Pensamiento Critico
Tomasaurora16 de Octubre de 2012
3.097 Palabras (13 Páginas)488 Visitas
EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN LA VIDA
Y SU ROL EN LA EDUCACIÓN
Por Tomás González Cortés
Pedagogía en Música
Universidad Tecnológica de Chile
INTRODUCCION
El avance de nuestra sociedad, las exigencias que estos adelantos significan para los seres que la conforman, la competencia intelectual en el trabajo, los intereses de quienes quieren que el país siga de una u otra manera, la forma en que se lleva a cabo la educación y para qué, y en fin todo lo que conlleva la vida diaria en una cultura como la nuestra hoy en día, es reflejo de un mundo en constante y acelerado cambio, condición que exige una forma de pensamiento radical para poder seguir a tempo con estos movimientos, una forma de pensamiento que nos ayude a limpiar del paso todo lo que nos obstaculice, que nos ayude a elegir de la mejor manera entre las infinitas posibilidades, un pensamiento proactivo y estratégico, superior, que se pueda enseñar, etc. Este es el, tan destacado hoy, “Pensamiento Crítico” y es el punto central que, en el siguiente ensayo, tratare de describir y relacionar principalmente con la educación en nuestro país.
EL PENSAMIENTO CRÍTICO Y LA EDUCACION
El pensamiento crítico es hoy en día una necesidad para cada ser humano, cada persona debería tener la capacidad de pensar críticamente, cada uno de nosotros debería tener acceso a la información y la formación necesaria para aprender a hacerlo, el pensamiento crítico es, a mi parecer una herramienta que, en una verdadera democracia, debería poseer y saber utilizar cada uno de los seres que la conforman, sin embargo vemos que en general no es así.
Antes de continuar veamos la definición de pensamiento crítico, cristalizada en el “Informe Delphi”, que se arrojo como resultado de largas reuniones (desde 1988 a 1989) entre destacados académicos de diversas áreas disciplinares en torno al “que es” esta revolucionaria forma de pensar.
Pensamiento Crítico: “Juicio auto regulado y con propósito que da como resultado interpretación, análisis, evaluación e inferencia; como también la explicación de las consideraciones de evidencia, conceptuales, metodológicas, criteriológicas o contextuales en las cuales se basa ese juicio. El pensamiento Crítico es fundamental como instrumento de investigación. Como tal, constituye una fuerza liberadora en la educación y un recurso poderoso en la vida personal y cívica de cada uno. Si bien no es sinónimo de buen pensamiento, el Pensamiento Crítico es un fenómeno humano penetrante, que permite auto rectificar”
En este informe también se define al “Pensador Critico Ideal”:
“una persona habitualmente inquisitiva; bien formada, que confía en la razón; de mente abierta; flexible; justa cuando se trata de evaluar; honesta cuando confronta sus sesgos personales; prudente al emitir juicios; dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse; clara al respecto a los problemas o las situaciones complejas; diligente en la búsqueda de información relevante; razonable en la selección de criterios; enfocada en preguntar, indagar, investigar; persistente en la búsqueda de resultados tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo permitan”.
Habría que preguntarse si efectivamente las personas en nuestro país piensan de esta manera… lo más importante a mi parecer dentro de la definición de pensamiento crítico es lo primero con respecto a la “auto regulación” y lo ultimo sobre la “auto rectificación”, ambos conceptos abrazan a la definición completa y van de la mano en una especie de espiral ascendente ya que primero la auto regulación, que es hecha en base a los propios sistemas de creencias y definiciones de cada uno, requiere que estos sistemas sean mejorados, limpiados de basura egocéntrica, de todo eso que nos hace identificar la realidad con lo que cada uno cree, por eso es necesario que en el mismo instante exista un intento de auto rectificación del pensamiento. Así se puede decir que se rectifica la regulación y se regula la rectificación, con una constante atención en uno mismo, con un juicio regulado en base a valores de justicia, humildad, respeto, ecología, amor, verdad, queriendo sacar lo mejor de uno, con la intención permanente de rectificar nuestro pensamiento, nuestra actitud, nuestra visión, nuestra salud, nuestra alimentación, nuestra actitud frente a la vida y la muerte, frente al dinero y el consumo, en fin con todo en cuanto nos relacionamos. El problema es que la persona común en general no realiza este ejercicio sino que más bien vive en una especie de conformismo, aceptando lo que cree que “le toco”, no cuestionando el porqué está como está, porque tiene las enfermedades que tiene, porque posee las cosas que posee, porque tiene las carencias que tiene, viviendo conforme a lo que le dicen (los medios de comunicación, el árbol genealógico, el gobierno, la escuela, los círculos sociales) que es la vida; así este espiral ascendente se para en un círculo vicioso, un circulo en que existe una regulación pero no es de propia intención sino más bien como un reflejo, regulando en base a lo establecido como verdad aunque ésta no sea éticamente o naturalmente correcta, respondiendo a lo que la persona se conforma que es la realidad, manteniéndose en esos preceptos, lo que no lleva a una rectificación de uno mismo sino a un estancamiento, del cual la persona puede no darse cuenta, sintiendo que así son las cosas simplemente, entonces cuando enferma, engorda, sufre, causa daño a los demás y a sí misma no se pregunta de inmediato ¿por qué? Y se conforma porque es lo que “le toco”.
El pensamiento crítico es parte del movimiento acelerado y mutante de nuestros tiempos, movimiento al que se acopla el mercado, el capitalismo y los sistemas dominantes, y al parecer son justamente estos sectores socio-culturales los que demarcan el “que” se va a enseñar en las escuelas según el tipo de trabajador que necesita la sociedad, que al parecer debe ser un trabajador flexible, que posea habilidades de pensamiento de orden superior, que procese y aplique información, y que posea habilidades de pensamiento crítico.
El siguiente extracto de la ponencia “Pensamiento crítico, educación y mundo actual” de Eduardo Harada Olivares, en la sección “Ética y Bioética como patrimonio de la Humanidad” en el “XIX coloquio Nacional Sobre la Enseñanza en la Filosofía” realizado en México, refuerza lo anterior:
“…las empresas demandan que las escuelas generen una fuerza de trabajo flexible, capaz de adaptarse a situaciones nuevas, seguir aprendiendo, capacitarse continuamente, solucionar problemas y tomar decisiones de manera crítica, creativa y con iniciativa, es decir, que posea habilidades del pensamiento de orden superior o complejo que hasta hace algunos años no se estimaban ni necesarias ni mucho menos deseables en todos los empleados”
Entonces si, se enseña a pensar críticamente pero en pos de la mejora productiva y la mejora en la eficiencia de las empresas, o en pos de la estabilidad del sistema que rige el país, es decir que se aplica una crítica delimitada por los ideales de una empresa o de un gobierno, se puede decir que se enseña a criticar solo lo suficiente para no perder el trabajo, para no caer preso, o incluso, a un nivel mucho mas interno de cada ser humano, para no dejar de ser todo ese enredo de definiciones que estamos convencidos que somos, se trata de un pensamiento crítico manipulado que hace parecer a las personas simplemente mecanismos controlados dentro de una maquina consciente de todo lo que está contaminando. Todo esto en una sociedad como la nuestra, con su historia, sus heridas, su estructura, y su contemporaneidad.
Resuena con lo expuesto el siguiente extracto de Harada en el coloquio:
“No se trata tampoco de una crítica que descubra problemas donde no los hay o no espera o quiere que los haya, sino de una crítica meramente conservadora o reformista, que ayuda a solucionar los problemas reconocidos por el sistema dominante o que impiden el funcionamiento normal de éste y que no cuestiona los supuestos últimos en los que descansa la critica misma o los criterios que determinan, por principio de cuentas, que son un problema y una solución a él”.
Harada explica que de hecho se trata de una crítica constructiva o positiva que colabora haciendo que las cosas mejoren, lo que, basado en el amor, constituye el porqué es tan importante el que se manejen estas habilidades, pero no en pos de la mejora de lo que es bueno para algunos, sino que para todos, desde cada uno.
Es por todo esto que se hace evidente la necesidad de este pensamiento en cada individuo, y es fundamental el que se implemente conscientemente en la educación temprana, en la escuela, que se les enseñe a los niños a tener una mirada crítica limpia de toda moral artificial, y no solo como un contenido mas o infiriendo su aprendizaje a través de estos, sino en el ámbito de las relaciones, infiriendo el pensamiento crítico en el devenir del día a día de los niños y sus compañeros y profesores, siendo estos últimos responsables de aplicar este pensamiento superior a sus propias vidas y relaciones para contribuir con en el ejemplo a este aprendizaje.
De esta forma idealmente los niños, auto regulándose y auto rectificándose desde temprana edad ni siquiera alcanzarían a contaminarse de cualquier basura moral y artificial arraigada en una que otra ideología
...