PROYECTO RECORRE UNIDAD HABITACIONAL: HACIENDA LA CRUZ, EL MARQUÉS

PROYECTO RECORRE

UNIDAD HABITACIONAL: HACIENDA LA CRUZ, EL MARQUÉS.

CLAVE: CEI-20-0263

1. INTRODUCCIÓN DEL ABANDONO DE VIVIENDA EN MÉXICO

El abandono de vivienda es un fenómeno social que ocurre en distintas ciudades del mundo. Si bien las causas de esto pueden encontrarse en factores diversos, las consecuencias se ven reflejadas frecuentemente en problemáticas sociales y urbanas.

Los espacios no habitados dentro de las ciudades tienen un impacto significativo en la imagen urbana o de la comunidad; el deterioro de la estética es la primera señal de esto y a pesar de que éste no representa un problema grave en sí mismo es el primer eslabón en una cadena de efectos asociados a este simple hecho como lo es el acrecentamiento del vandalismo y la percepción de inseguridad lo cual incita al abandono del uso de espacios públicos y dañando así la cohesión social.

La vivienda es uno de los espacios fundamentales para la sociedad. Como mencionan Gutiérrez, Díaz y Román (2015) “en la actualidad la familia es la institución básica donde se desarrollan las nuevas generaciones que en décadas posteriores serán la base de la sociedad y la economía mexicana.” Partiendo de esta idea, el desarrollo de las familias requiere de un espacio en el cual habitar siendo, en primera instancia, la vivienda el lugar para ello.

Sin embargo, la importancia de estos espacios no se reduce únicamente a las edificaciones ya que el espacio público representa una extensión del hogar. La vivienda es un medio que proporciona seguridad personal, pero la vida de las sociedades está definida principalmente por el uso de los espacios públicos. Pérez (2004) sostiene que “el concepto de espacio público para el ciudadano promedio que habita en las comunidades de los sectores populares está presente en la medida en que este se encuentre disponible para el uso directo por parte de su familia y allegados”, de manera que podemos concluir que las unidades habitacionales, ya sean fraccionamientos o sociedades condominales, no deben ofertar únicamente modelos de casa habitación, sino que deben ir más allá e incluir el uso de espacios públicos de calidad, no por cumplir con una cuota en metros cuadrados sino porque es ahí donde la comunidad se moldeará.

El abandono de la vivienda es, en muchos casos, una muestra de las deficiencias con las que cuentan los conjuntos habitacionales a las que pertenecen. Así, podemos concluir que más que abandonar una vivienda se está abandonando al conjunto habitacional en función con las fallas que presenta en sus espacios públicos y la vida fuera del hogar que se oferta.

1. CAUSAS DEL ABANDONO

Para combatir esta problemática debemos tener presente las causas que lo originan. A pesar de que éstas puedan ser diversas e involucran factores tanto sociales, económicos y políticos, dichos elementos responden a las acciones que se lleven a cabo tanto por la población como por el Gobierno.

En México existen instituciones que tienen como uno de sus objetivos principales ofrecer créditos o facilidades a la población para la adquisición de una vivienda, empero, este tipo de apoyos no siempre es éxitos; por un lado, la facilidad de adquisición de algún crédito en ocasiones no puede ser sustentada a largo plazo lo cual provoca que las personas abandonen sus hogares o, en el peor de los casos, que sean desalojados; mientras que en otro escenario, en el cual se tenga mayor solvencia para un crédito, surge el cuestionamiento sobre si la vivienda que se adquirió puede satisfacer las distintas necesidades de estos nuevos inquilinos y por cuánto tiempo.

En el segundo ejemplo encontramos uno de los puntos centrales en el abandono de cualquier espacio y es la capacidad que este tenga para ofrecer bienes y servicios a sus habitantes y que dichos elementos sean de calidad o, cuando menos, que sean del agrado de éstos.

Ambos casos tienen un fuerte impacto en el abandono de la vivienda. A pesar de que el factor económico tiene la mayor repercusión, no sólo en tema de abandono, sino a nivel social, es un aspecto imposible de atacar desde un solo punto. Sin embargo, si se aborda la problemática desde otra perspectiva, podemos aproximarnos a una mejor solución pues, si consideramos que el abandono se origina por que las viviendas (o conjuntos) no ofrecen las condiciones necesarias para sus habitantes, podemos inferir que esta problemática puede solucionarse desde el planteamiento de los desarrollos.

De esta manera surge también un tercer participante de estas dinámicas sociales: el desarrollador detrás de los conjuntos habitacionales. Podemos encontrar, en diferentes partes del mundo ejemplos de proyectos que han sido exitosos, así como otros que han generado más problemáticas de las que resuelven, ya que gran parte del éxito o fracaso de cualquier proyecto se encuentra más en su planeación adecuada que en la mera ejecución.

De esta manera podemos diferenciar 2 grupos de factores que deben considerarse durante la planeación de los conjuntos habitacionales: los fundamentales y los particulares.

1. Factores fundamentales

Este grupo de factores hacen referencia a los aspectos de mayor peso en el proyecto del conjunto habitacional pues serán rasgos que no podrán ser modificados a futuro, por lo cual merecen una atención especial. Estos son la gestión y la ubicación.

1. GESTIÓN

El desarrollo de proyectos de gran magnitud no es una tarea sencilla, por lo que una buena comunicación entre las autoridades y los desarrolladores es fundamental. La gestión en un proyecto hace referencia a la relación que debe existir entre estos dos actores la cual no debe ser de “supervisor” el uno del otro, sino que debe apuntar a ser una colaboración de ambas partes para llevar a cabo el mejor proyecto posible.

Estas interacciones deben realizarse por etapas que permitan la eficiencia en esta colaboración entre la iniciativa privada y el Estado. Estas etapas son:

1. Planeación

Durante esta etapa se debe hacer el planteamiento del proyecto, teniendo en cuenta los objetivos y beneficios que se pueden lograr; también se deben considerar los riesgos, las problemáticas, la población objetivo y demás elementos que deben satisfacer indiscutiblemente el proyecto, así como una comunicación directa entre las autoridades en materia que corresponda (medio ambiente, desarrollo urbano, proveedores de servicios, etc.) y el desarrollador a fin de considerar los requerimientos normas para el fraccionamiento en cuestión así como aspectos económicos para el financiamiento del proyecto.

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