PYMEs Y Control Interno
c35arbh13 de Noviembre de 2012
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Problemas de las PYMES en México
Antes de identificar la importancia de la PYMES en México, comenzaremos por analizar su significado. Arthur Anderson en 1999, en su libro Diccionario de Economía y Negocios, las define como “Una Unidad Económica de Producción y Decisiones que, mediante la Organización y coordinación de una serie de factores como lo son: Capital y Trabajo, persigue obtener un beneficio produciendo y comercializando productos o prestando servicios en el mercado”.
En nuestro país como en otros en vías de desarrollo y en los altamente industrializados, existe una estructura industrial cuya integración puede ser deficiente o deficiente la demanda del mercado de consumo de cada país, incluso la demanda internacional. Pero debe señalarse que, en cualquier estructura industrial, existe la pequeña y mediana industria.
La pequeña industria que surge antes que se originara el capitalismo industrial, tenía como fuente creadora las necesidades primarias del hombre como el tallado de la piedra, el trabajo de los metales, la manufactura de prendas de vestir, etcétera. En ese sentido se formó no solo como fuente de abastecimiento de bienes para el consumo, tan bien fue activador el desarrollo de las fuerzas productivas, siendo básicamente la industria de modestos recursos de donde se apoyó la revolución industrial y con ello, la tecnología que hoy desarrollan y fomentan las grandes empresas.
En nuestro país, a partir del periodo de vida independiente, el fenómeno de la industrialización destaco con empresas como la textil, de alimentos, de muebles de madera, de productos químicos, etcétera.
Antes de 1910 surgieron las fundidoras de fierro y acero en Monterrey, las industrial del cemento y del jabón, así como otras empresas que en esa época se consideraban como grandes, sin embargo, antes de estas ya existía la insipiente industria y al artesanía casera, utilitaria, y de ornato.
Después de la revolución mexicana, y al crecer el mercado interno, hicieron su aparición mas industrias grandes, medianas y pequeñas, pero lo básico en esa estructura industrial que crece y se desarrolla permanentemente es la pequeña y mediana industria.
Ya en el año de 1930 la pequeña y mediana industria nacional, por el número de establecimientos, representaba el 12% de la industria de la transformación, en cuanto que el 86% restante correspondían a talleres y artesanías. En 1950, el mismo sector de la pequeña y mediana industria representaba 25%, en tanto que los talleres y artesanías sufrían una reducción a 71.9%. En 1955, la pequeña y mediana industria significo el 45.8% y los talleres y artesanías 51.9%.
El censo industrial de 1971 reporto un total de 118,740 establecimientos de la industria de la transformación, de los cuales el 64.4% son industrias medianas y pequeñas, pero 34.92% son talleres y artesanías, solo el 0.44% equivalen a 523 industrias con capital contable de 25 millones de pesos.
Aunque desde 1983 se empezaron a poner en práctica diversos programas de apoyo y promoción a la empresa pequeña y mediana en México por ejemplo –Programa Nacional de Fomento Industrial y Comercio Exterior (PRONAFE) y el Programa para el Desarrollo Integral de la Empresa Pequeña y Mediana (PRODEIPM) en 1984, estos no tuvieron una efectividad real como promotores del sector.
De acuerdo a los informes estadísticos el “Programa para la Modernización y Desarrollo de la Industria Micro, Pequeña y Mediana” en México puesto en marcha a partir del año 1991, estuvo destinado a resolver la problemática empresarial, de éste sector industrial en específico.
En 1997, Nacional Financiera (NAFIN) creó un fondo de garantía para apoyar el financiamiento de las pymes en la crisis, pero el mismo no entró en operación por falta de recursos.
Con el propósito de focalizar los apoyos para cada uno de los segmentos empresariales conforme a sus características y potenciar el impacto de los recursos, en octubre de 2007 surgió “México Emprende” como la instancia que coordina los programas de apoyo a las empresas y a los emprendedores. A través de este mecanismo se ofrecen soluciones integrales a MIPYMES y emprendedores en un sólo lugar. Cabe destacar también que a efecto de integrar el esquema de una manera completa se puso en operación el Programa Empleo en Zonas Marginadas, orientado a detonar el desarrollo regional mediante la creación de infraestructura en las zonas de alta y muy alta marginación.
De enero de 2007 a julio de 2009, a partir de este esquema integral de apoyo se han atendido a 1,624 mil MIPYMES, que crearon 350 mil nuevos empleos.
De estos resultados destaca que entre enero y junio de 2009, se aprobaron cinco proyectos por 50.2 millones de pesos. Cuatro proyectos para la transferencia de modelo y adopción de metodologías en 120 instituciones y organismos; y uno dirigido a una caravana nacional de promoción y difusión de la cultura para emprendedores. En conjunto, con estas acciones atenderán más de 60 mil emprendedores.
Al mes de junio de 2009 el Sistema Nacional de Incubación de Empresas cuenta con 450incubadoras, de las cuales 203 son tradicionales, 229 de tecnología intermedia y 18 de alta tecnología.
En septiembre de 2007 inició la operación del Programa de Apoyo a Empresas Afectadas por desastres Naturales a fin de impulsar la recuperación económica en las zonas afectadas por desastres naturales mediante el otorgamiento de crédito en condiciones preferenciales y esquemas crediticios no tradicionales a las MIPYMES que hayan interrumpido su actividad económica debido a daños físicos o económicos. A este programa la SE ha canalizado 718 millones de pesos para la atención de 27,880 MIPYMES siniestradas.
El Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación (PECyTI) 2008-2012 se incorpora la innovación y el impulso a las MIPYME innovadoras como prioridad nacional, para lo cual el consejo se ubica como un agente relevante para esta tarea. En particular, se fortalece la Dirección de Desarrollo Tecnológico e Innovación, que pasa a ser operadora de un conjunto de programas para promover la innovación, a través de actividades conjuntas con las secretarías de estado a través de los fondos sectoriales, con los gobiernos de los estados mediante fondos mixtos y con programas propios, como el de estímulo a la innovación.
Desde hace mucho tiempo las PYMES han constituido los ingresos principales de muchas familias mexicanas, ya que de ellas una familia puede sostenerse, sin necesidad de realizar algún trabajo adicional, además es de considerarse que constituyen un apoyo para las siguientes generaciones de empresarios, por la transmisión de los secretos de la empresa familiar, contribuyendo al crecimiento y desarrollo de las empresas mexicanas, de una manera empírica en la mayor parte de los casos.
En México se ha copiado esta forma de hacer negocios y las incubadoras de Empresas son programas que actualmente llevan algunas Universidades, Tecnológicos y Fundaciones de Gobierno, que apoyan a los emprendedores a diseñar desde la constitución del plan de negocios, apoyo en asesorías aspectos importantes para crear, una empresa que en términos generales, minimicen el riesgo en la inversión, ya que el capital en la actualidad es demasiado escaso y bien vale la pena realizar una inversión bien planeada. Todos estos esfuerzos se han dado en conjunto con múltiples programas y organizaciones. A continuación detallaremos un poco como han influido estos en el creación de las PYMES.
Estrategias durante el gobierno de Vicente Fox
Las estrategias para enfrentar los desafíos de las PYMES, a inicios del gobierno del presidente Fox, se centraban en un diagnóstico que consideraba seis grandes campos de problemas que afectaban a este tipo de empresas: 1) limitada participación en el comercio exterior; 2) escasa vinculación con los sectores dinámicos; 3) deficiente capacitación de recursos humanos; 4) falta de cultura de innovación; 5) bajo nivel de vinculación con el sector académico; y 6) limitado acceso a fuentes de financiamiento (Secretaría de Economía 2001).
A ese diagnóstico gubernamental se sumaba una extraordinaria concentración en la cartera crediticia de los grandes bancos. Como se aprecia en el Cuadro 5, los 300 mayores tomadores de créditos en la cartera de esos bancos representaban 62% por ciento o más de la cartera de seis de los nueve bancos reportados, llegando a 100% en los casos de Scotiabank e Inbursa.
En el resto de los bancos esto representaba entre 32 y 45 % de la cartera. En la mayoría de los casos, la cartera de los 50 mayores acreditados estaba en el orden de 50% o más del total de la cartera de créditos de los bancos.
Con la llegada al gobierno de la administración del presidente Vicente Fox, en el año 2000, se produjo un fuerte viraje en las posiciones oficiales en relación a la necesidad de contar con estrategias y políticas para contener la situación de las pymes. Para ello se desarrollo la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Con la cual se suponía aumentar la participación de las PYMES en la economía del país.
Además dadas las condiciones de partida para el desarrollo de esta estrategia, en su implementación, no solo se formularon diversos programas, sino que también requirió de una importante tarea de desarrollo institucional, como se verá a continuación.
Dentro de esa gran estrategia, los problemas de financiamiento de las MIPYME fueron enfrentados mediante dos grandes conjuntos de acciones: las que tenían un efecto indirecto y aquellas de aplicación directa.
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