Política Económica En México

=Reflexiones sobre la inversión de México en el desarrollo científico y tecnológico =

La inversión en investigación científica y desarrollo experimental de los países de altos ingresos o del primer mundo representan actualmente más del 80% del total mundial y entre 1.5 y 3.8% de su Producto Interno Bruto (PIB), mientras que la mayoría de los países en desarrollo dedican menos del 0.5% de su PIB a la investigación científica y desarrollo experimental, incluso en algunos casos tan sólo el 0.01%. Problema bastante claro en México ya que existe un rezago enorme cuando se trata el tema

Vivimos una realidad donde existe una enorme diferencia entre los países ricos y los pobres en cuanto a solicitudes de patentes se refiere, de personas matriculadas en estudios científicos y tecnológicos de las universidades, de semanarios de ciencia y tecnología, al número de científicos e ingenieros y sobre todo en instituciones de investigación especializadas.

De esta manera resulta primordial para los países en desarrollo transformen su contexto normativo es decir legislar sobre este rubro y realizar los ajustes institucionales y burocráticos necesarios para que la ciencia y la tecnología beneficien a los sectores más vulnerables de la población y cumplan su función potencial de motor del desarrollo tanto social como económico. El simple mantenimiento del statu quo haría que muchos países en desarrollo se quedaran cada vez más rezagados.

Por otra parte al inicio de la administración del presidente Enrique Peña Nieto manejaba un discurso en el cual se comprometía a ampliar los alcances del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y posicionarlo como un instrumento esencial del Estado Mexicano, para acelerar la transformación del país. Para el gobierno federal no es casualidad que los países que han invertido en el conocimiento, hoy en día obtienen mayores niveles de desarrollo humano y económico justificando así la propuesta al Congreso de la Unión un considerable incremento presupuestal para el año 2013.

De esta manera, el Presupuesto 2013 contemplo un gasto destinado a Ciencia, Tecnología e Innovación de 70 mil 395 millones de pesos. Un aumento de más de 18%, respecto a 2012 según cifras del gobierno.

Con la retórica característica de los gobiernos priistas cito lo siguiente. “El futuro se construye hoy. Invertir más en ciencia y tecnología, respaldar a los científicos y tecnólogos del país, son decisiones correctas”.

Para la meta planteada por el gobierno federal consideran a la ciencia y la tecnología como la plataforma de despegue de un “México moderno, próspero y exitoso, en el siglo XXI.”

Vaya que suena alentador y mucho muy convincente tales palabras que para el día de hoy son letra muerta, muy difícil alcanzar la inversión del 1 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) en el rubro de ciencia, tecnología e innovación, como se lo ha propuesto el gobierno federal este sexenio.

Una variedad de factores tanto internos como externos son los que han sido determinantes para que lleguemos al punto donde nos encontramos. Entre las principales causas se encuentran la crisis económica del año 2008, esta nos ha heredado cuatro cosas que debemos resaltar, en primer lugar bajo crecimiento económico, en segundo lugar nos dejó enorme desempleo que aun en estos dos tercios que van del año sigue creciendo, sin duda es uno de los grandes legados del cual el país no se ha recuperado y sigue padeciendo, el tercer legado versa sobre una creciente desigualdad, simplemente para una dar idea del brutal impacto que tuvo en nuestra sociedad se vio en la desaceleración, después la recesión de la que fue víctima no solo la economía nacional pues la padecieron prácticamente todas las economías del mundo. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) América Latina no es la zona más pobre del mundo pero si la que presenta mayores índices de desigualdad y que México dentro de la región es

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