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Pedagogia


Enviado por   •  15 de Noviembre de 2012  •  1.914 Palabras (8 Páginas)  •  302 Visitas

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Capítulo 6: Imágenes de crisis.

Sueños de convivencia: tensiones de hospitalidad y hostilidad en la educación.

En el texto habla de la necesidad de un cambio urgente. Hace referencia al termino “crisis” que lo reemplaza más bien de dolor, de agonía, de sufrimiento, de trastorno, de padecimiento. Cuando menciona crisis de la conversación o crisis de la herencia o crisis educativas, en realidad al autor le hubiera deseado escribir dolor, sufrimiento, agonía, padecimiento, de la herencia, de la conversación, de la educación.

Marca la diferencia que se establecen entre generaciones, donde circula una mirada con desconfianza, que poseen poco o nada de diálogo, que se ignoran, se temen y no se buscan unos a otros, entonces crecen en medio de la desolación, la desidia y el destierro. Como si lo usual fuese la distancia y lo normal fuera que cada uno cuente apenas con uno mismo. Entonces así se extrema una soledad no deseada (entendida como una morada del miedo, de la desesperación); y se aleja del contacto con los demás por temor a un cierto contagio generacional. Por temor que causa la presencia de otras vidas en nuestra propia vida, por la confusión que origina la existencia de otras lenguas en nuestra propia lengua, por el dolor que sufre del atravesamiento de otros cuerpos de nuestro propio cuerpo, por la tensión que ponen juego la diferencia de otras edades en nuestra propia edad. ¨…“ El discurso habitual de la crisis es, también, el miedo irremediable a la crisis: miedo porque ya cansa esa palabra y por que está cansada la palabra , miedo porque naufragan las líneas frágiles del tiempo , miedo al desorden que nunca fue sino desordenado , miedo a los demás transformados en amenaza por ignorancia o por desprecio ( o bien por ambas razones a la vez ) , miedo a no vivir ni convivir sino sólo a durar , miedo a que el mañana pierda su estirpe redentora…”

Hace alusión a que cuanto más infernal sea la crisis, siempre va a estar presente un discurso de salvación y realiza una metáfora…” ese trazado inconfundible de un hilo metálico hacia delante, de un hilo capaz de resistir toda crisis y conducirnos hacia ese mañana candoroso, hacia ese futuro inexcusable.

Hay que realizarse preguntas y escribir en medio de la crisis, del conflicto y de la convivencia.

Cuando los textos especializados se refieren a la misma hay que cuestionarse desde que lugar la abordan y si se animan a introducirse en el corazón de la misma, observar que preanuncian y que esconden.

Menciona al joven como el que sabe y que ser joven en saber ese saber. Pero también supone un desposeimiento de la idea misma de juventud, que al no dejarse atrapar en una identidad orgánica, produce la cancelación del futuro. Comenta acerca de un borramiento de generaciones, la disolución de autoridad, el rechazo a la tradición, a la memoria y a la herencia. Intentando manifestar que los jóvenes desean abandonar la infancia antes de tiempo y generar un distanciamiento en la edad adulta, todo el tiempo que sea posible.

Plantea que los adultos frustran la vida de los jóvenes por sus propias frustraciones y que el embate entre generaciones tiene que ver con dejar de ser aquello que será o querría ser, la de dejar de ser aquello que se está y de verse obligados a ser aquellos que no se quisiera ser. Por ende la juventud desconoce los sentidos de la idea adultizada y adulterada de la juventud, estos niños adultizados que se empecinan en señalar la irresponsabilidad del ser de esa juventud. La misma no tiene experiencia de cosas de la vida, sólo escucha la voz de sus pasiones y no le interesarían tales lecciones; de esa manera hacer un estudio de la política seria en vano ya que no podrían sacar resultados positivos. Hay un texto donde la autora María Zambrano menciona una frase…” Esta juventud de ahora…”Esta expresión no solo muestra que va contra el tiempo en cierto modo desesperante sino que provoca sin lugar a dudas preguntas realizadas a travez del ocultamiento del lugar discursivo. La autora en un texto final…” y mejor aún si se pudiera seguir o empezar a hablar de los jóvenes y borrar de nuestro vocabulario la frase…”Esta juventud de ahora…”. Prefiere que se deje de hablar de juventud, dejando de mencionar esa palabra y conversar con la misma, para no caer en una trampa mortal y moral. Pensar que la crisis no es sino la ausencia de una conversación de generaciones o de una conversación que termia rápido, o de otra que sólo esta llena de negaciones, arrogancias, desilusiones y negligencias. Se perdió la conversación con los otros, si se lo hace es siempre de las mismas cosas y acá es donde se manifiesta un lenguaje escaso, opaco, donde hay una escasa expresividad y la incapacidad para la traducción del lenguaje de los demás.

…” La aceptación de la herencia no es la sumisión a la tradición, no es la consumación final de un dictamen, no es la manutención tiesa de un legado…”

Habla acerca de la infidelidad con el sentido a la idea de libertad. Si la herencia consiste en mantener cosas muertas y reproducir lo que fue, no es lo que se puede llamar herencia. Cuando la herencia es pronunciar lo de lo demás sin realizar modificaciones entonces la palabra que se pronuncié, tendrá ese sabor a la palabra ya dicha y a palabras sin palabras. Si la herencia fuese la autoridad y si la misma se manifiesta como hombre impiadoso, no queda más que establecer un pacto de mediocridad, una tregua hecha de miedo y por costumbre. Así se aleja de lo inicial y se vuelve un baúl hermético. La pregunta que se plantea es

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