Presidencialismo Mexicano

REPORTE DE LECTURA

Ricardo Hernández Moisés Daniel

Universidad Popular Autónoma de Veracruz

Maestro: Carlos Escarpetta

Fecha de entrega: 4 de enero de 2020

Materia: Seminario de Habilidades para el trabajo Intelectual

Semestre: 1ero              Grupo: 102

Este es un testimonio de primera mano sobre uno de los temas mas controvertidos de la política mexicana: el presidencialismo. Surgido desde los orígenes mismos de la republica y caracterizado por la hegemonía y el autoritarismo, este apasionante fenómeno político obliga a analizar que permitió al presidente de México arrogarse tanto poder.

Los antecedentes históricos del presidencialismo son tan solidos como profundos. Está arraigado en la naturaleza misma de nuestro sistema político. Es por ello que ninguna reforma a fondo del sistema político mexicano podrá culminarse cabalmente si no se cancela el presidencialismo y se acota el sistema presidencial.

La convicción de que la modernización de la política comienza con la modernización de los políticos. En nuestro país, el político no goza de la mejor imagen pública. Muy pocos políticos superan el juicio popular. Por eso, cuando el político critica, emite algún juicio de valor o escribe algún libro o artículo. El político retirado, o el que ya dejo atrás a sus mejores oportunidades, es una especie de personaje altamente vulnerable, a quien, con verdad o falsa, puede atacársele con un alto grado de impunidad.

 Sin embargo, ni la corrupción es general ni es defecto exclusivo de los funcionarios públicos, ni de un partido político en particular. Por otra parte, los políticos suelen ser hipersensibles ante la crítica. Mientas mas elevado sea el rango del sujeto, o mientras menos experiencia se tenga en esto de las lides de la política, más intensa es dicha sensibilidad, que, de agravarse puede convertirse en verdadera intolerancia.

En México no se acostumbra que los políticos del llamado “sistema” seamos críticos. Las apreciaciones sobre el sistema político expreso en el texto surgen de un animo critico pese, no son el resultado de elucubraciones teóricas.

En numerosos estudios de politólogos y sociólogos, tanto nacionales como extranjeros se ha tratado de dilucidar tres cuestiones fundamentales del sistema político mexicano

1. Las razones por las que se ha mantenido en el poder, por tantos años, el partido revolucionario Institucional
2. Los mecanismos mediante los cuales se decide en México la sucesión presidencial
3. Las causas del impresionante poder político del presidente de la república en turno

Desde 1824 se estableció en nuestra constitución el sistema presidencial, este por muy diferentes razones, ha devenido en la práctica de un presidencialismo hegemónico, centralizador y a veces desorbitado y autoritario. El presidencialismo con los años se convirtió en un depredador tanto del federalismo como del equilibrio entre los poderes, dos pilares fundamentales que sostienen nuestro sistema republicano. En los últimos años, el tema del Presidencialismo forma parte de cualquier discusión sobre la reforma política o reforma del estado, como algunos prefieren llamarla.

En este nuevo sistema los estados federados ejercían tal tipo de y numero de atribuciones que se convertirían en entidades autosuficientes en lo económico e independiente en lo político; es decir, entidades que en la práctica podrían ejercer un auténtico federalismo con base en una genuina soberanía. Hay quienes proponen el sistema parlamentario o el sistema semipresidencial, de corte francés

Acotar el presidencialismo equivaldría, de alguna manera a dejarlo vivo, con el riesgo de que en cualquier momento volviera a enseñorearse del sistema político. No limitar el sistema presidencial significaría dejar intocado, por una parte, el desequilibrio entre los poderes y, por otra parte, la marginación que caracteriza a los gobiernos estatales y municipales respecto de los subsistemas político, económico y social. Sostener un sistema presidencial tan ampliado como el nuestro equivaldría a mantener incólumes los privilegios y las amplias y diversas atribuciones del presidente de la república, algunas de las cuales son tan importantes que fueron, precisamente las que auspiciaron el presidencialismo.

Cualquier reforma política, de fondo que se pretenda llevar a cabo habrá de contemplar la cancelación del presidencialismo y el acotamiento del sistema presidencial. El presidencialismo mexicano tiene su raíz jurídico-administrativa en el sistema presidencial que nuestra constitución establece. Ese sistema nace con la republica y con su primera constitución la de 1824; se atenúa en la carta magna de 1857, y vuelve con los fueros en la de 1917 que actualmente sigue en vigor.

El estudio del presidencialismo se aborda en cuatro momentos cruciales de la historia del sistema político mexicano:

Primero, a partir del nacimiento de México como país independiente y como república independiente, según el mandato de la constitución de 1824

Segundo, cuando se consolida la nación con Juárez y Porfirio Diaz

Tercero, en el momento de la revolución, incluida la era de Cárdenas

Cuarto, y por último, en la que se ha llamado etapa contemporánea, que comprende desde Echeverria hasta la presidencia de Ernesto Zedillo.

Ocupar tales cargos represento la oportunidad de tratar personalmente a varios presidentes de la republica y a muchos funcionarios públicos, situación que de alguna manera permitió conocer y vivir hechos y circunstancias que hablan de la forma en que algunos jefes de la nación y sus colaboradores cercanos han ejercido el presidencialismo. Es indiscutible que en México el presidencialismo ha socavado tanto el principio como la practica de la división de poderes que la constitución establece como una de las piedras angulares de nuestro sistema político, desde antes de la revolución hasta el surgimiento del liberalismo social del salinismo, el estado siempre jugo un papel preponderante en la conducción de la economía nacional.

También se fomentaron las inversiones extranjeras, se realizaron todo tipo de programas de infraestructura, se apoyaron directamente importantes proyectos y acciones de particulares, se organizo todo un sistema financiero y bancario en apoyo del crecimiento económico y del desarrollo social del país, y se construyo una amplia y compleja estructura arancelaria y administrativa altamente proteccionista de los sectores productivos nacionales, en particular de la industria.

El PRI como instrumento del presidencialismo. Desde su creación como Partido Nacional Revolucionario (PNR), luego trasnformado en Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y finalmente como Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido creado por revolucionarios jugo siempre un papel estratégico para que el presidente de la republica hasta ahora siempre surgido de sus filas, ejerciera un autentico y eficaz liderazgo político nacional.

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