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Politica Social


Enviado por   •  30 de Junio de 2015  •  3.164 Palabras (13 Páginas)  •  135 Visitas

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Politica Social:

Trabajo Practico Nº3 Unidad 2.

1-Realice un ecrito donde defina y explique las caracteristicas distintivas de los paradigmas de la politica social en el Estado Neoliberal:

-Focalizacion.

-Descentralizaion

-Supremacia de lo asistencial.

-Privatización.

Trabajo Practico Nº4 Unidad 3.

Encuadre teorico sobre la participación Social.

1- Definición y niveles de la misma.

2- Formas de resolucion de la planificación.

3- Determine al menos 4 aspectos superadores de la planificación estrategica y superativa respecto de la planificacion tradicional y normativa, al momento de crear y gestionar un programa social.

Trabajo Práctico Nº 3: “Politicas Sociales en el Estado Neoliberal”

• La focalización:

Si el sentido del paradigma imperante era el de la subsidiariedad del Estado, resultaba primordial alentar políticas en dicha dirección. Por ello, más que propiciar nuevas inversiones para la expansión y mejoramiento de la calidad de los servicios en los sectores de salud, educación, vivienda, agua potable y saneamiento, cultura y recreación, y deporte, los recursos públicos estatales debían reducirse y orientarse hacia los sectores sociales que no disponían de los recursos para acceder a la satisfacción de estas necesidades a través del mercado.

Este paradigma se apoyó en el surgimiento de un singular número de nuevos programas y proyectos, gran parte de ellos promovidos y financiados con recursos de organismos financieros internacionales, particularmente del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, que por primera vez apoyaron no sólo la construcción de infraestructura en salud y en educación, sino procesos de reforma que alentaban la descentralización, la focalización y la aplicación de nuevas técnicas y metodologías de gerenciamiento, en su mayoría originadas en el sector privado.

Emergieron así nuevas iniciativas vinculadas a áreas de identificación de beneficiarios, monitoreo y evaluación de resultados e impactos, proyectos en las áreas de infancia y tercera edad, y asistencia financiera para el desarrollo de programas alimentario-nutricionales.

Con la transferencia de gran parte de la responsabilidad de lo social a provincias y municipios, el estado nacional debía construirse un nuevo papel en lo social, que se centró, a principios de los años 90, en reducir las diferencias que la aplicación de políticas universales no había corregido: los barrios y localidades sin servicios adecuados de salud, educación y atención a niños pequeños y ancianos. El reconocimiento de los procesos de empobrecimiento y el movimiento por el reconocimiento de nuevos derechos permitía el reconocimiento de los “olvidados de siempre”: los pueblos aborígenes, los discapacitados, las poblaciones rurales, los residentes en villas miserias y asentamientos irregulares.

En los años 90 se produjo una segmentación de los sectores medios, que habían ocupado el centro de la estructura social y habían sido los mayores beneficiarios de la educación pública y del empleo formal. Estos sectores respondieron a la caída en la inversión pública en educación de inicios de los años ochenta y a una renovada apelación a la diferenciación social centrada en nuevos consumos privados de servicios, abandonando la escuela pública y trasladando a sus hijos a los establecimientos privados. A ello siguió una profundización de la segmentación y segregación espacial con el surgimiento de barrios privados y “countries”, y cambios profundos en los consumos de cultura y recreación.

Respecto de la salud, el mercado privado resultó tempranamente hegemónico por el déficit de presencia de actores públicos; en consecuencia, para estos casos la diferenciación profundizó esta tendencia. El resultado fue un deterioro importante de los servicios públicos, en cuanto a calidad y un abandono en la preocupación y en la demanda de los sectores medios por mejores y mayores servicios. El reclamo se concentró en menores impuestos y tasas tributarias por servicios cada vez más ajenos a su interés.

Sin embargo, la evolución del empleo y los ingresos, y su efecto en la pobreza y la indigencia crecieron en dimensiones más vastas de las esperadas por la población. Desde mediados de la década se observó un proceso creciente de expansión de la desocupación y de la subocupación, de caída de los salarios, de deterioro de las condiciones de empleo de los que trabajaban y, en consecuencia, de mayor pobreza.

Quienes sufrían estos cambios volvían a demandar atención del sector público para acceder a la educación, a la salud, a la vivienda y los servicios que les habían quedado vedados. La demanda de vivienda fue segmentada, prevaleciendo el crédito privado para un conjunto minoritario de la población, ya que se estableció un vínculo bancario entre formalidad laboral y acceso al crédito.

Por otra parte, los fondos públicos destinados a la construcción de vivienda social quedaron recortados por ley permitiendo a cada jurisdicción la posibilidad de su aplicación a gastos corrientes.

Los servicios públicos habían sido privatizados en su mayoría y los contratos autorizaron a que la extensión de las redes para ampliar la cobertura se limitan en a los últimos años de la concesión. Por ello las mejoras en los índices de abastecimiento de agua potable y redes cloacales fue en los años noventa muy acotada, afectando en especial a los pobres e indigentes quienes no eran un mercado atractivo para el capital privado.

También es oportuno mencionar que las evaluaciones realizadas siempre confirmaron una correcta focalización, encontrando que la mayoría de los beneficiarios era efectivamente pobre. Sin embargo, estos estudios olvidaban considerar a los no incluidos; es decir, que las evaluaciones alcanzaban a un universo más limitado que el que debieran por definición.

Por último, debe destacarse que la agudización de la crisis social se tradujo en una revalorización del papel central del Gobierno nacional en la atención de la política social, a través del financiamiento de planes y programas de carácter masivo.

• La descentralización:

El modelo de organización económica y social que se impuso en el país y en gran parte del mundo durante la década del 90, centrado en una transferencia

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