combinación que sirven como presuntas leyes de explicación histórica por medio de la construcción de una argumentación nomológico-deductiva.

Pero la historia difiere de las ciencias porque los historiadores están en desacuerdo sobre cuáles son leyes de la causalidad social que podrían invocar para explicar determinada secuencia de sucesos, y sobre la cuestión de la forma que debe tener una explicación “científica”. Las disputas historiográficas sobre el nivel de “interpretación” son en realidad disputas sobre la “verdadera” naturaleza de la empresa del historiador.

Hay cuatro paradigmas de la forma que puede adoptar una explicación histórica, considerada como argumento discursivo: formista, organicista, mecanicista y contextualista.

La teoría formista de la verdad apunta a la identificación de las características exclusivas de objetos que habitan en el campo histórico.

La hipótesis organicistas del mundo y sus correspondientes teorías de la verdad y la argumentación son relativamente más “integrativas” y por lo tanto mas reductivas en sus operaciones. El organicista intenta describir los particulares discernidos en el

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