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Principios Basicos De Urbanida


Enviado por   •  29 de Agosto de 2013  •  3.134 Palabras (13 Páginas)  •  366 Visitas

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PRINCIPIOS BÁSICOS DE URBANIDAD

PUBLICADO POR JOTAEFEB ⋅ 17/08/2010 ⋅ 17 COMENTARIOS

ARCHIVADO BAJO SOCIEDAD

Respetar al otro como un otro: su carácter, su amor propio, sus opiniones, inclinaciones, caprichos, costumbres, etc., aunque las consideremos defectos. El respeto da un paso más que la tolerancia.

Escuchar, más que hablar: descubrir quién es el otro, qué quiere, qué piensa. No dirigirse a él como si fuera una proyección de nosotros. Hablar sin descanso es una descortesía hacia los demás, y además revela cierto egoísmo.

Comprender, antes que juzgar: no odiar al otro ni hablar mal de él ante otros por lo que creemos que son sus defectos. Siempre es mejor preguntarse: ¿qué hace que la persona que nos molesta actúe de la forma en qué lo hace? Así, será más fácil que comprendamos y más difícil que odiemos.

Pensar antes de actuar o de hablar: elegir siempre la mejor oportunidad, no ser imprudente. Evitar palabras molestas, observaciones poco delicadas, descorteses o demasiado personales.

Ser discreto: no hacer preguntas que nos hagan parecer excesivamente curiosos, ni divulgar los secretos que otros nos han confiado. De lo contrario, nos ganaremos que nadie confíe en nosotros.

Adecuar el discurso a los conocimientos del otro: evitar hacer comentarios sobre historia, ciencia, cultura o arte cuando no se conoce el grado de conocimiento de las personas que escuchan. Adecuar el discurso a la situación del otro: percibir cuál es su estado anímico y, según eso, decir lo que sea apropiado.

Tratar a los demás como nos gustaría ser tratados.

Normas de urbanidad

Pasan los siglos… pero, me parece, siguen vigentes…

“Normas de urbanidad de George Washington” (1745 – “Cimientos de una sólida educación del carácter de un joven del siglo dieciocho”)

1 – Cada acto debe trasuntar respeto por los presentes.

2 – En presencia de otros, no canturrees en voz baja, ni tamborilees con los dedos ni los pies.

3 – No hables cuando otros hablan, no permanezcas sentado cuando otros están de pie; no camines cuando otros se detengan.

4 – No des la espalda a los demás, y menos cuando hablas; no muevas la mesa o el escritorio donde otro lee o escribe, no te apoyes en nadie.

5 – No seas lisonjero, ni bromees con nadie que no esté de ánimo para bromas.

6 – No leas cartas, libros ni papeles en compañía, pero cuando sea preciso hacerlo, debes pedir permiso. No te acerques a los libros ni escritos de nadie para leerlos sin autorización, ni fisgonees cuando otro está escribiendo una carta.

7 – Que tu semblante sea agradable, pero que demuestre gravedad ante asuntos serios.

8 – No demuestres satisfacción ante el infortunio de otro, aunque se trate de tu enemigo.

9 – Los que gozan de título o posición tienen precedencia en todas partes, pero mientras son jóvenes deben respetar a quienes son sus iguales por su nacimiento o por otras cualidades, aunque no ocupen cargos públicos.

10- Es de buena educación ceder la palabra a nuestros interlocutores, especialmente si gozan de rango superior, y nunca debemos ser los primeros en interpelar a los mismos.

11- Que tu plática con hombres de negocios sea breve y al punto.

12- Al visitar a los convalecientes, no asumas el papel de médico si no te corresponde.

13- Al escribir o al hablar, dirígete a la persona por su título debido, de acuerdo con su grado y las costumbres del lugar.

14- No discutas con tus superiores, y siempre presenta tus opiniones con modestia.

15- No procures ser maestro de tus iguales en las artes que profesan, pues pasarás por arrogante.

16- Cuando un hombre hace todo lo que puede, aunque no logre tener éxito, no lo culpes por su intento.

17- Cuando debas aconsejar o recriminar, considera si es pertinente que se haga en público o en privado, de inmediato o en otra ocasión, y también cuáles son las palabras atinadas; y al reprender no muestres signos de cólera, sino actúa con reserva y moderación.

18- No te mofes de asuntos de importancia, no hagas burlas mordaces ni hirientes, y si haces gala de ingenio, no te rías de tus propias palabras.

19- Cuando reprendas a otro procura ser intachable, pues el ejemplo es más elocuente que la exhortación.

20- No emplees palabras hirientes contra nadie, ni juramentos o escarnios.

21- No te apresures en creer rumores en detrimento de otras personas.

22- Sé discreto en tu atuendo, y procura respetar la naturaleza antes que suscitar admiración. Sigue la moda de tus iguales, tal como sea pertinente respecto del tiempo y lugar.

23- No te comportes como un pavo real mirándote sin cesar para ver si estás presentable, si el calzado te sienta bien, si tus calzas están bien ceñidas o si tus ropas son elegantes.

24- Júntate con hombres de calidad si estimas tu reputación, pues más vale estar solo que mal acompañado.

25- Que en tu conversación no haya malicia ni envidia, y así manifestarás ser de natural afable y ponderable; en las causas apasionadas permite que se imponga la razón.

26- No cometas la impudicia de urgir a tu amigo a revelar un secreto.

27- No digas bajezas ni frivolidades entre hombres adultos y educados, ni cosas dificultosas entre ignorantes, ni cosas difíciles de creer.

28- No hables de temas sombríos en tiempos de alegría ni a la mesa; no hables de cosas melancólicas como muerte y heridas, y si otros las mencionan, procura cambiar la conversación. No reveles tus sueños, salvo a tus amigos más íntimos.

29- No bromees cuando no hay ánimo para el jolgorio. No rías a carcajadas, y nunca rías cuando no es apropiado. No te burles de los infortunios de nadie, aunque parezca existir un motivo.

30- No digas palabras injuriosas, ni en broma ni en serio. No te mofes de nadie aunque te den la ocasión.

31-

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